El corredor de la muerte

Mi suegro tiene 62 a?os y no est¨¢ esperando la ejecuci¨®n de la pena de muerte en una penitenciar¨ªa de EE UU, est¨¢ esperando en los pasillos del Servicio Catal¨¢n de la Salud que un tumor hep¨¢tico de ocho cent¨ªmetros acabe con ¨¦l. Fue condenado hace mucho tiempo, cuando decidi¨® no suscribir jam¨¢s un seguro m¨¦dico privado, pues ¨¦l es un hombre que cre¨ªa en el sistema sanitario p¨²blico y sobre todo en Jordi Pujol.

En enero de 2001, mi suegro se someti¨® a una colonoscopia en la que le detectaron una serie de p¨®lipos en el colon. Uno de ellos ten¨ªa mal aspecto, por lo que le indicaron que le avisar¨ªan para extirparlos. A pesar de reclamar en varias ocasiones, hasta el pasado 15 de noviembre no lo intervinieron. Vieron entonces que un p¨®lipo se hab¨ªa transformado en un tumor maligno. El d¨ªa 21 de noviembre le efectuaron la resecci¨®n de colon y al abrir confirmaron el diagn¨®stico: met¨¢stasis hep¨¢tica. Le dijeron que no pod¨ªa haber demora, pues es imprescindible en estos casos iniciar el tratamiento que corresponda, quir¨²rgico o quimioter¨¢pico, entre la cuarta y la sexta semana despu¨¦s de la intervenci¨®n de colon.

Le remitieron a un centro especializado en cirug¨ªa hep¨¢tica y el d¨ªa 19 del actual -casi cuando ya se cumpl¨ªan las cuatro semanas- lo recibi¨® el cirujano, el cual le indic¨® que su estado era muy grave y que deb¨ªa intervenirse de inmediato. Pero sucede que la lista de espera no permite atenderlo hasta como m¨ªnimo la tercera o cuarta semana de enero, cuando lo m¨¢s seguro es que ya ser¨¢ demasiado tarde. La desidia que se hizo patente desde enero hasta noviembre de 2002 ha marcado su destino, y las listas de espera, inexplicables en esta Catalu?a "motor de Europa", acabar¨¢n con su vida. ?Para qu¨¦ tanta propaganda de detecci¨®n precoz si cuando a un paciente le detectan unos p¨®lipos, por culpa de las injustificables demoras de la sanidad p¨²blica, se deja que degeneren en un c¨¢ncer pr¨¢cticamente irremediable?