Mediaci¨®n familiar y malos tratos
El pasado d¨ªa 14 de noviembre se celebr¨® en Valencia la I Jornada Jur¨ªdica en materia de Malos Tratos F¨ªsicos y/o Ps¨ªquicos a las Mujeres organizadas por la Conseller¨ªa de Bienestar Social. Como asistente a la misma me gustar¨ªa referirme a la intervenci¨®n del S¨ªndic de Greuges de la Comunidad Valenciana. Nuestro s¨ªndico tuvo ciertamente una valiente intervenci¨®n en la medida en que se mostr¨® partidario de la necesidad de una ley que contemplase de forma global todos los aspectos de este complejo problema, en lugar de intentar afrontarlo a trav¨¦s de bienintencionados pero posiblemente ineficaces Planes de Actuaci¨®n, opci¨®n ¨¦sta ¨²ltima elegida por cierto por el Gobierno Valenciano.
Ahora bien, lo que desear¨ªa matizar es la manifestaci¨®n realizada por nuestro S¨ªndic, cuando al diferenciar entre actos epis¨®dicos de agresi¨®n, que cabr¨ªa conceptuar como faltas, y las conductas violentas habituales se?al¨® que las medidas a adoptar deber¨ªan ser distintas.
En principio, dicho as¨ª, parece razonable, pero nuestra inquietud surgi¨® cuando mencion¨® la posibilidad de acudir a la mediaci¨®n para intentar resolver la problem¨¢tica suscitada por el primer tipo de conductas. Como Abogada experta en mediaci¨®n familiar quisiera se?alar que este m¨¦todo alternativo de resoluci¨®n de conflictos, que no cabe confundir con t¨¦cnicas terap¨¦uticas, pretende facilitar un clima de di¨¢logo que haga posible que las partes, las aut¨¦nticas protagonistas, alcancen por s¨ª mismas -el mediador debe ser neutral- acuerdos duraderos en los casos de conflictos familiares. Es por ello que cuando han surgido actos de violencia, aunque sean epis¨®dicos, la mediaci¨®n no es la t¨¦cnica apropiada teniendo que acudir a m¨¦todos terap¨¦uticos.
El asunto no es balad¨ª pues en algunos pa¨ªses, como Estados Unidos, se utiliza la mediaci¨®n en los casos de agresi¨®n contra las mujeres desvirtu¨¢ndose el esp¨ªritu de esta t¨¦cnica y ocasion¨¢ndose un gran perjuicio a las mujeres ya que se les obliga, bajo esta situaci¨®n de inferioridad, a alcanzar acuerdos claramente desventajosos para sus intereses.
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