Una ni?a de 14 a?os tarda tres meses en denunciar a su violador
El agresor, al que conoci¨® por Internet, le dijo que era de ETA
Una ni?a de 14 a?os de edad ha tardado casi tres meses en denunciar que hab¨ªa sido v¨ªctima de una violaci¨®n porque su agresor, al que conoci¨® a trav¨¦s de Internet, le dijo que pertenec¨ªa a ETA. La menor, que reside en Madrid, ten¨ªa miedo de que el hombre que la sedujo con refritos de poemas, un vecino de la provincia de ?lava, de 33 a?os, pudiese hacerle algo a ella o a su familia si denunciaba.
La ni?a de 14 a?os conoci¨® a su agresor a trav¨¦s de un chat de Internet el pasado mes de abril. Todo empez¨® con los refritos de poemas que el presunto violador enviaba con frecuencia a su comunicante, hasta que en una de aquellas largas conversaciones en el chat la adolescente accedi¨® a dar a su comunicante de Vitoria el n¨²mero de tel¨¦fono m¨®vil y la direcci¨®n de la casa que habita con sus padres en la ciudad de Madrid.
Seg¨²n ella, en las siguientes semanas su supuesto agresor la llam¨® repetidas veces por tel¨¦fono e incluso le escribi¨® cartas. La ni?a de 14 a?os admite que qued¨® seducida por el rom¨¢ntico contenido de las cartas y las palabras que el hombre le dec¨ªa por tel¨¦fono.
"He venido a verte"
Seg¨²n la menor, todo se limit¨® a llamadas y misivas hasta que el hombre se desplaz¨® un fin de semana del pasado mes de julio desde su municipio de ?lava hasta Madrid. Se hosped¨® en un hotel situado en el madrile?o paseo del Prado. Nada m¨¢s llegar al hotel, llam¨® al m¨®vil de la menor: "Estoy en Madrid y he venido para verte", dijo a la ni?a. "Estoy en el hotel Mora, te espero aqu¨ª y nos vemos, vale, nena".
Movida por la intriga y curiosidad, la ni?a acudi¨® enseguida al citado local con la intenci¨®n de conocerle y de dar luego un paseo. Pero no fue as¨ª. El hombre, seg¨²n la versi¨®n de la menor, le pidi¨® que subiese con ¨¦l a conocer la habitaci¨®n de su hotel.
La chica accedi¨® y, vista la habitaci¨®n, seg¨²n su relato, sugiri¨® a su visitante que pod¨ªan ir a dar un paseo por Madrid. Pero, seg¨²n ella, ¨¦ste le respondi¨®. "No, mejor nos quedamos aqu¨ª ahora".
Seg¨²n la menor, su agresor cerr¨® el pestillo de la habitaci¨®n y la desnud¨®. Ella se neg¨®, pero el hombre la sujet¨®, le quit¨® la ropa, se puso un preservativo y la viol¨®, pese a que ella le repet¨ªa una y otra vez que "eso no". Finalmente se qued¨® quieta al ver la fuerza con que la sujetaba y porque el hombre hac¨ªa o¨ªdos sordos a sus peticiones para que le permitiese marcharse.
Cuando termin¨® la agresi¨®n sexual, la ni?a, muy asustada, se visti¨® y sali¨® de all¨ª corriendo. No volvi¨® a verle ese fin de semana. En realidad, interrumpi¨® las que hasta ese momento eran asiduas llamadas telef¨®nicas y no quiso saber nada m¨¢s de ¨¦l. Tambi¨¦n pens¨® en denunciarle en ese momento, pero record¨® los comentarios que le hab¨ªa hecho su agresor sobre su pertenencia a ETA y que no deb¨ªa decir nada. Dej¨® correr el tiempo.
Una semana despu¨¦s, ¨¦l volvi¨® a ponerle mensajes en el m¨®vil y a llamarla desde su domicilio en Vitoria. Ella le escribi¨® una carta reproch¨¢ndole su acci¨®n del hotel y le pidi¨® que la dejase en paz. Pero ¨¦l sigui¨® insistiendo y ofreci¨¦ndole viajar nuevamente a Madrid para acostarse juntos, obviando lo ocurrido en el hotel.
Ella se neg¨® a verle m¨¢s y le pidi¨® que no volviese a llamarla. Pero ¨¦l, siempre seg¨²n la versi¨®n de la menor, continu¨® molest¨¢ndola, e incluso le escribi¨® varias cartas m¨¢s. En la ¨²ltima de ellas, le recordaba que no deb¨ªa decir nada de lo que le hab¨ªa comentado sobre su pertenencia a la banda terrorista ETA: "Respecto a lo que te coment¨¦", escribi¨® el supuesto agresor, "te pedir¨ªa las veces que haga falta que me guardes el secreto, nena; por tu parte, no te preocupes ni temas nada. Y por la m¨ªa..., no te preocupes, es lo de menos, ?vale?".
La menor, traumatizada desde el d¨ªa en que fue forzada en el hotel, no pudo aguantar m¨¢s la presi¨®n psicol¨®gica que sufr¨ªa y las continuas llamadas de su agresor. Decidi¨® contar a sus padres lo ocurrido. Adem¨¢s, les facilit¨® las cartas que ¨¦ste le hab¨ªa enviado. Ese mismo d¨ªa, los padres de la adolescente avisaron a la polic¨ªa y denunciaron los hechos. Un juez de Madrid se ha hecho cargo de la investigaci¨®n de esta supuesta violaci¨®n de una menor.
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