Melancol¨ªa del tiempo
El Milord que inmortaliz¨® Piaf es suyo -y de Marguerite Monnot-. Y tambi¨¦n canciones que grabaron Yves Montand, Barbara o Henri Salvador. Es Georges Moustaki (Egipto, 1934), amigo de Boris Vian, c¨®mplice de Paco Ib¨¢?ez y anfitri¨®n de Astor Piazzolla en Par¨ªs. El hombre que no pensaba cantar ha vuelto a Madrid con 68 a?os y ese aire seductor entre canalla y desvalido. "Mis canciones quiz¨¢ permanezcan, pero yo paso", empez¨® cantando para un p¨²blico que le recibi¨® con el cari?o que se dispensa a un viejo amigo.
Moustaki ofreci¨® un viaje en el tiempo y a trav¨¦s del espacio con sus canciones m¨¢s populares, esos t¨ªtulos que nos suenan a todos: Ma libert¨¦, Le M¨¦t¨¨que, Il est trop tard..., y otras m¨¢s recientes. El viaje es asunto recurrente en su obra. El acorde¨®n le lleva de la parisiense isla de San Luis al Mediterr¨¢neo en el que naci¨® (exactamente en Alejandr¨ªa, de padres griegos, con el nombre cl¨¢sico de Joseph).
Georges Moustaki
Georges Moustaki (voz, guitarra, piano y acorde¨®n), Marc Bertaux (bajo), Toninho do Carmo (guitarra), Jean-Luc Pacaud (percusi¨®n), Francis (acorde¨®n) y Mar¨ªa Teresa Pereira (voz). Festival del Milenio. Palacio de Congresos. Madrid, 21 de diciembre.
Cant¨® Moustaki Pornographie, de Manos Hadjidakis, el griego que dijo que pornogr¨¢fico no es precisamente el sexo, sino la guerra o la corrupci¨®n pol¨ªtica.
El acorde¨®n de muchas patrias le permite llegar a ese Brasil alegre y melanc¨®lico a la vez, que descubri¨® en casa del escritor Jorge Amado y en los ritmos de Luiz Gonzaga. Tambi¨¦n se colg¨® el majestuoso piano de los pobres para acompa?arse en alg¨²n vals de genuino sabor franc¨¦s. Y no ha olvidado aquella revoluci¨®n incruenta que tuvo lugar un mes de abril: una melod¨ªa con aire de fado, de Chico Buarque, le sirvi¨® a Moustaki para ponerle m¨²sica a Portugal en aquellos d¨ªas en los que ve¨ªa por televisi¨®n la esperanza de los revolucionarios claveles.
Se mostr¨® generoso en el bis con varias canciones relacionadas con el cine (una que escribi¨® para Serge Reggiani, otra dedicada a Emma Thompson o su adaptaci¨®n al franc¨¦s de aquella letra de Joan Baez sobre m¨²sica de Ennio Morricone para la pel¨ªcula Sacco y Vanzetti, un himno contra la barbarie de Estado y una raz¨®n m¨¢s para abominar de la pena de muerte). Moustaki es parte de la educaci¨®n sentimental de quienes ya hab¨ªan nacido en 1970.
Con ¨¦l viaja esa nostalgia bohemia de muchas adolescencias que cantaron y arpegiaron en las guitarras Le temps de vivre. "Todav¨ªa hay poetas", escribi¨® Brassens al conocerlo en los a?os cincuenta. Todav¨ªa canta Moustaki.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.