La gran decisi¨®n
A ver si me explico. He le¨ªdo una noticia que me ha dejado a¨²n no s¨¦ si patitieso o patidifuso. Al parecer, la cadena de televisi¨®n bushamericana Fox emiti¨® hace a?os un concurso donde el premio era un millonario. Veinte mujeres compet¨ªan para contraer matrimonio con un tipo del que s¨®lo conoc¨ªan el tama?o de la... cartera. Ahora han decidido reeditar el invento pero de otra forma y con otro nombre: La Gran Decisi¨®n. Como la audiencia se ha vuelto menos pacata a la vez que m¨¢s imb¨¦cil desde que pululan por la pantalla esos juegos de cama con apariencia de show, las mujeres que compiten por el millonario pueden relacionarse con ¨¦l de diferentes formas. Y en diferentes lugares, pero eso tiene ya menos morbo. Y ah¨ª le duele. Como el televidente se acostumbra a todo, los de la Fox pensaron que a la audiencia no le vendr¨ªa mal quitarle las palomitas de debajo del culo, como quien dice, conque no se les ha ocurrido mejor cosa que anunciar a las 20 candidatas que el pretendido millonario es en realidad un alba?il m¨¢s bien rascado, y eso inmediatamente despu¨¦s de que el pr¨ªncipe azul, azul mah¨®n, claro, les anuncie qui¨¦n ha sido la elegida.
Pero no bastaba. Como esto del morbo hay que alimentarlo, los de la Fox han descubierto el pastel con un mes de antelaci¨®n para que la audiencia viva con otra perspectiva los trabajos de seducci¨®n de unas pobres candidatas reducidas a mera carne de ca?¨®n medi¨¢tico. As¨ª que ya saben, si les va la marcha dentro de poco m¨¢s de un mes podr¨¢n saber qu¨¦ cara se le queda a la elegida por el alba?il cuando sepa que m¨¢s que manejar millones maneja ladrillos y bid¨¦s. No me cabe duda alguna de que ser¨¢ una magn¨ªfica ocasi¨®n para asomarnos de nuevo a la sorprendente calidad del alma humana, pero en cuanto le¨ª la noticia supe que hab¨ªa algo m¨¢s. Es como cuando te pica un pie y resulta que tienes hambre, no s¨¦ si me entienden. Ah¨ª detr¨¢s, me dije, se esconde una par¨¢bola o por lo menos una moraleja. As¨ª que, ni corto ni perezoso, cog¨ª la historia y la apart¨¦ pero no me sali¨® ni siquiera una leccioncilla. A cambio me pringu¨¦ las manos de chapapote. ?Ya est¨¢! Reflexion¨¦, se trata de una historia gallega. Viene Fraga como un millonario prometedor y resulta que cuando llega el momento no es ni siquiera un alba?il, porque un buen alba?il se hubiera planteado no s¨®lo qu¨¦ hacer con el prestigio sino con el Prestige, ?es que un paleta como Dios manda hubiera cogido el problema y lo habr¨ªa tirado directamente por el hueco de la obra o por el v¨¢ter?
No, para eso hab¨ªa que ser Fraga o Cascos, que ya tiene ese apellido un tanto cuadr¨²pedo. Al menos lo suficiente como para jactarse de que se ocup¨® de que los gallegos cobraran por el desastre sin importarle que con eso no hac¨ªa sino decir que se estaba garantizando el voto de los damnificados, unos damnificados que seguramente le saldr¨¢n ranas porque hubieran preferido medios de todo tipo a fin de limpiar un desastre que con m¨¢s cabeza, ojo, no casco, mejor coordinaci¨®n y m¨¢s valor a la hora de tomar decisiones seguramente no se habr¨ªa producido. ?Tan caras son las palas y tan raros los contenedores como para que tengan que coger el chapapote con las manos y trasladarlo a orinales improvisados? ?Tan dif¨ªcil era tener un plan previsto? S¨ª, me dije, por fin hab¨ªa sacado algo en claro, cosa que tiene su m¨¦rito andando de por medio el galipote, pero enseguida supe que la historia del millonario y las 101 d¨¢lmatas, digo, candidatas, escond¨ªa m¨¢s enjundiosa lecci¨®n. De modo que decid¨ª preguntarle a Paulo Coelho que en esto de sabidur¨ªa oculta est¨¢ hecho un ocho, digo un hacha. He aqu¨ª lo que me solt¨®: "Viajar es la experiencia de dejar de ser quien te esfuerzas en llegar a ser para transformarte en aquello que eres". Qu¨¦ t¨ªo, pens¨¦, pero no entend¨ª si ten¨ªa que irme a Cangas de Morrazo a sacar chapapote o sacar de m¨ª el millonario o el alba?il que se estaban disputando unas chicas en la tele. Entonces lo vi claro. La Gran Decisi¨®n era como el Plan de Ibarretxe, ya que adem¨¢s de decidir para ser significaba que promet¨ªa cosas de millonario cuando en realidad ofrec¨ªa cosas de andamio. Pero era demasiado tarde, me ca¨ª de la columna y despert¨¦.
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