Vida nueva
La abuela ha hecho una promesa para el a?o entrante, como se suele hacer por estas fechas. Dice que su compromiso para el a?o pr¨®ximo es no venir a celebrarlo con nosotros. Le hemos preguntado por qu¨¦, y ella, al principio reticente, nos ha contestado que no le gust¨® mucho que el a?o anterior le hubi¨¦semos tirado petardos a los tobillos despu¨¦s de las doce campanadas. Yo no s¨¦ por qu¨¦ lo dice, si lo pasamos en grande, y adem¨¢s la abuela dio muestras de ser la mejor bailarina de toda la familia, aparte de pap¨¢, claro, que la llev¨® estupendamente cuando ella estaba a punto de desmayarse.
Yo me pregunto si las promesas para el nuevo a?o son buenas o malas, y si la gente no ser¨ªa m¨¢s feliz tomando una decisi¨®n en cualquier otra ¨¦poca del a?o. Tambi¨¦n se pueden tomar decisiones el diecis¨¦is de marzo, por ejemplo, aunque no sea una fecha muy especial. ?Por qu¨¦ todos aseguran que van dejar de fumar? ?Por qu¨¦ dicen que van a ir al gimnasio? ?Todo el mundo quiere ser mejor... pero el a?o que viene! Esto es muy raro. En la escuela tambi¨¦n nos han preguntado si vamos a ser buenos el a?o que viene. Yo no me lo explico, porque, ?en qu¨¦ se diferencia este a?o del anterior? Es genial, porque, adem¨¢s, lo m¨¢s curioso de las promesas para el nuevo a?o es que se contagian, y al final toda mi familia ha hecho una.
Para el pr¨®ximo a?o, pap¨¢ tambi¨¦n ha asumido varios compromisos respecto a su vida. En principio, dice que el a?o que viene dejar¨¢ de coleccionar sobrecitos de az¨²car. A m¨ª, la verdad, que coleccionase sobrecitos de az¨²car no me importaba, incluso cuando los sobrecitos de az¨²car andaban tirados por el pasillo, yo cog¨ªa un sobrecito y se lo daba a las hormigas del balc¨®n. La decisi¨®n de pap¨¢ dejar¨¢ a las hormigas del balc¨®n sin sus sobrecitos de az¨²car, y eso no me parece justo. Adem¨¢s, no hab¨ªa ning¨²n pap¨¢, entre mis amigos, que estuviese "tan loco como para coleccionar sobrecitos de az¨²car", como reconoc¨ªan mis propios amigos. Por otro lado, ?qu¨¦ le va a solucionar a pap¨¢ dejar de coleccionar los sobrecitos? ?Son malos para el colesterol? En fin, al final pap¨¢ acabar¨¢ tirando todos sus sobrecitos de az¨²car, endulz¨¢ndonos el inodoro. Lo malo es que ha prometido que en vez de coleccionar sobrecitos de az¨²car ahora va a coleccionar azucarillos, que son m¨¢s raros.
Mam¨¢ tambi¨¦n tiene alg¨²n compromiso que cumplir para el nuevo a?o. Seg¨²n ella, va a dejar a pap¨¢. Ya le hemos tratado de convencer para que no lo haga y espere al a?o que viene, pero nada, ella, erre que erre, que de este a?o no pasa, porque no aguanta sus colecciones, entre otras cosas. Aunque le hayamos asegurado que pap¨¢ ha prometido tirar su colecci¨®n de sobrecitos, mam¨¢ no es tonta y sabe que luego vendr¨¢ otra, a¨²n m¨¢s rid¨ªcula, y que entonces ella no podr¨¢ coleccionar bolsas de supermercado, que es su gran ilusi¨®n, porque los sobrecitos y los azucarillos ocupan una barbaridad de espacio en los armarios.
Por nuestra parte, mi hermano y yo tambi¨¦n hemos tomado una decisi¨®n para el nuevo a?o: abandonar a nuestros padres y escaparnos con el circo. Ser¨¢ estupendo.
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