Derechos elementales
El Ayuntamiento de Toledo, de mayor¨ªa absoluta del PP, perpetra estos d¨ªas un acto salvaje de barbarie en el cementerio municipal. Armado de palas y excavadoras, y con la excusa de una ampliaci¨®n de la zona de sepulturas en venta (patio 42), destruye los restos de 727 v¨ªctimas de fusilamientos y asesinatos realizados por las fuerzas de la Legi¨®n y mercenarios marroqu¨ªes entre los d¨ªas 28 de septiembre y 13 de octubre de 1936, tras la "liberaci¨®n de Toledo". Esta actuaci¨®n de las excavadoras fue denunciada por varios ciudadanos a finales de octubre de este a?o, y tras la protesta de la oposici¨®n municipal se paralizaron las obras. Finalmente, un pleno celebrado el pasado 26 de noviembre, d¨ªas despu¨¦s de la declaraci¨®n del Congreso de los Diputados relativa al exilio y a las v¨ªctimas de la sublevaci¨®n contra la Rep¨²blica, "legaliz¨®" no s¨®lo una exhumaci¨®n irregular, sino una burla m¨¢s, realizada por los sucesores de aquellas derechas que en 1936 se alzaron en armas contra un r¨¦gimen leg¨ªtimo, con las consecuencias de todos conocidas.
El alcalde, Jos¨¦ Manuel Molina, parece que camina hacia un centro distinto al de su partido, contraviniendo lo votado por todos los grupos parlamentarios el d¨ªa 20 de noviembre.
La destrucci¨®n de unos restos, y su traslado al osario para su mezcla y amontonamiento con miles de otros restos an¨®nimos, impedir¨¢ dar cumplimiento a las resoluciones de la ONU relativas a las v¨ªctimas de desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.
Es de se?alar que, si bien el Ayuntamiento de Toledo no ha realizado actividad alguna tendente a identificar los citados restos y darles sepultura digna, existe suficiente conocimiento, tras las investigaciones hist¨®ricas publicadas m¨¢s la memoria colectiva de los toledanos, para avanzar bastante. Se trata en su mayor¨ªa de milicianos o militares de carrera leales a la Rep¨²blica, procedentes de unidades de partidos pol¨ªticos de Toledo (PCE, PSOE e Izquierda Republicana) y de UGT, as¨ª como fuerzas leales llegadas de Madrid, a reforzar el sitio del Alc¨¢zar de Toledo, como ?guilas de la Libertad (anarquistas) y V Regimiento (comunistas). Tambi¨¦n se encuentran entre las v¨ªctimas poblaci¨®n civil, como los heridos y enfermos del hospital y mujeres asesinadas en la maternidad por valerosos legionarios, as¨ª como toledanos an¨®nimos que cometieron un delito: no secundar a los sublevados encerrados en la Academia de Infanter¨ªa.
Pero ahora no se trata de debatir la historia, sino de respetar uno de los derechos m¨¢s elementales de la persona: el de una sepultura digna. ?Hay alguien que pueda hacer algo?
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