Una postal con muchas muescas
Cuentan y no paran. Los pocos y pocas afortunadas que han podido visitar l'Oceanogr¨¤fic en este periodo de rodaje confirman la excepcionalidad de esta pen¨²ltima atracci¨®n de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, de Valencia. Los cronistas de su inauguraci¨®n, el jueves pasado, tampoco han sido avaros a la hora de glosar sus bondades arquitect¨®nicas, biol¨®gicas y did¨¢cticas, con menci¨®n especial de su proyecci¨®n como foco tur¨ªstico. Los administradores de este invento, por su parte, ya han hecho sus cuentas y anticipan beneficios millonarios, aunque no s¨¦ si tantos como para compensar, ya que no la inversi¨®n, s¨ª la ri?onada que nos cuesta mantener el museo adjunto y la m¨¢s abultada que supondr¨¢ nutrir de programaci¨®n el espectacular coliseo en construcci¨®n que rematar¨¢ esta postal publicitaria y vanguardista del cap i casal.
Nada que objetar. El debate sobre la monumentalidad y costes de este invento l¨²dico y urban¨ªstico que abri¨® la ciudad hacia su flanco sureste ya est¨¢ caducado, sobre todo porque es irreversible. A estas alturas, hasta los m¨¢s suspicaces de sus cr¨ªticos han de aceptar -y lo hacen- que el proyecto se ha desarrollado con una ambici¨®n y tenacidad inusuales entre nosotros, tan propensos como somos a que las grandes iniciativas se diluyan, qued¨¢ndose en medias tintas o en soluciones decididamente cutres. La fisonom¨ªa urbana de la ciudad es una antolog¨ªa de tales frustraciones. Que ahora se concluya sin menguas ni mutilaciones esta inmensa pecera quiz¨¢ sea un exponente del cambio de mentalidad y de la emancipaci¨®n de la pobreza de esp¨ªritu que nos aflige.
Sin embargo -nunca ha de faltar este adversativo-, abundan los observadores de nuestra realidad que, sin impugnar la idoneidad de la aludida postal, piensan que la fascinaci¨®n de sus atracciones y trazados ingenieriles pueden (y de hecho as¨ª ocurre) ocultar sus muescas. Nos referimos a las flaquezas y fisuras estructurales de nuestra econom¨ªa, la del Pa¨ªs Valenciano en su conjunto, cuyas constantes vitales est¨¢n muy lejos de homologarse con la brillantez que sugiere la referida postal. En otras palabras: somos un pa¨ªs pobre o, en todo caso, no tan pr¨®spero como para haberse permitido este y otros lujos desmedidos por cuanto ociosos que, repetimos, no deber¨ªan desviar la atenci¨®n de los problemas esenciales que lastran y condicionan nuestro futuro.
Ya se comprende que los pol¨ªticos, por una perversa inteligencia de cu¨¢l es su papel, no se avengan a ejercer la cr¨ªtica p¨²blica, y menos a¨²n la mortificaci¨®n y prop¨®sito de enmienda. No es propio de ellos ejercer de Pepito Grillo. Pero raya con la deslealtad o con la estupidez enrocarse en la ret¨®rica huera y hacer o¨ªdos sordos a los grandes retos pendientes. Y ninguno m¨¢s apremiante que la p¨¦rdida relativa de competitividad en los mercados exteriores, la baja productividad del tejido industrial valenciano, los bajos salarios, nuestro crecimiento relentizado, el riesgo que se avizora para el magma de las pymes con el ingreso de nuevos pa¨ªses a la UE y dem¨¢s alifafes que, a este paso, se acentuar¨¢n a medida que perdamos la condici¨®n de regi¨®n subvencionada por Bruselas. Alifafes que, por cierto, ya fueron descritos con pelos y se?ales en 1969 por el extinto periodista Eduardo Barrenechea y, desde entonces, analizados sin desaliento ni resultados por una floraci¨®n de j¨®venes economistas: Aurelio Mart¨ªnez, Vicente Soler Marco, Jordi Palafox, Mart¨ªnez Serrano y etc¨¦tera.
Ya va siendo hora, pues, de aparcar los ornatos tem¨¢ticos y aplicarnos a los sillares de la urdimbre productiva el pa¨ªs. Si no tenemos consejer¨ªas de Industria o de Econom¨ªa, pong¨¢moslas. A la vuelta de la esquina nos espera una nueva legislatura y, acaso, una nueva pol¨ªtica, tanto m¨¢s necesaria cuando es evidente que ¨¦sta, la que vige, est¨¢ agotada. Solo nos faltan pol¨ªticos capaces de fajarse con el secular desaf¨ªo.
FLORA Y FAUNA URBANAS
- Aurelio Hern¨¢ndez, consejero delegado de Aguas de Valencia, h¨¦roe o villano, va a sentir en su carne y en su cuenta corriente la temeridad de haber plantado cara a quienes no deb¨ªa. Gran expectaci¨®n.
- Bernardo Moragues, editor, ha presentado su nuevo plan de publicaciones y proyectos televisivos en Valencia y comarcas. No est¨¢n los tiempos para tales aventuras y, por eso mismo, resulta conmovedor el ardimiento de este David medi¨¢tico. Suerte y que la Providencia le ampare.
- Macarena Montesinos, diputada del PP, afirm¨® en las Cortes (las de aqu¨ª) que TVV es plural e imparcial. Alguien debi¨® advertirle que no est¨¢bamos a 28 de los corrientes. ?Qu¨¦ aguerrida!
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