Negar la evidencia

El viernes 2 de enero de 1998 el entonces ministro de Trabajo, Javier Arenas, anunci¨® en Sevilla el traspaso de las pol¨ªticas activas de empleo a la comunidad aut¨®noma de Andaluc¨ªa para ese mismo a?o.Dijo textualmente lo siguiente: "Vamos a cerrar este asunto en 1998 y la Junta lo sabe desde hace mucho tiempo. Si los socialistas quieren organizar pol¨¦mica, que la organicen. Por nuestra parte no va a haber mucho problema".

Cinco a?os m¨¢s tarde, el 2 de enero de 2003, en declaraciones a la agencia Efe, el actual ministro de Administraciones P¨²blicas afirma que "dialogar¨¢ hasta la extenuaci¨®n" con la Junta de Andaluc¨ªa sobre los traspasos de las competencias pendientes, lamentando que "se haya perdido la oportunidad, porque cree que era bueno para cerrar alguna fase de lo que se ha dado en llamar la confrontaci¨®n". Seg¨²n Arenas, el Gobierno "ofrec¨ªa, ofrec¨ªa y ofrec¨ªa" y "no ped¨ªa ninguna contrapartida". No obstante, a pesar del desaire recibido del Gobierno andaluz, se mostr¨® dispuesto a "hacer todo lo que estuviera en su mano" para que "se termine la confrontaci¨®n con el Gobierno de la naci¨®n, porque no es bueno para Andaluc¨ªa".

No se puede negar la evidencia impunemente. Cuando ocurre, la rebeli¨®n ciudadana se manifiesta de forma implacable

Los dirigentes del PP andaluz en general y Javier Arenas en particular deber¨ªan saber que no es f¨¢cil enga?ar a los ciudadanos una sola vez, pero que es imposible que los puedan enga?ar permanentemente. ?C¨®mo es posible que Javier Arenas pueda pensar que alguien pueda creerlo en 2003, despu¨¦s de haber dicho lo que dijo en 1998? ?C¨®mo es posible que alguien pueda pensar que es el Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa el responsable de que Javier Arenas no haya hecho honor a su propia palabra? ?C¨®mo es posible que pueda creer que es el presidente Chaves el que est¨¢ buscando la confrontaci¨®n con el Gobierno del PP con la finalidad de desgastarlo y no a la inversa? ?C¨®mo es posible que pueda pensar que los ciudadanos se van a creer que hay dificultades t¨¦cnicas en el traspaso de las pol¨ªticas activas de empleo que no se han podido resolver en cinco a?os, cuando en todas las dem¨¢s comunidades aut¨®nomas se han resuelto en mucho menos tiempo?

El discurso de los dirigentes del PP en este punto es tan absurdo, que no resulta f¨¢cil encontrarle explicaci¨®n. ?A qu¨¦ viene presentar una proposici¨®n no de ley en el Parlamento andaluz para que "se retome de manera urgente" el di¨¢logo con el Gobierno central, como anunci¨® ayer Te¨®fila Mart¨ªnez? ?Qu¨¦ es lo que hay que negociar a estas alturas del gui¨®n sobre el traspaso de las pol¨ªticas de empleo? ? O en el pago de la deuda, cuando el propio ministro de Hacienda ha reconocido ser consciente de que hay una deuda pendiente con Andaluc¨ªa? El cumplimiento de las obligaciones vencidas desde hace mucho tiempo no puede ser objeto de negociaci¨®n.

El interrogante se impone: ?Por qu¨¦ est¨¢ siguiendo el PP esta pol¨ªtica en Andaluc¨ªa? ?No es consciente de que, actuando de esa manera, pierde toda la credibilidad ante el cuerpo electoral e impide que pueda hacerle llegar cualquier tipo de mensaje? Cuando se miente de una manera tan descarada, como lo est¨¢n haciendo Javier Arenas y Te¨®fila Mart¨ªnez en algo tan tangible como son los traspasos, ?c¨®mo pueden pretender que se les crea en cualquier otro terreno?

La ¨²nica interpretaci¨®n que se me ocurre, despu¨¦s de darle muchas vueltas, es que el PP ha llegado a la conclusi¨®n de que ahora mismo tiene m¨¢s costes para el partido electoralmente rectificar que continuar con su pol¨ªtica de hostigamiento al Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa. No se si el PP dispondr¨¢ de alg¨²n estudio cualitativo o no, pero da toda la impresi¨®n de que est¨¢ convencido de que poner fin a la confrontaci¨®n con el Gobierno andaluz ser¨ªa el reconocimiento expreso de su error y que supondr¨ªa darle m¨¢s ventaja todav¨ªa al PSOE en las pr¨®ximas elecciones.

Es una estrategia que tiene sus costes, pero que el PP considera que son menores que los que tendr¨ªa si rectificara. Supone aceptar que las elecciones auton¨®micas no se pueden ganar y que se trata simplemente de conservar el propio electorado. Cualquier reconocimiento de que se ha seguido una pol¨ªtica err¨®nea durante tantos a?os, cuando queda apenas uno para la celebraci¨®n de las elecciones, puede desconcertar al propio electorado sin que haya tiempo para intentar llegar a nuevos electores. En consecuencia, el remedio podr¨ªa ser peor que la enfermedad. De ah¨ª que haya considerado que es mejor seguir con la pol¨ªtica seguida en estos ¨²ltimos a?os, sin rectificar lo m¨¢s m¨ªnimo.

El tiempo dir¨¢ si han acertado o no con su empecinamiento en esta estrategia de la confrontaci¨®n y de negar lo que todo el mundo ve, aunque la evidencia emp¨ªrica de que disponemos indica que, cuando un partido dise?a una campa?a con la finalidad de mantener sus propios votantes, sin tener una pol¨ªtica para ampliar su propia base electoral, no acaba ni siquiera conserv¨¢ndolos. El electorado siempre percibe cuando se parte aceptando la propia derrota. Y m¨¢s cuando las derrotas se vienen acumulando desde que se iniciaron las elecciones auton¨®micas en Andaluc¨ªa.

No se puede negar la evidencia impunemente en pol¨ªtica. Cuando esto ocurre, la rebeli¨®n ciudadana se manifiesta de manera implacable. Es lo que est¨¢ ocurriendo estas ¨²ltimas semanas con la reacci¨®n ciudadana ante la crisis del Prestige. Y es lo que viene ocurriendo desde hace tiempo en Andaluc¨ªa, en el que los dirigentes del PP se vienen empe?ando en hacerle creer a los ciudadanos lo contrario de lo que ellos ven. El problema para Javier Arenas o Te¨®fila Mart¨ªnez es que llueve sobre mojado y que llevan demasiado tiempo mintiendo. Tanto va el cantaro a la fuente...