Dos Turqu¨ªas
Dante escribi¨® su Vida nueva para interpretar su vida a partir de la experiencia crucial de su encuentro con Beatriz. La figura de su amada, motivo de una serie de gloriosas revelaciones, se nos presentaba all¨ª como el factor determinante de las primeras etapas del viaje en el que el poeta se hab¨ªa embarcado, un itinerario que acabar¨ªa transform¨¢ndole en el visionario religioso de la Comedia. Cuando el turco Orhan Pamuk escribi¨® La vida nueva deb¨ªa de tener muy presente el modelo de Dante: tambi¨¦n aqu¨ª es decisivo el encuentro con una mujer (no Beatriz sino Canan), tambi¨¦n aqu¨ª el protagonista (no un poeta sino un joven estudiante de ingenier¨ªa) inicia un viaje que har¨¢ de ¨¦l una persona distinta de la que era.
LA VIDA NUEVA
Orhan Pamuk Traducci¨®n de Rafael Carpintero Alfaguara. Madrid, 2002 379 p¨¢ginas. 18,80 euros
Pero al lado del amor hay otro elemento que interviene en esa radical transformaci¨®n. El novelista lo deja claro desde el principio: "Un d¨ªa le¨ª un libro y toda mi vida cambi¨®". La lectura de ese libro le lleva a emprender un viaje inici¨¢tico en autob¨²s que durar¨¢ varios meses y en el curso del cual sobrevivir¨¢ a un accidente de circulaci¨®n: de esa muerte simb¨®lica resurgir¨¢ investido de una identidad diferente de la que pose¨ªa en su vida anterior. ?C¨®mo es ese libro que tan poderosamente influye en el comportamiento de quienes lo leen? Las vaguedades en torno a ¨¦l no permiten que nos hagamos una idea cabal de su contenido: se trata de un texto que explica para qu¨¦ est¨¢ uno en el mundo, que confiere sentido a la existencia del individuo, que invita a quien lo lee a trasladarse a un pa¨ªs en el que regresa a s¨ª mismo y en el que, creyendo que lee el libro, lo reescribe... Una propuesta de un camino de perfecci¨®n, por tanto, y acaso esas mismas vaguedades hablen por igual de un alto grado de insatisfacci¨®n con respecto a la realidad y de cierta incapacidad para proponer una alternativa plausible. Su condici¨®n, en todo caso, de obra subversiva parece fuera de duda. "La mayor¨ªa de la gente no quiere ni una nueva vida ni un mundo nuevo: por esa raz¨®n mataron al autor del libro", se nos dice en un momento dado, y salta a la vista que en una cultura fundada en un libro, el Cor¨¢n, los mayores peligros para el orden establecido s¨®lo pueden proceder de otro libro.
Nuevo juego de espejos de los que tanto parecen gustar a su autor (La vida nueva habla de un libro que se titula del mismo modo y que a su vez est¨¢ inspirado, al menos parcialmente, en la Vida nueva de Dante), novela de ideas en la que los personajes arrastran con cierta incomodidad su condici¨®n de s¨ªmbolos, thriller filos¨®fico m¨¢s bien prolijo, La vida nueva defiende algo pero no siempre sabemos qu¨¦ (y de todos modos las novelas no tienen obligaci¨®n de defenderse m¨¢s que a s¨ª mismas). S¨®lo despu¨¦s de haber le¨ªdo las primeras doscientas p¨¢ginas descubre el lector que su asunto no es otro que el de una Turqu¨ªa atrapada en mitad del eterno conflicto entre Occidente y el islam, el de la Turqu¨ªa mercantil y moderna que amenaza con arrinconar a la otra Turqu¨ªa, a esa Turqu¨ªa tradicional y conservadora que se siente v¨ªctima de una gran conspiraci¨®n internacional cuyo objetivo ser¨ªa borrar su identidad y su pasado. "Hay quien se vuelve loco por haber bebido Coca-Cola, pero no se da cuenta porque todo el mundo se ha vuelto loco por beberla", dice uno de los representantes de esa Turqu¨ªa conservadora, y el lector comprende que para la gente como ¨¦l cualquier libro, incluido por supuesto el libro que ha cambiado la vida del estudiante de ingenier¨ªa y de muchos otros j¨®venes, es considerado un peligro. El Fahrenheit 451 de Bradbury no ser¨ªa, por tanto, cosa del futuro sino del pasado.
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