Restos del vertedero

El dirigente ecologista Francisco Casero, buen conocedor del mapa andaluz, nunca hab¨ªa pisado las calles de Nerva (Huelva) hasta que los vecinos que se opon¨ªan a la construcci¨®n de un dep¨®sito de residuos en la localidad le pidieron apoyo. Casero se convirti¨® en una de las voces m¨¢s cr¨ªticas hacia el proyecto, pero durante la batalla tambi¨¦n estrech¨® lazos personales con el pueblo hasta el extremo de encontrar una finca de 2.000 metros cuadrados, que inclu¨ªa una edificaci¨®n, por unos 18.000 euros.

El pasado 28 de noviembre, operarios municipales derribaron una parte de esa construcci¨®n convertida en vivienda en cumplimiento de una resoluci¨®n judicial, que declaraba ilegal la reforma realizada por Casero en 1999. Un grupo de vecinos se encerr¨® en el interior para tratar de impedir la demolici¨®n, aunque finalmente se llev¨® a cabo sin incidentes y sin la presencia del propietario, que achaca la actuaci¨®n urban¨ªstica al deseo del alcalde de Nerva, Jos¨¦ Villalba (PSOE), de "hacer da?o a mi dignidad y honor". Como tel¨®n de fondo, en este escenario, estar¨ªan inquinas perpetuadas tras el conflicto del vertedero.

Sobre los hechos, sin embargo, no hay dudas. Casero reconoce que cometi¨® una irregularidad al iniciar las obras de reforma en la casa despu¨¦s de haber solicitado la licencia, pero sin esperar a que el Ayuntamiento se lo hubiese concedido: "Eso es verdad. He pecado de buena fe, solicitamos la licencia y empezamos a obrar porque nos dijeron que pod¨ªamos hacerlo".

La solicitud de la licencia de obras est¨¢ firmada por Casero el 14 de diciembre de 1999. Esto, seg¨²n el afectado, deja claro que su intenci¨®n no era cometer una infracci¨®n urban¨ªstica. Tambi¨¦n, agrega, deja entrever cierto inter¨¦s "avieso" por parte de las autoridades municipales. "Empezamos a obrar con su conocimiento, ?por qu¨¦ no paralizaron los trabajos al principio y esperaron a que estuvieran terminados?", interpela.

Lo cierto es que se trataba de una obra menor, que finaliz¨® en poco tiempo. Lo cierto tambi¨¦n es que el procedimiento seguido fue el mismo que Casero hab¨ªa hecho para arreglar el muro exterior de la finca. Para reparar estas vallas pidi¨®, el 12 de junio de 1998, una licencia en el Ayuntamiento, que le concedieron cuando ya hab¨ªa concluido la reparaci¨®n. Pero no le expedientaron porque, insiste el ecologista, "es mentira que no se permita construir sin licencia en Nerva".

Ni el alcalde, Jos¨¦ Villalba, ni ning¨²n concejal han accedido a comentar la demolici¨®n. La postura del Ayuntamiento est¨¢ recogida en un comunicado de prensa, donde aseguran que su actuaci¨®n persegu¨ªa "¨²nica y exclusivamente" garantizar la legalidad urban¨ªstica. "En ning¨²n caso existen motivaciones de otro tipo, menos a¨²n de tipo personal", agregaban en el texto, mediante el que tambi¨¦n advert¨ªan, que se reservaban el derecho de emprender acciones legales contra quienes acusaban a la instituci¨®n de obrar contra el antiguo l¨ªder ecologista por "una supuesta venganza".

El Ayuntamiento, tras la reforma de la vivienda sin licencia de obras, inici¨® un expediente sancionador contra su propietario que le obligaba a deshacer lo hecho y le impon¨ªa una multa de 3.000 euros. Casero recurri¨® al Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Huelva, ante el que present¨® seis testigos que declararon haber obrado del mismo modo, o sea que solicitaron la licencia y comenzaron a edificar antes de obtenerla. La sentencia confirm¨® la irregularidad urban¨ªstica, rebaj¨® la sanci¨®n econ¨®mica y reconoci¨® en el texto que lo habitual en Nerva era actuar igual que lo hab¨ªa hecho Casero.

?ste recurri¨® el fallo ante el TSJA, que confirm¨® la sentencia, y finalmente al Tribunal Constitucional, que todav¨ªa no se ha pronunciado. Por esta raz¨®n, Casero trat¨® de paralizar la ejecuci¨®n del fallo que obligaba a demoler parte de su casa. Lo hizo sin ¨¦xito porque cree que no es un mero acto administrativo sino un ejercicio de "represi¨®n por mis pensamientos y actitud" durante el conflicto del vertedero. Tambi¨¦n las menciones al pasado afloraron en la explicaci¨®n municipal. En su comunicado, el Ayuntamiento culp¨® a Casero de no haber querido solucionar el asunto "en un claro af¨¢n por mantener el clima de crispaci¨®n al que en su d¨ªa contribuy¨® de forma determinante a originar".