Los otros monumentos de Sevilla
La oficina del PGOU prepara un cat¨¢logo de arquitectura perif¨¦rica, industrial y moderna
La Catedral y la Giralda; la Plaza de Espa?a y el Parque de Mar¨ªa Luisa; la Torre del Oro y el Puente de Triana; los Reales Alc¨¢zares. Son los abanderados del patrimonio hist¨®rico y monumental de Sevilla, s¨ªmbolos indiscutibles de la ciudad y metas de las rutas tur¨ªsticas. Pero el capital arquitect¨®nico de la capital es mucho m¨¢s extenso y est¨¢ repleto de edificios y espacios que a menudo pasan desapercibidos tanto para los propios sevillanos como para las administraciones.
Para paliar este olvido, los redactores del nuevo Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) se han propuesto crear un cat¨¢logo que recoja los ejemplos m¨¢s representativos de este otro patrimonio arquitect¨®nico. Un listado, a¨²n no definitivo, al que han denominado Cat¨¢logo Perif¨¦rico y que est¨¢ engrosado ya por 244 obras. La idea, seg¨²n describe el avance del PGOU, arranca del reconocimiento de las voces que reclaman "una multiplicaci¨®n de la sensibilidad, un cambio o ampliaci¨®n de coordenadas en la pol¨ªtica patrimonial, capaz de reconocer la diversidad del objeto estudiado".
En el glosario se distinguen dos tipos de obras. Por una parte, "edificios, conjuntos y espacios urbanos externos a la delimitaci¨®n formal del conjunto hist¨®rico de Sevilla". En palabras del delegado de Urbanismo, el andalucista Rafael Carmona, obras que demuestran "que la monumentalidad no se circunscribe exclusivamente al centro"; por otra parte, construcciones del siglo XX en todo el t¨¦rmino municipal.
El listado lo encabezan la Hacienda de Miraflores, con una torre almohade del siglo XIII, y la Huerta de la Albarrama, donde se hall¨® un aljibe manantial de origen ¨¢rabe que, a trav¨¦s de canalizaciones, proporcionaba agua al Hospital de las Cinco Llagas. Un conjunto monumental ubicado en el Parque de Miraflores, en el distrito Macarena, que desconocen muchos sevillanos. Como ocurre con la Hacienda de Su Eminencia, del siglo XVIII, que se alza en la barriada de Palmete, en la circunvalaci¨®n de la SE-30. O con el Monasterio de San Jer¨®nimo de Buena Vista, en la carretera hacia Cazalla de la Sierra, que empez¨® a construirse en 1414.
Destacan tambi¨¦n otros m¨¢s conocidos, ubicados no en el casco hist¨®rico, pero s¨ª en el centro neur¨¢lgico de la ciudad, de paso casi obligatorio en el d¨ªa a d¨ªa, pero sobre los que el PGOU reclama ahora el reconocimiento de su valor arquitect¨®nico. Es el caso del Convento de la Sant¨ªsima Trinidad, del siglo XVII, en la Ronda de Mar¨ªa Auxiliadora; o de la Pirotecnia Militar, de 1847, en la calle Avi¨®n Cuatro Vientos; o de la Estaci¨®n de Plaza de Armas, construida entre 1889 y 1901.
El Cat¨¢logo Perif¨¦rico presta tambi¨¦n especial atenci¨®n a la arquitectura del siglo XX, desde bloques de viviendas y casas se?oriales de An¨ªbal G¨®nzalez o Jos¨¦ Espiau y Mu?oz, a pabellones e infraestructuras de las dos Exposiciones que marcaron el siglo en Sevilla -la Iberoamericana del 29 y la Universal del 92-, pasando por centros escolares, teatros -el Lope de Vega y el ?lvarez Quintero- y centros sanitarios. No faltan tampoco los ejemplos de arquitectura industrial, como la antigua f¨¢brica Catalana de Gas, en el barrio del Porvenir, la de la cerveza Cruzcampo, los tinglados de mercanc¨ªas del muelle de Tablada o la esclusa del Puerto.
"La abundancia de obras hace que para algunos se trate de un patrimonio en apariencia indestructible", advierten los redactores del PGOU, quienes frente a esta falsa creencia llaman la atenci¨®n sobre los "riesgos inevitables en toda apuesta moderna".
"Debemos ser conscientes de su condici¨®n enormemente degradable por la pobreza de materiales empleados y las caracter¨ªsticas elementales de primeras obras", subrayan en el avance del plan. "Tampoco faltan los puros detractores, formalistas acad¨¦micos que s¨®lo encuentran en la arquitectura moderna un valor utilitario", concluyen antes de reclamar "el reconocimiento, la documentaci¨®n y la protecci¨®n urban¨ªstica" de ese patrimonio que, a partir de ahora, quedar¨¢ catalogado.
El humilladero de la Cruz del Campo
Son muchos los sevillanos que pasan cada d¨ªa por este templete, ubicado a la entrada de la avenida Luis Montoto, sin volver la vista hacia el humilladero construido en 1482 por el primer corregidor de la ciudad, don Diego de Merlo, seg¨²n reza en el interior de la c¨²pula del monumento. No obstante, hay quienes consideran que en esta fecha el templete sufri¨® una profunda reforma, pero que la construcci¨®n original data de un siglo antes, hacia 1380.
En 1536, el primer Marqu¨¦s de Tarifa lo adquiri¨® y desplaz¨® su ubicaci¨®n para que la distancia entre su casa y el humilladero fuera exactamente la misma que recorri¨® Jes¨²s durante su pasi¨®n y muerte. Hasta 1604, varias hermandades de la Semana Santa hac¨ªan estaci¨®n de penitencia hacia este templete, un trayecto que recogi¨® Vel¨¢zquez en su cuadro Los ca?os de Carmona. Actualmente hay en marcha un proyecto para rehabilitar el monumento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.