Casta de Mariano Ramos
La casta que le falt¨® a su primero la puso Mariano Ramos, quien lo lidi¨® en plan maestro. Aunque por el derecho se quedaba corto, con mando lo oblig¨® a humillar y le enhebr¨® series de se?oriales redondos. Con poder lo tore¨® por el izquierdo engarz¨¢ndole tandas de limpios naturales. En la segunda serie, el crudo bicho se qued¨® y le ech¨® mano, afortunadamente sin consecuencias. ?ste es un hecho raro, pues en sus 30 a?os de alternativa no ha sufrido ninguna cornada.
La t¨¦cnica del diestro de La Viga se apreci¨® en la lidia del inv¨¢lido cuarto, pues logr¨® suaves muletazos por ambos lados que le sac¨® con tirabuz¨®n.
Como el manso tercero desarroll¨® sentido, Jorge Mora le dio una acertada lidia de castigo. Al sexto, muy quieto, le engarz¨® dos series de soberbios derechazos de largo trazo. Se le vio clase al hidroc¨¢lido pues baja la mano como si estuviera toreando de sal¨®n. A El Dandy le toc¨® el ¨²nico lote de toros encastados y a los dos ejemplares nobles y fijos los desperdici¨® miserablemente.
Montecristo/ Ramos, Dandy, Mora Toros de Montecristo: desiguales, descastados y complicados, salvo 1? y 5?. Edgar Garc¨ªa El Dandy, que confirm¨® alternativa: silencio y pitos. Jorge Mora: silencio y palmas. Monumental Plaza M¨¦xico, 29 de diciembre, novena corrida, un quinto de entrada.
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