"Me dejar¨ªa matar con tal de no ir a la guerra"
Cuarenta y ocho millones de personas en 44 pa¨ªses pudieron ver y escuchar en directo, hace un a?o, la retransmisi¨®n del Concierto de A?o Nuevo de la Orquesta Filarm¨®nica de Viena, dirigida por el japon¨¦s Seiji Ozawa. Ma?ana, 1 de enero, cuando se celebre el tradicional concierto por 64? vez, los valses y polkas de la dinast¨ªa de los Strauss se ecuchar¨¢n al son de la batuta de Nikolaus Harnoncourt, el director de orquesta austriaco empe?ado siempre, seg¨²n sus propias palabras, en "intepretar la m¨²sica en el sonido de su ¨¦poca, despojada de ingredientes adheridos a lo largo del tiempo". Hace 50 a?os Harnoncourt fund¨®, con su esposa Alice, violinista, la orquesta Concentus Musicus Wien para la interpretaci¨®n de m¨²sica barroca y renacentista con instrumentos originales. Su vocaci¨®n de arqu¨¦ologo musical es incansable. Acaba de recuperar una instrumentaci¨®n desconocida de dos Danzas de Brahms para darlas a conocer por primera vez en el Concierto de A?o Nuevo 2003, que comenzar¨¢ a las 11.15 horas.
"Cuando oigo un vals veo una mujer que, girando, se recuesta en mi brazo izquierdo"
El percusionista Wolfgang Schuster, portavoz de la Filarm¨®nica de Viena , se declara "fan de primera hora" de Harnoncourt, por eso cre¨® el festival Styriarte, especialmente para ¨¦l, en su ciudad natal, Graz, declarada en 2003 "capital cultural europea". Roland Altmann, vicepresidente de esta prestigiosa orquesta, en la que los m¨²sicos mismos determinan por qui¨¦n ser¨¢n dirigidos, indic¨® que "con Harnoncourt hemos aprendido m¨¢s que con otros a cuestionar formas acostumbradas y buscar alternativas inusuales para la interpretaci¨®n. Para ¨¦l, la esencia detr¨¢s de una pieza musical es tan importante, si no m¨¢s, que la perfecci¨®n".
Pregunta. Tan legendario como su vocaci¨®n por rescatar versiones musicales olvidadas es el explicar la m¨²sica de forma pl¨¢stica. ?Por qu¨¦ utiliza met¨¢foras al dirigir coros y orquestas?
Respuesta. Porque yo veo m¨²sica en im¨¢genes. Si le digo a un m¨²sico que tiene que tocar m¨¢s bajo o m¨¢s fuerte, no lo podr¨¢ recordar. Pero si le digo "aqu¨ª un cocodrilo abre su boca", al llegar el momento se acordar¨¢ y har¨¢ exactamente lo que le indiqu¨¦ en el ensayo. Es una cuesti¨®n de memoria.
P. Y ?cu¨¢l es la imagen que asocia al vals?
R. Nac¨ª en Berl¨ªn, crec¨ª en Graz, en el Estado federado austriaco de Estiria, y vivo desde 1948 en Viena. No soy vien¨¦s, pero lo son mis cuatro hijos y mi esposa. Tambi¨¦n mi padre era vien¨¦s y compuso canciones vienesas. Entonces, cuando escucho un vals percibo el dialecto vien¨¦s y veo un movimiento de danza en c¨ªrculo y una mujer que, girando, se recuesta en mi brazo izquierdo. Toda danza es un movimiento del cuerpo que tiene que ver con la naci¨®n. Si escucho una polka veo orificios de la nariz alzados, como los de los checos, y veo l¨¢grimas, porque casi todos los eslavos sienten a?oranza por el lugar donde nacieron. Si no son ellos los que tuvieron que irse a vivir a otra parte, seguro que tienen alg¨²n pariente muy cercano emigrado a Am¨¦rica o Alemania, de forma que no escapan a la nostalgia.
P. Usted dijo en una ocasi¨®n que si se encontrara en un accidente a¨¦reo y tuviera que decidirse si salvar a una persona o a un valios¨ªsimo instrumento musical antiguo, optar¨ªa por el instrumento.
R. S¨ª, as¨ª es. Tengo un instrumento de 1557, el bajo m¨¢s hermoso que existe, antes del chelo. Desde el punto de vista biol¨®gico, me parece mucho m¨¢s valioso un instrumento as¨ª que un ser humano. Porque soy un hombre creyente. En principio da lo mismo que una persona muera o no. Pero un instrumento se pierde para siempre.
P. Quiere decir que un instrumento no se puede clonar?
R. No, no se puede.
P. Pero seres humanos s¨ª.
R. Preferir¨ªa que no. Acabo de leer que se est¨¢ llegando muy lejos en la clonaci¨®n, pero me alegra tener 73 a?os, as¨ª probablemente no vivir¨¦ para verlo.
P. "El regalo m¨¢s hermoso de Dios es el arte", dijo como mensaje al dirigir el Concierto de A?o Nuevo de 2001. ?Qu¨¦ dir¨¢ esta vez?
R. No voy a decir otra vez lo mismo. Quiz¨¢s s¨®lo desee un "pr¨®spero a?o nuevo". Pero si digo algo, hablar¨¦ de arte. El arte tiene "fuerza moral" porque se encuentra fuera de la l¨®gica. Se basa en diversos conceptos de belleza que tienen que ver con la moral, con los valores. Ahora corremos el peligro de perderlos: la gente se dirige hacia objetivos s¨®lo pr¨¢cticos y pierde los valores, la moral y la ¨¦tica. Soy pesimista, pero, como toda persona creativa, pesimista con esperanza. Es una contradicci¨®n, pero las contradicciones son importantes. No se puede decir s¨ª o no, hay que decir s¨ª y no para poder crear.
P. Y con sus valses y su pesimismo no falto de esperanza entramos en un a?o que empieza con sones de guerra...
R. S¨ª. Me resulta casi insoportable, ese prop¨®sito de guerra es una frivolidad dif¨ªcil de creer. Yo viv¨ª la II Guerra Mundial en Austria y estuve a punto de ser reclutado al ej¨¦rcito en 1945. Sin duda alguna me hubiera dejado ejecutar con tal de no ir a la guerra. Porque en plena ¨¦poca nazi descubr¨ª el pacifismo gracias a un profesor de lat¨ªn, un sacerdote que me ense?¨® qu¨¦ significa la muerte, matar y ser asesinado. Desde entonces tengo la convicci¨®n de que matar es mucho peor que ser matado.
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