Dirigentes del Partido Popular aventan el anticatalanismo en Baleares en un acto p¨²blico
El presidente del PP mallorqu¨ªn afirma: "?Nos quiere poner la bandera catalana! Incre¨ªble"
"?Ya est¨¢ bien! No queremos una sociedad catalanizada. ?Hasta aqu¨ª hemos llegado!". Pere Rotger, alcalde de Inca y presidente del PP de Mallorca -un hombre en alza, que se dijo nacionalista-, reivindic¨® formas verbales y banderas mallorquinas, "nuestras" dijo con ¨¦nfasis. Las frases inflamaron los ¨¢nimos de los 1.400 militantes que asist¨ªan a un mitin, en la noche del s¨¢bado en el Casino de Mallorca, en Calvi¨¤. El Gobierno de Baleares y el Partit Socialista de Mallorca (PSM), en concreto, son los enemigos que amenazan la lengua y los s¨ªmbolos, seg¨²n el PP.
A medio a?o escaso de las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas y locales en Baleares, la derecha mallorquina, que est¨¢ en la oposici¨®n con un dep¨®sito de votos que oscila entre el 53% y el 43% -seg¨²n se trate de los comicios generales o regionales-, avent¨® una posible v¨ªa anticatalanista, un elemento agregado a la escisi¨®n ling¨¹¨ªstica y los debates territoriales apasionados, que no ha cuajado en la vida pol¨ªtica balear de los ¨²ltimos 30 a?os.
"Queremos hablar mallorqu¨ªn, con nuestras formas de expresi¨®n, en una sociedad biling¨¹e, con nuestras se?as de identidad. ?Incre¨ªble: Nos quieren poner la bandera catalana!". Rotger no improvis¨®, llevaba preparado un discurso por escrito, entre el alegato y el comentario pol¨ªtico. Y se ci?¨® perfectamente a la pauta. En la campa?a electoral de 1999 el PP ya manej¨® esta t¨¢ctica, en distintas ocasiones.
Supuestamente, el PP pretende evitar que los extraparlamentarios ultra de derecha le roben el discurso. Aglutinan a un electorado marginal que les resta votos. Algunos de los tres micropartidos surgidos para estas elecciones y un grupo organizado no ocultan la radicalidad de sus propuestas de protecci¨®n del inmigrante peninsular, de la identidad s¨®lo insular y de la lengua espa?ola.
Las proclamas de Rotger, dichas con tono airado, con pausas y ademanes mitineros, suscitaron los mayores v¨ªtores de la noche entre las bases, junto con las alusiones a las "confiscaciones de la propiedad" y las promesas de rebajas de impuestos lanzadas por el ministro de Medio Ambiente y presidente del PP balear, Jaume Matas. ?ste se remiti¨® en su discurso a lo dicho por el presidente de Mallorca "en defensa de las se?as de identidad", pero reclam¨® "sensatez, el centro y la moderaci¨®n". Una vela a Dios y otra al diablo.
Una de las razones aludidas por Rotger para desplegar el mensaje de la aparente amenaza a la identidad y sus s¨ªmbolos es en la voluntad del Partit Socialista de Mallorca (PSM) de colocar la bandera catalana, en los balcones de los ayuntamientos, en lugar de la espa?ola, el 31 de diciembre. El ¨²ltimo d¨ªa del a?o el PSM celebra la diada paralela de Mallorca, cuando se conmemora en Palma la conquista de la isla por el rey Jaume I, en 1229: la llamada fiesta del Estandarte, las cuatro barras reales.
Matas acus¨® al PSM de "nacionalista radicalizado, capaz de renunciar a nuestros signos y capaz, tambi¨¦n, de encabezar manifestaciones en contra de la ley [de ilegalizaci¨®n de Batasuna] y a favor de quienes apoyan el terrorismo".
El PSM est¨¢ aliado con el PP en dos municipios (Alar¨® y Maria de la Salut), es de adscripci¨®n nacionalista y disputa el electorado centrista aunque tiene origen izquierdista. Esta formaci¨®n aliada en el Gobierno balear con PSOE, IU y Els Verds, controla Cultura, Agricultura y Comercio e Industria. En el Consell de Mallorca gobierna a medias con Uni¨® Mallorquina.
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