Islam europeo

Los responsables de las principales asociaciones isl¨¢micas existentes en Francia han alcanzado un acuerdo para constituir un Consejo del Culto musulm¨¢n. El compromiso pone fin a una d¨¦cada de titubeos por parte de gobiernos de distinto signo, y es el resultado del empe?o personal del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. Uno de los problemas m¨¢s acuciantes de la comunidad musulmana en los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea es su dependencia del apoyo exterior para financiar las necesidades del culto, lo que incrementa su vulnerabilidad frente a intereses no siempre religiosos que instrumentalizan el islam para dirimir equilibrios de poder nacionales o internacionales. En este sentido, las iniciativas pol¨ªticas dirigidas a favorecer la transformaci¨®n del islam en Europa en un islam europeo constituyen la pauta a seguir, puesto que contribuyen a afianzar la compatibilidad entre la condici¨®n de musulm¨¢n y la de ciudadano.

Para cerrar el acuerdo, Francia se ha visto obligada a conceder la exclusividad de la representaci¨®n de los musulmanes franceses a unas asociaciones a las que se accede voluntariamente y que, por tanto, no agrupan a la totalidad de los fieles de esta religi¨®n. La intromisi¨®n oficial en el establecimiento de los equilibrios internos de este Consejo del Culto, ya de por s¨ª parcial, avalando el reparto de cargos directivos entre las tres organizaciones mayoritarias del islam en Francia, tampoco resulta comprensible desde la perspectiva de un Estado obligado a tratar a todos los ciudadanos por igual.

Tal vez uno de los riesgos m¨¢s graves que pueden correr los Gobiernos europeos a la hora de tratar con el culto musulm¨¢n sea el de promover una aplicaci¨®n problem¨¢tica de los principios democr¨¢ticos, cuando no su cuestionamiento o abandono. Cabe plantear numerosas dudas acerca de que la iniciativa de Sarkozy haya logrado conjurarlo, por muy buenas intenciones que albergue el acuerdo.