Consenso de previsiones
Andan estos d¨ªas los ¨¢nimos un tanto deprimidos. Ni siquiera la Bolsa se encuentra con ganas de intentar el tradicional sprint de final de a?o. En EE UU prosigue el temor respecto a la verdadera situaci¨®n financiera de las grandes corporaciones y sobre el comportamiento del consumo y del mercado inmobiliario durante el pr¨®ximo a?o. En Europa, los datos recientes sobre producci¨®n y demanda son desalentadores, especialmente en Alemania. Sin embargo, a m¨ª me parece que se est¨¢ cayendo en un pesimismo exagerado, igual que antes del verano se pec¨® de excesivo optimismo. Las cosas van m¨¢s o menos como es usual que vayan en estas fases c¨ªclicas de final de una recesi¨®n y comienzo de la recuperaci¨®n. El arranque es lento inicialmente, pues muchas empresas contin¨²an con sus procesos de ajuste, lo que conlleva escasa o nula creaci¨®n de empleo y poca capacidad inversora. Pero poco a poco estos procesos se van completando y la econom¨ªa empieza a tirar de nuevo hacia arriba, eso s¨ª, a un ritmo que quiz¨¢s no satisfaga a los exigentes y poco pacientes mercados financieros.
En 2003, todos los agregados de la demanda crecer¨¢n a tasas superiores, excepto la construcci¨®n
Esta impresi¨®n personal parecen compartirla la mayor¨ªa de mis colegas. En los gr¨¢ficos adjuntos les presento los resultados de la ¨²ltima encuesta que hacemos en FUNCAS cada dos meses a un panel de catorce instituciones sobre previsiones a corto plazo para la econom¨ªa espa?ola. La cifra de consenso (media de las catorce previsiones) sobre el crecimiento del PIB en 2003 es del 2,4%, cuatro d¨¦cimas m¨¢s que en 2002. El punto m¨ªnimo de la fase de desaceleraci¨®n, seg¨²n el perfil marcado por las tasas de variaci¨®n interanual, se sit¨²a en el tercer trimestre de este a?o, para el que la CNTR ha estimado un crecimiento del 1,8%. Durante el cuarto y el primero del pr¨®ximo, se prev¨¦ que la econom¨ªa se mantenga al ralent¨ª, sin alcanzar el 2%, y a partir del segundo trimestre se iniciar¨ªa la aceleraci¨®n hasta alcanzar una tasa cercana al 3% a final del a?o. Es decir, tardaremos un a?o en alcanzar el ritmo de crecimiento tendencial de largo plazo, pero lo importante es que se producir¨¢ la recuperaci¨®n.
Todos los agregados de la demanda registrar¨¢n tasas superiores a las de este a?o, excepto la construcci¨®n, que parece ir a contrapi¨¦. En todo caso, no se prev¨¦ que su desaceleraci¨®n sea muy acusada. Con los tipos de inter¨¦s del cr¨¦dito hipotecario cercanos a cero, la demanda de vivienda puede debilitarse, pero no mucho. Para el consumo de los hogares se contempla una suave recuperaci¨®n, aunque aqu¨ª podr¨ªamos llevarnos una sorpresa, pues las tendencias de los indicadores de este agregado van para arriba y el pr¨®ximo a?o la renta disponible de las familias se va a ver fortalecida no s¨®lo por la rebaja del IRPF, sino tambi¨¦n por los aumentos de salarios y pensiones derivados de las cl¨¢usulas de salvaguarda y por la bajada de los tipos de inter¨¦s. El problema, si el consumo se dispara, es que ser¨¢ dif¨ªcil que se produzca la prevista moderaci¨®n de la inflaci¨®n y la recuperaci¨®n del ahorro familiar, con lo que, en vez de reducirse, se ir¨ªan acumulando m¨¢s desequilibrios, que acabar¨ªan frenando la econom¨ªa a partir de 2004.
En definitiva, y ¨¦sta es ya mi opini¨®n personal, el verdadero problema de la econom¨ªa espa?ola no es su bajo crecimiento, sino que no se observan avances en el ajuste de los desequilibrios generados en la fase de expansi¨®n, lo que puede pasarnos factura a medio plazo.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social (FUNCAS)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.