Un grupo de bancos de Wall Street pagar¨¢ 1.400 millones por manipular cotizaciones
Las firmas aceptan grandes reformas para cerrar una investigaci¨®n por conflictos de inter¨¦s
Una docena de bancos de inversi¨®n de Estados Unidos, lo m¨¢s granado de la aristocracia financiera de Wall Street, deber¨¢n pagar un total de 975 millones de d¨®lares en multas por las pasadas connivencias entre analistas y bancarios dirigidas a manipular los valores, actividades que costaron miles de millones a los inversores. Adem¨¢s de las sanciones monetarias, las firmas tendr¨¢n que realizar cambios radicales en su modo de actuar y dedicar 450 millones en los pr¨®ximos cinco a?os a financiar los an¨¢lisis de peque?as entidades independientes.
La autorregulaci¨®n que reg¨ªa en Wall Street gener¨® toda clase de abusos en los fren¨¦ticos a?os noventa de la burbuja inversora y los aparentes beneficios sin fin. El desinflamiento del globo especulativo dej¨® al descubierto carencias que fiscales, entes reguladores y las propias bolsas han investigado y tratado de enmendar durante m¨¢s de un a?o.
Elliot Spitzer, el fiscal general de Nueva York, ha estado en la vanguardia de las pesquisas, muy por delante de entidades como la Comisi¨®n del Mercado de Valores (SEC) que dirig¨ªa Harvey Pitt. Fue ¨¦l quien ayer llev¨® la voz cantante en el acto celebrado en la Bolsa de Nueva York, que preside Richard Grasso, para explicar el nuevo acuerdo con el que se pretende enterrar un sistema corrupto que hizo perder miles de millones de d¨®lares a desprevenidos inversores.
Spitzer indic¨® que, tras a?o y medio de investigaciones, ¨¦l y sus colaboradores hab¨ªan llegado a la conclusi¨®n de que las firmas de Wall Street operaban con un modelo que antepon¨ªa su propio beneficio al inter¨¦s del peque?o inversor. "Nuestro objetivo ha sido proteger al peque?o inversor, no al grande, que entiende c¨®mo funciona el mercado", subray¨® Spitzer, quien habl¨® de "falta de integridad en los consejos que proporcionaban" los analistas.
El pacto con los bancos de inversi¨®n consta de cinco partes: aislar a los analistas del negocio que hacen los bancos, crear un sistema de transparencia en los an¨¢lisis, establecer un sistema independiente de an¨¢lisis con intervenci¨®n de terceros, multas multimillonarias y eliminaci¨®n de las ofertas de acciones nuevas a directivos de compa?¨ªas a cambio de mantener negocios con los bancos. "Este acuerdo ayudar¨¢ a reconstruir la confianza" de los inversores, dijo Spitzer.
Las multas ofrecen una gradaci¨®n que encabeza muy destacado Citigroup con 325 millones, seguido del Credit Suisse First Boston con 150 millones, por delante de un nutrido grupo de siete bancos cuyos integrantes deber¨¢n pagar 50 millones cada uno: Bear Stearns, Deutsche Bank, Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Lehman Brothers, Morgan Stanley y UBS Warburg; a los que se suman US Bancorp y Thomas Wiesel, con otros 50 millones entre los dos. Unidos a los 100 millones de sanci¨®n impuesta en mayo a Merill Lynch, la banca de inversiones de EE UU ha sido sancionada con 975 millones de d¨®lares, cifra en l¨ªnea con los mil millones que a mediados de la pasada d¨¦cada hubieron de pagar una treintena de brokers por la manipulaci¨®n de las cotizaciones en el Nasdaq.
Las connivencias entre bancos y analistas han sido una constante que alcanz¨® uno de sus momentos cumbres al trascender el mes pasado que Sanford Weill, el presidente de Citigroup, pidi¨® en su d¨ªa a Jack Grubman, el analista estrella del banco de negocios del grupo, Salomon Smith Barney, que reconsiderara su valoraci¨®n de ATT. Grubman, que hasta ese momento hab¨ªa desconfiado de ATT, empez¨® a hacer valoraciones encomi¨¢sticas.
El pacto entre Wall Street y Spitzer abre la perspectiva a una larga cadena de querellas contra los bancos por parte de los inversores que siguieron los consejos viciados de los analistas.
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