La calamitosa situaci¨®n de la formaci¨®n de instrumentistas
Cuando Espa?a gan¨® las 15 medallas en los ¨²ltimos campeonatos de atletismo de M¨²nich, por delante de pa¨ªses tan tradicionalmente deportivos como Alemania o Inglaterra, la noticia me dio al mismo tiempo una gran alegr¨ªa y una gran pena. Alegr¨ªa, porque confirm¨® mi afirmaci¨®n de siempre, que en Espa?a hab¨ªa mucho talento, y pena, porque en mi campo, que es la formaci¨®n de instrumentistas, este talento no es aprovechado, peor a¨²n, es maltratado y condenado al fracaso.
Atletismo y dominio de un instrumento tienen muchas cosas en com¨²n. Ambas actividades se sirven de los m¨²sculos del cuerpo humano. Ya existen en algunos pa¨ªses organizaciones que adaptan las experiencias hechas en el campo atl¨¦tico a la pedagog¨ªa instrumental. Pero todo esto solamente tiene validez si se reconocen los talentos a temprana edad. Le¨ª las explicaciones de los directivos de la Federaci¨®n de Atletismo sobre c¨®mo se fomenta a los talentos a partir del colegio e inmediatamente me pregunt¨¦ por qu¨¦ no se hace lo mismo con los talentos musicales.
"La actual estructura de la formaci¨®n de m¨²sicos profesionales no sirve, y est¨¢ empeorando"
Ahora que en la escuela primaria se dan clases de m¨²sica a los jovencitos, no costar¨ªa nada instruir a los maestros que seleccionen al 10-15% m¨¢s dotado, dejando constancia por escrito de ello. M¨¢s adelante, si estos j¨®venes desearan estudiar en un conservatorio, solamente lo podr¨ªan hacer si han pertenecido -durante varios a?os- a ese grupo de talentosos. Una disposici¨®n de esta naturaleza tambi¨¦n solucionar¨ªa, de una vez por todas, lo que llamar¨ªa el s¨ªndrome guarder¨ªa: si los padres del alumno realmente quieren que ¨¦ste entre m¨¢s adelante al conservatorio -con lo de la "guarder¨ªa" en mente- entonces han de estimularle desde muy temprana edad a que se dedique a la m¨²sica, y eso siempre es algo positivo. Y de un golpe y porrazo desaparecer¨¢n los "no aptos", que solamente concurren al conservatorio por ego¨ªsmo o esnobismo de los padres. Creo que el profesorado de los conservatorios lo ha de agradecer.
Hago esta introducci¨®n para que sea posible comprender mejor lo que expongo a continuaci¨®n, al pretender analizar el fracaso de una estructura anquilosada y caduca: ?para qu¨¦ sirven los conservatorios, sobre todo los superiores? ?Para formar profesionales, que puedan ocupar los aproximadamente 1.000 puestos de trabajo, actualmente ocupados por extranjeros, en las orquestas sinf¨®nicas del pa¨ªs? Eso es lo que yo entend¨ªa era la meta, pero evidentemente debo estar profundamente equivocado, porque despu¨¦s de m¨¢s de 20 a?os de democracia esta meta no se cumple. Y lo quisiera demostrar con cifras, para que todo el mundo sepa lo que cuesta esto al bolsillo de los contribuyentes, sin resultado tangible para la sociedad.
Veamos: deseo tomar como ejemplo la Escuela Superior de M¨²sica Reina Sof¨ªa de Pozuelo (Madrid), que tiene un presupuesto anual de cuatro millones de euros, lo que dividido por el n¨²mero de alumnos (82) arroja un coste de 8.100.000 pesetas por alumno por a?o. (Pondr¨¦ las cifras en pesetas, porque nos es m¨¢s f¨¢cil comprenderlas). Un alumno formado en esa escuela -tras una exigente selecci¨®n y entrenado en todas las disciplinas que un profesional debe dominar- hallar¨¢ f¨¢cilmente trabajo, y los mejores pueden inclusive elegir el sitio donde desean ejercer su oficio.
Propongo comparar lo que antecede con 20 conservatorios superiores espa?oles, con un alumnado en torno a los 13.000 estudiantes y 1.300 profesores. Para que la comparaci¨®n sea correcta, hay que ajustar estas cifras restando el 25%, correspondiente a materias que no se imparten en la Escuela Reina Sof¨ªa. As¨ª llegamos a 9.750 alumnos con 975 profesores. Asumo para mi c¨¢lculo que un profesor de conservatorio superior cuesta -leyes sociales incluidas- unas cinco millones pesetas por a?o, y que los gastos generales de cada conservatorio sean, en promedio, del orden de cincuenta millones por a?o. Con ello llego a un coste total anual de 5.625 millones de pesetas, y ahora solamente faltar¨ªa dividir esta cifra por los m¨²sicos profesionales ¨²tiles -comparables con el nivel de la Escuela Reina Sof¨ªa- que el sistema est¨¢ produciendo, para llegar a una comparaci¨®n. ?Cu¨¢ntos son? ?Alguien ha o¨ªdo a alguno dar un buen concierto? ?Cu¨¢ntos han obtenido un puesto de trabajo en una orquesta sinf¨®nica? No s¨¦ si me quedo corto o largo, pero he partido de la base de que sean, en total, 25 por a?o los que salgan siendo profesionales y puedan competir en este dif¨ªcil mercado. Posiblemente me haya pasado y sean menos. Pues, a¨²n as¨ª, cada alumno de ¨¦stos est¨¢ costando la friolera de 1,3 millones de euros por a?o. Los dem¨¢s no cuentan, porque no ser¨¢n ¨²tiles como profesionales instrumentistas.
Estas cifras abren un sinf¨ªn de preguntas: ?qui¨¦n es responsable por este desaguisado? ?Qui¨¦n autoriza semejante despilfarro? ?Debe Espa?a realmente aceptar ser el hazmerre¨ªr en todo el mundo debido a esta situaci¨®n?
Quiero adelantarme a un argumento que dice que todo el mundo debe tener acceso a una educaci¨®n musical y que, si se restringe la labor de los conservatorios exclusivamente a la formaci¨®n de elites, esto no se ha de cumplir. Estoy totalmente de acuerdo con ello. Pero para eso sirven las escuelas de m¨²sica, con lo cual, insin¨²o que la mayor¨ªa de los conservatorios podr¨ªan convertirse en tales, sin apenas menoscabo para la sociedad.
Una cosa puede afirmarse sin lugar a dudas: la actual estructura de la formaci¨®n de m¨²sicos profesionales no sirve, y lo peor es que, en vez de mejorar, est¨¢ empeorando. Apenas unos apuntes significativos: el conservatorio que mejor funciona en el pa¨ªs es el de Salamanca, y quiere la casualidad que es la instituci¨®n que menos alumnos tiene: apenas 300. Hay centros que tienen m¨¢s de mil alumnos. La ratio de alumnos por profesor parece razonable, pero en la Escuela Reina Sof¨ªa hay m¨¢s de un profesor por cada dos alumnos (con un sistema de tiempo parcial que en el caso de la formaci¨®n instrumental da buenos resultados). Y si comparamos con un pa¨ªs, Alemania, donde las cosas funcionan razonablemente bien, y donde se deben suplir profesionales para unas 200 orquestas (en vez de las 20 espa?olas), all¨ª existen apenas 24 conservatorios superiores, y se logra que el 85% de las plazas disponibles las ocupen alemanes, lo que convierte nuestras cifras en una ridiculez: el 80% de los m¨²sicos de las 20 orquestas espa?olas ha sido formado en el extranjero.
?Qu¨¦ impide que los conservatorios superiores imiten el ejemplo de la Escuela Reina Sof¨ªa? ?Por qu¨¦ no se es tan exigente, como all¨ª, a la hora de admitir un alumno para grado superior?
En Catalu?a y en el Pa¨ªs Vasco ya han creado sendas escuelas superiores, imitando el ejemplo de aquella instituci¨®n. Est¨¢ planeado hacer algo similar en Valencia. Por supuesto, estas escuelas tendr¨¢n asesoramiento por parte de personalidades ilustres del mundo de la m¨²sica. Estas personalidades no son tan inaccesibles como se piensa cuando se trata de hacer algo serio en favor de la buena m¨²sica. ?Por qu¨¦ no se recurre a ellos?
Quiero concluir con otra pregunta m¨¢s: ?C¨®mo es posible que un aparato oficial tan inoperante, con el cual ni profesores, ni alumnos, ni pol¨ªticos est¨¢n satisfechos, siga funcionando como si nada hubiera pasado? Si el coste de los 20 conservatorios superiores ya se acerca a los 7.500 millones de pesetas, ?qu¨¦ costar¨¢n los otros 200 conservatorios, entre elementales y de grado medio (profesionales)? Con este mismo dinero se podr¨ªan hacer maravillas si hubiera voluntad pol¨ªtica de hacer las cosas bien. Ah¨ª tienen el ejemplo de la Escuela Reina Sof¨ªa, que en solamente 10 a?os se ha convertido en una de las mejores del mundo. Y me repugna la idea de que eso solamente se logre v¨ªa la iniciativa privada, porque significar¨ªa admitir que la escuela p¨²blica es incapaz, cuando es la ¨²nica garante de igual oportunidad para todos.
Vuelvo a mi argumento del principio: conviene imitar el ejemplo de los atletas, con los j¨®venes dotados para la m¨²sica, y en pocos lustros se cosechar¨¢n los resultados. Espa?a podr¨ªa ser un pa¨ªs que exporta m¨²sicos, y no que importa. Pero con las estructuras actuales esto no ha de ocurrir. Me sigo preguntando por qu¨¦ nadie repara en el despilfarro descomunal que significa "cumplir con el tr¨¢mite" en este caso. Espa?a, un pa¨ªs con una riqu¨ªsima y variada tradici¨®n musical popular, se ve condenado al ostracismo musical: ?qui¨¦n lo entiende?
Juan Krakenberger es m¨²sico de c¨¢mara y especialista en pedagog¨ªa de viol¨ªn y viola.
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