El amor y la guerra de Garcilaso

Durante muchos a?os, los estudiosos no hab¨ªan reconocido m¨¢s mujer en la vida de Garcilaso que la portuguesa Isabel Freyre, por quien el poeta habr¨ªa sentido un amor extra?amente plat¨®nico. En 1998, Mar¨ªa Carmen Vaquero Serrano rompi¨® con esa imagen al dar a conocer un documento de capital importancia: una escritura en la que una dama de la aristocracia toledana, Guiomar Carrillo, confesaba haber tenido un hijo con Garcilaso, despu¨¦s de una larga relaci¨®n sexual, en el periodo en que ambos estaban solteros. Posteriormente, Vaquero ofreci¨® unos apuntes basados en una rigurosa investigaci¨®n sobre la familia de Guiomar: llegaba a la conclusi¨®n de que si Garcilaso no se cas¨® con la madre de su primer hijo fue por la implicaci¨®n de un hermano de la dama en la sublevaci¨®n comunera contra el emperador, y de que el poeta la seguir¨ªa viendo y amando incluso tras su matrimonio con Elena de Z¨²?iga.

Ahora la autora ha escrito una muy estimable biograf¨ªa completa de Garcilaso, y, aunque ha seguido las pautas marcadas por los estudiosos anteriores, ha examinado los documentos m¨¢s o menos accesibles para revisar los lugares m¨¢s oscuros de la vida del toledano. Ha concentrado su labor en los aspectos amorosos y pol¨ªticos de Garcilaso, y no ha desde?ado abordar unos y otros a la luz de sus versos, para proponerles nuevos contextos y referentes.

Para los aspectos amoro-

sos, no s¨®lo ha reafirmado la importancia de Guiomar Carrillo, sino que, adem¨¢s, ha cre¨ªdo identificar a otra mujer, para desbancar de la lista a Isabel Freyre, a la que en un brev¨ªsimo cap¨ªtulo final, sin cuestionar su existencia f¨ªsica, trata de mito. Sin aportar documentos, es de la opini¨®n que la Elisa cuya muerte llora Garcilaso, especialmente en las ¨¦glogas primera y tercera, es su cu?ada, la tambi¨¦n portuguesa Brites o Beatriz de Sa, la segunda mujer de su hermano mayor Pedro Laso y prima de Francisco Sa de Miranda: apoya la hip¨®tesis en la suposici¨®n de que Pedro, en una situaci¨®n bastante precaria en su exilio en Portugal, se casara con ella no por amor, sino por puro inter¨¦s econ¨®mico, y en una m¨¢s que dudosa semejanza f¨®nica entre "Brites de Sa" y "Elisa". Si bien los cu?ados debieron coincidir durante un tiempo en Toledo, viviendo con sus respectivas parejas, nada hace pensar que entre ellos hubiera una relaci¨®n especial.

Para los aspectos pol¨ªtico-militares, la historiadora quiere presentar al poeta, no como personaje monocorde, sino con alguna que otra inflexi¨®n ideol¨®gica. La m¨¢s importante tiene que ver con su implicaci¨®n, y la de su hermano mayor, Pedro, en la guerra de las Comunidades. Mar¨ªa Carmen Vaquero est¨¢ convencida, en contra de lo que se hab¨ªa dicho siempre, de que los dos hermanos "estuvieron con los rebeldes [...] durante los primeros tiempos [...], pero que, despu¨¦s, ambos se pasaron a los vencedores" (pagina 77). Si los dos Lasos se adhirieron y desvincularon por igual de la causa comunera, con la ¨²nica diferencia del protagonismo, mucho mayor y notorio el de Pedro, las consecuencias de la adhesi¨®n fueron abisalmente distintas: ?por qu¨¦ a uno se le premia con un ascenso en su rango militar y al otro, en cambio, se le castiga con la pena capital, que habr¨ªa sido ejecutada de no buscar el condenado refugio en Portugal?

Mar¨ªa Carmen Vaquero ha utilizado en su libro dos estilos distintos: uno riguroso, apoyado en una tarea incansable en los archivos, y otro novelesco, fundado en suposiciones no siempre demasiado veros¨ªmiles, formuladas a veces a base de interrogaciones a las que no se da respuesta. De ah¨ª los m¨¢s y los menos de un libro que en cualquier caso es ya lectura obligada para cualquiera que se interese por el mayor poeta del Renacimiento espa?ol.

Bienvenido Morros. Universidad Aut¨®noma de Barcelona.