Cosas de serbios
Por segunda vez los serbios apenas han votado, y sus elecciones presidenciales quedan anuladas por falta de electores. Habr¨¢ que entenderles: los aliados (la OTAN) destrozaron su pa¨ªs, Yugoslavia; armaron las guerrillas albanesas contra Serbia y las apoyaron; les culparon de matanzas raciales de albaneses en Kosovo, donde tambi¨¦n se mat¨® a los serbios; les bombardearon; les bloquearon y dejaron sin dinero para continuar adelante; pagaron para que les entregaran a su presidente Milosevic y se lo llevaron a juzgar en La Haya como ¨²nico jefe de Estado culpable de cr¨ªmenes de guerra en este mundo; colocaron un gobierno colaboracionista -"quisling", se dice en la jerga, por el nombre de un noruego que colabor¨® con los alemanes nazis- y luego les exigieron que votaran para dar un aspecto legal a todo el trastorno hist¨®rico. No digo que Serbia y Milosevic tuvieran raz¨®n; entre otras cosas, porque la raz¨®n ha dejado de contar en los actos de los gobernantes y otros poderes. Ni digo "raz¨®n" en cualquiera de los sentidos de la filosof¨ªa cl¨¢sica, ni siquiera en el de la Enciclopedia y la Revoluci¨®n Francesa, que es el que m¨¢s me gusta, sino en el de la evidencia de lo cre¨ªble.
Lo que me interesa en este momento es que hay un pueblo, o por lo menos bastante m¨¢s de la mitad de su censo, que se niega a aceptar esta nueva versi¨®n de la democracia: utilizar al votante para legalizar el uso del poder, hacer que las urnas sean posteriores a las decisiones tomadas por el mando. Parece un pueblo razonable: o sea, que mantiene a¨²n vestigios de raz¨®n. La urna es algo en que se deposita la voluntad general y se elige a quienes han de cumplirla. No aquello en el que corroboran lo que les mandan bajo riesgo de matar a su poblaci¨®n civil; ni siquiera, como aqu¨ª, a lo que viene despu¨¦s de haber creado una atm¨®sfera por la posesi¨®n de los medios de comunicaci¨®n a favor de unos poderes y en contra de otros.
La "comunidad internacional" no aprueba estas cosas de serbios, y menos en estos tiempos donde se va a atacar a Irak -o se pretende- por unas causas, despu¨¦s de demostrarse que es falsa la posesi¨®n de armas de destrucci¨®n masiva, que no aceptan los propietarios reales de armas de destrucci¨®n masiva. O sea, la pertenencia al Eje del Mal desde el centro del Bien. Despu¨¦s de todo, los serbios han sido un residuo del comunismo, lo cual les coloca en el enemigo restante; abajo con ellos, antes de que formen parte del nuevo comunismo ¨²til para sus enemigos, el terrorismo ¨¢rabe o isl¨¢mico. En medio est¨¢n las v¨ªctimas del terrorismo y las del antiterrorismo; y un Tercer Mundo al que hay que aleccionar. M¨¢s vale la fuerza que la lecci¨®n: los serbios no han querido votar, las elecciones no valen y el quisling serbio va a recurrir al tribunal supremo para que las haga v¨¢lidas: que la voluntad del demo no prevalezca.
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