El despegue de Badajoz
La ciudad extreme?a se afianza como centro de ocio
Al lado de C¨¢ceres o de M¨¦rida, esta ciudad de fortificaciones y conventos ha tenido siempre complejo de patito feo, pero el patito ha crecido y se est¨¢ atusando las plumas.
"?Badajoz, destino tur¨ªstico!", bromea una pacense, aunque no puede ocultar un atisbo de amor propio al enumerar los tesoros de su ciudad. La languidez rom¨¢ntica que se respira en el entorno de la alcazaba ¨¢rabe; la altivez de la torre de Espantaperros, en medio de un barrio depauperado al que por fin le ha llegado la hora de la rehabilitaci¨®n, o el desaf¨ªo del Museo Extreme?o e Iberoamericano de Arte Contempor¨¢neo (MEIAC), que ha transformado en espacio para los creadores la antigua c¨¢rcel, son algunos de los secretos de esta ciudad acostumbrada a luchar por todo. Badajoz, encerrada detr¨¢s de su muralla del siglo XVIII y rodeada por el r¨ªo Guadiana y el arroyo Rivillas, prepara un cambio de estrategia.
Superados los casi dos siglos de enfrentamientos fronterizos con Portugal, Badajoz, la ciudad m¨¢s populosa de Extremadura -130.000 habitantes-, se convirti¨® en el vest¨ªbulo de Lisboa para los espa?oles y en un peque?o Manhattan comercial para los vecinos del Alentejo, m¨¢s acostumbrados a la delicadeza a ras de suelo de su blanca arquitectura popular.
Ahora, ca?ones y compras se han cambiado por Lusiberia, un gran parque de atracciones, sobre todo acu¨¢ticas, en el que pueden chapotear juntos los antiguos enemigos. El recinto, que se inaugur¨® en julio, tiene aspecto de fortificaci¨®n y esconde atracciones para todas las edades, como un roc¨®dromo, pista de patinaje, lago de barcas o minigolf.
Desde que los pasos fronterizos parecen escenarios para una pel¨ªcula de fantasmas, los intercambios se han sofisticado. Los portugueses peregrinan a El Corte Ingl¨¦s de Badajoz, van a los toros y se dan una vuelta por las tiendas de modas que pueblan los bloques de pisos de la zona nueva de la ciudad. Mientras, los espa?oles siguen comprando las eternas toallas e incrementando las estad¨ªsticas del turismo en el pa¨ªs vecino.
Reformas en la plaza Alta
Badajoz se ha despertado de su prolongado letargo. El centro est¨¢ lleno de obras. Adem¨¢s de la construcci¨®n de nuevas plazas, como la de Espa?a, en la que se encuentra la catedral, el visitante se topa con rehabilitaciones en cada esquina. La actuaci¨®n m¨¢s sorprendente se realiza en un conjunto porticado del XIX: plaza Alta. ?ste es el alma de un barrio que est¨¢ luchando por salir de la marginalidad a fuerza de inyecciones de juventud, como la nueva biblioteca o la futura Escuela de Restauraci¨®n de Extremadura.
Esta zona, camino hacia la alcazaba del siglo XII, era hasta hace un par de a?os un gueto y actualmente ofrece una imagen entre decadente y moderna. Encontrarse con un bello ejemplo de arquitectura contempor¨¢nea, la reci¨¦n estrenada Facultad de Biblioteconom¨ªa en la alcazaba, junto a la morgue, es una de las recompensas que ofrece un paseo por la ciudad. Escudri?ar entre los barrotes de hierro del peque?o y abandonado pabell¨®n en el que se hac¨ªan las autopsias es como estar en los proleg¨®menos de una pel¨ªcula de terror. Pero el escalofr¨ªo pasa pronto: a unos cien metros de este lugar aparece el Museo Arqueol¨®gico Provincial, un recoleto y bello espacio en el que cada cosa tiene su justa medida. El austero edificio del siglo XVI, el palacio de los duques de la Roca, ofrece un recorrido desde la Prehistoria hasta la Edad Media a trav¨¦s de piezas de yacimientos de la provincia.
Los lienzos de Luis de Morales El divino, que atesora el Museo Catedralicio, contrastan con las propuestas del Meiac. El museo reclama la atenci¨®n con una gran escultura modular del Equipo 57 a sus puertas. Desde que se inaugur¨®, en 1995, se ha convertido en el punto de encuentro entre el arte contempor¨¢neo portugu¨¦s, extreme?o e iberoamericano. A la nueva imagen de la ciudad hay que sumar lo que ya exist¨ªa: cuidados y atractivos locales de copas y estupendos restaurantes. Un buen lugar para hacer la digesti¨®n en paz es el parque de San Francisco, una hect¨¢rea llena de olores y colores en pleno centro en la que siempre hay un banco libre para el forastero debajo de las glicinias.
GU?A PR?CTICA
Dormir
- Hotel Barcel¨® Zurbar¨¢n (924 22 37 41). Paseo de Castelar, 1. Moderno y el m¨¢s lujoso. La doble, 123 euros.
- Hotel R¨ªo (954 27 27 00). Avenida de Adolfo D¨ªaz Ambrona, 13. El preferido de los toreros. La doble, 101 euros.
- Hotel Cervantes (924 22 37 10). Trinidad, 2. Casa de principios del siglo XX. La doble, 36,60 euros.
Comer y copas
- Cocina Portuguesa (924 22 41 50). Mu?oz Torero, 7. Comida casera. Bacalao. Men¨², 6,50 euros.
- El Lagar (924 26 16 75). San Pedro Alc¨¢ntara, 10. Chuletones. Unos 20.
- Escuela de Restauraci¨®n de Badajoz (924 22 99 97). Virgen de la Soledad, 6. Men¨² degustaci¨®n, 20 y 34. - Aldebar¨¢n (924 27 42 61). Avenida de Elvas. Urbanizaci¨®n Guadiana. 40 euros.
- Caf¨¦ Concierto Mercantil (924 22 06 91). Zurbar¨¢n, 10. M¨²sica en vivo.
- El Arrabal (924 26 17 32). Calle de San Blas, 14.
Informaci¨®n
- Turismo de Extremadura (924 22 27 63) y de Badajoz (924 22 49 81).
- Lusiberia (924 28 60 98). Avenida de Elvas, s/n. Antigua frontera de Caya. Mi¨¦rcoles y jueves, 16.00 a 22.00. Viernes, 16.00 a 20.00. S¨¢bado y domingo, 12.00 a 24.00. Entrada libre. Atracciones, de 1,5 a 3 euros.
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