Dos grandes violinistas del siglo XXI

En estos d¨ªas la Navidad se hace m¨²sica en las salas de concierto; los programas adquieren un aire m¨¢s comunicativo y popular y se repiten t¨ªtulos que, con frecuencia, no tienen especial significaci¨®n navide?a. Sociedades, fundaciones e instituciones rivalizan a la hora de El Mes¨ªas (hay tres este a?o), Oratorio de Navidad, villancicos de aqu¨ª y de all¨¢, la simb¨®lica Novena sinfon¨ªa y no escasos "golpes" a la familia Strauss y sus allegados vieneses. Entre todo ello, aparecen de pronto dos estrellas rutilantes del viol¨ªn que son ya grandes y lo ser¨¢n m¨¢s en el futuro: la espa?ola Leticia Mu?oz, una madrile?a de 17 a?os, y el polaco Kuba Jacowicz, varsoviano (20 a?os). Leticia viene principalmente de las aulas de Zakhar Bron (Escuela Reina Sof¨ªa o Colonia) y Jacowicz contin¨²a la tradici¨®n de una familia musical de su pa¨ªs. Ambos son admirables pues la madrile?a hizo un Concierto en re de Chaikovski de alto vuelo virtuos¨ªstico, bell¨ªsimo sonido y expresi¨®n de pura y honda afectividad, mientras que el varsoviano enalteci¨® la noble y ¨¢rea serenidad del Concierto en mi menor de Mendelssohn, "el padre de todos los conciertos de viol¨ªn".

Tuvieron distintas colaboraciones guiadas por dos batutas espa?olas: la de Luis Aguirre, para Chaikovski, y la de Fr¨¹hbeck de Burgos, para el autor de El sue?o de una noche de verano, al frente de la Orquesta de C¨¢mara (muy ampliada) Andr¨¦s Segovia y de la hist¨®rica y magn¨ªfica Filarm¨®nica de Dresde, respectivamente. Y como uno y otro maestro son, para empezar, m¨²sicos de recto criterio, sensibilidad anal¨ªtica y criterio rigiroso, se dieron conjunciones magn¨ªficas en el di¨¢logo y la concertaci¨®n con dos artistas que unen sabidur¨ªa al genio innato.

Fr¨¹hbeck venci¨® y convenci¨®, una vez m¨¢s, en la Quinta, de Beethoven, y Aguirre hizo delicias en la dos suites de la bell¨ªsima Arlesiana, de Bizet.

Duraron mucho las ovaciones del p¨²blico en el auditorio de Pr¨ªncipe de Vergara, pero es, todav¨ªa, m¨¢s perdurable la impresi¨®n luminosa de los dos j¨®venes violinistas, unos elegidos sobre los cuales habr¨¢ que escribir durante el siglo XXI.