'Limpieza ¨¦tnica' en el Ulster
El Reino Unido se plante¨® en 1972 crear un territorio s¨®lo para protestantes
Podr¨ªa haber sido un pionero plan de paz por territorios, pero ol¨ªa demasiado a limpieza ¨¦tnica. En 1972, el Gobierno brit¨¢nico estudi¨® la segregaci¨®n f¨ªsica de cat¨®licos y protestantes, el traslado forzoso de 300.000 cat¨®licos y 200.000 protestantes, la cesi¨®n de un tercio de la provincia a Irlanda y la creaci¨®n de un territorio s¨®lo para protestantes en el resto. El plan fue rechazado porque pod¨ªa haber desatado una guerra civil, provocando una catarata de cr¨ªticas al Reino Unido, podr¨ªa haber hundido la libra esterlina y ni siquiera habr¨ªa acabado con el contencioso pol¨ªtico-religioso. El plan, hasta ahora secreto, fue desvelado ayer por el Public Record Office junto a otros 3.500 documentos mantenidos a la sombra durante 30 a?os.
El p¨¢nico a provocar una guerra civil determin¨® que la propuesta fuera desestimada
En julio de 1972 la violencia estaba en su punto m¨¢s ¨¢lgido en el Ulster. El primer ministro, el conservador Edward Heath, ten¨ªa sobre la mesa una decena de propuestas para acabar con un conflicto que se cobrar¨ªa 476 vidas ese a?o y empezaba a parecer una guerra civil. Entre esos planes figuraba una opci¨®n militar radical y, si fracasaba, el recurso a la limpieza ¨¦tnica. Ambos planes fueron descartados, pero m¨¢s por ineficaces que por descabellados. El plan militar, cuyos detalles siguen siendo secretos, consist¨ªa en declarar el estado de excepci¨®n en Irlanda del Norte y la toma de la provincia con 47 batallones del Ej¨¦rcito brit¨¢nico, muchos de ellos acantonados en Alemania.
Pero, seg¨²n los expertos, ese plan no podr¨ªa funcionar si el Gobierno no aceptaba que pudiera haber una sustancial "destrucci¨®n de vidas y propiedades" y la separaci¨®n de ambas comunidades. El 23 de julio de 1972, dos d¨ªas despu¨¦s de que el IRA hiciera explotar 22 bombas que mataron a 11 personas en Belfast en el llamado viernes sangriento, Edward Heath estudiaba un documento de 10 folios que propon¨ªa la segregaci¨®n forzosa de las dos comunidades.
Elaborado por un grupo de funcionarios encabezados por el secretario del Gabinete, sir Burke Trend, el documento propon¨ªa ese recurso extremo "en el caso de que lleguemos al punto de perder el control sobre los acontecimientos". Con el sello de Top secret: s¨®lo para ojos brit¨¢nicos, lleg¨® a las manos del primer ministro y otros cinco miembros del Gobierno conservador.
"En torno a un tercio de la poblaci¨®n se ver¨ªa afectada", reconoce el texto. "Un movimiento de tal magnitud no se puede conseguir de manera pac¨ªfica; se puede esperar una gran resistencia de muchos de los que deber¨ªan irse", a?ade. Su ¨¦xito depender¨ªa "del nivel de cooperaci¨®n local con que cont¨¢ramos para mantener los servicios b¨¢sicos y de la lealtad de la RUC", la polic¨ªa de Irlanda del Norte. Los mismos autores del plan reconocen que ¨¦ste ten¨ªa muy pocas posibilidades de acabar con ¨¦xito. El p¨¢nico a acabar desatando una guerra civil y el miedo a que Gran Breta?a se convirtiera en objeto de una campa?a de descr¨¦dito internacional acabaron por abortar la descabellada propuesta de los funcionarios de Whitehall.
La segregaci¨®n ¨¦tnica y la invasi¨®n militar no fueron las ¨²nicas soluciones radicales de la ¨¦poca para acabar con el conflicto. En marzo de 1972 el entonces responsable del Foreign Office, sir Alec Douglas-Home, escribi¨® una carta confidencial a Edward Heath en la que le propon¨ªa todo lo contrario: la retirada brit¨¢nica de Irlanda del Norte y su cesi¨®n a la Rep¨²blica de Irlanda.
Douglas-Home, que durante su mandato defendi¨® tambi¨¦n la devoluci¨®n de Gibraltar a Espa?a, discrepaba en su nota "personal y secreta" al primer ministro de la decisi¨®n del Gobierno de Londres de recuperar sus poderes directos sobre la provincia tras 50 a?os de autonom¨ªa, y dudaba de los norirlandeses. "No creo que sean como los escoceses o los galeses ni que lo lleguen a ser nunca", sosten¨ªa. "Los verdaderos intereses brit¨¢nicos estar¨ªan mejor defendidos si les empuj¨¢ramos hacia una Irlanda unida... Nuestra historia es un largo camino de conflictos con los irlandeses", razonaba el responsable del Foreign Office.
![Un t¨¦cnico de los archivos brit¨¢nicos revisa los documentos que han sido desclasificados.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2PIV2KWWQJNORLCQSHEYC73EGM.jpg?auth=26e8b74fe3ddfbec7d448ad8ba90834b33a7ef44c4982aa5c0d29d05d122433c&width=414)
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