'El p¨²blico lee': otra forma de televisi¨®n
El pasado 10 de diciembre, en las Cortes Valencianas una diputada del PP llamada Macarena Montesinos proclam¨®, con simpleza pasmosa y sin ca¨¦rsele la cara de verg¨¹enza, que en TVV no hay telebasura porque T¨®mbola y otros programas similares tienen audiencia. Tambi¨¦n se llenaban los circos romanos cuando echaban cristianos a los leones, me digo, ni tampoco faltaba el p¨²blico enardecido cuando la Inquisici¨®n quemaba vivos en la plaza a los herejes y, sin embargo, a nadie con la cabeza en su sitio se le ocurrir¨ªa defender tales espect¨¢culos. Elevar la audiencia a la categor¨ªa de definir lo bueno y lo malo, tiene el peligro de legitimar mediante trampa una programaci¨®n que ni es de inter¨¦s general ni de servicio p¨²blico, sino cutre e indigna, como cuando un famoso de medio pelo viene a contarnos sus miserias a golpe de talonario. Es lo que est¨¢ sucediendo. Canal 9, por si a¨²n no lo sabe la se?ora Montesinos, constituye, en los ambientes medi¨¢ticos, el ejemplo de lo que es la telebasura y T¨®mbola su programa estrella.
Es posible hacer otra televisi¨®n a la que tenemos aqu¨ª, y hay que decirlo. En definitiva la que han hecho hasta ahora, junto al descontrol en los gastos, ha conducido al ente p¨²blico RTVV al borde de la quiebra econ¨®mica -lo ha confirmado la Sindicatura de Cuentas- con una deuda de infarto que lo hipoteca por unos cuantos lustros, despu¨¦s de haber sacrificado, en pos de una audiencia fantasmal, hasta el ¨²ltimo resquicio de nuestra dignidad valenciana. ?Por qu¨¦ no intentar otro modelo que, como m¨ªnimo, prescinda de la chabacaner¨ªa? Sensatez, cultura, ingenio, talento, es lo que necesitamos. Ah¨ª est¨¢ el reto. Y si no son capaces de inventar, copien de aquello que valga la pena. Aunque se ignora, en las otras televisiones auton¨®micas no todo es telebasura. He aqu¨ª un ejemplo.
El p¨²blico lee es el t¨ªtulo de un programa de televisi¨®n. Se emite en Canal Sur -la televisi¨®n auton¨®mica andaluza- los domingos de 20.00 a 21.00 (informo para aquellos que dispongan de se?al por cable), en competencia con el f¨²tbol y otros deportes. Todo un desaf¨ªo. Trata de libros y del mundo que se mueve alrededor de ellos, y tiene audiencia. Su f¨®rmula es sencilla: toma como objeto la ¨²ltima obra de un escritor invitado que se somete al interrogatorio de tres lectores -seleccionados entre gente normal que ha manifestado su deseo de participar en el mismo- que acuden al plat¨® con el libro analizado. Cuenta con un excelente conductor -el periodista Jes¨²s Vigorra, experto en programas radiof¨®nicos de cultura que se estrena ahora en el medio televisivo- e intercala, de vez en cuando, peque?as entrevistas a libreros, bibliotecarios, clubs de lectura, cr¨ªticos y gente de la calle, presididas por la inteligencia y el buen humor que favorecen la agilidad del magazine. La hora que dura el programa transcurre sin sentir. Un formato econ¨®mico e ingenioso, que demuestra que la cultura, y en concreto la escrita, reflejada en los libros, pueden salir de la franja horaria maldita, la de la madrugada, y plantar cara a la guerra de las audiencias con ¨¦xito.
El p¨²blico lee lleva poco tiempo en antena. No hay prurito localista en la selecci¨®n de los escritores. Prima la actualidad del mercado. Prueba de ello es que por all¨ª han pasado hasta ahora Bryce Echenique, Dulce Chac¨®n, Eduardo Mendicutti, Mar¨ªa de la Pau Janer y quien firma este art¨ªculo, para presentar, defender o debatir aspectos de su ¨²ltimo libro, todav¨ªa en los anaqueles de los comercios, en un trato directo con los lectores, fruct¨ªfero para ambas partes, y en un ambiente de pasi¨®n hacia la literatura que se nota y se disfruta. El programa cuenta con el apoyo del sector, desde autores y editoriales a libreros y distribuidores, pasando por el mundo educativo y, tambi¨¦n, de los televidentes. Ha concitado el un¨¢nime elogio de la prensa y conseguido un buen n¨²mero de adictos entre los lectores empedernidos y otros nuevos que est¨¢n surgiendo. Est¨¢ haciendo por el libro y el fomento de la lectura en Andaluc¨ªa una labor que para s¨ª quisieran las anodinas y caras campa?as que, de vez en cuando, abordan desganadas administraciones para lavarse la cara. Y, desde luego, mucho m¨¢s que aparatosas Leyes del Libro, como la valenciana, compendio de encomiables deseos carentes de cobertura presupuestaria.
El p¨²blico lee evidencia, adem¨¢s, el talante envidiable de los gestores de una televisi¨®n p¨²blica que han asumido con rigor el lugar que les corresponde ocupar en el mercado. Constituye una apuesta decidida por difundir las obras literarias contempor¨¢neas y hacer popular la cultura. Y lo consigue. Tomen nota los jerarcas de TVV y copien, si no se les ocurre algo mejor. Prop¨®ngase seducir a la audiencia con temas que valgan la pena, sin caer en la tentaci¨®n f¨¢cil de alimentar el morbo y los bajos instintos, para lo que siempre habr¨¢ p¨²blico, lamentablemente, pero nunca constituir¨¢ la excelencia a que debe tender un medio p¨²blico.
Maria Garc¨ªa-Lliber¨®s es escritora.
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