Ni?os
Hay una ONG en Almer¨ªa que denuncia la corrupci¨®n de menores. Se llama Todos Son Inocentes (TSI), y lleva un a?o investigando en los chats, esas reuniones de conversadores que se organizan en Internet para hablar sobre los asuntos m¨¢s variados. TSI tiene pruebas de que las redes de corrupci¨®n de menores utilizan estos foros para captar a sus v¨ªctimas. Miguel Serrano, el presidente de la organizaci¨®n, ha denunciado a un hombre que propone rodar pel¨ªculas pornogr¨¢ficas a menores de edad. "Hola a todos -dice que dijo en el chat-; estoy buscando chicas que quieran participar en una peli porno amateur en Sevilla". No dec¨ªa nada de menores. Y aunque lo hubiera hecho, uno no puede fiarse. La identidad de las personas y la verdad, conceptos dif¨ªciles de aprehender en circunstancias normales, resultan a¨²n m¨¢s huidizos cuando se conversa por Internet. Los tertulianos de chat usan nicks, apodos tras los cuales nunca sabemos qui¨¦n habla y si es verdad lo que dice. Una voluntaria de TSI se hizo pasar por quincea?era, y se interes¨® por el asunto de la pel¨ªcula. El individuo le pidi¨® una foto, le proporcion¨® un n¨²mero de tel¨¦fono y una direcci¨®n de correo electr¨®nico, que la asociaci¨®n ya habr¨¢ comunicado a la polic¨ªa.
Me pongo en el lugar del hipot¨¦tico pederasta, como hizo Nabokov en su novela Lolita, y no s¨¦ qu¨¦ pensar¨ªa yo de una muchacha que se dirige a m¨ª dispuesta a participar en una pel¨ªcula pornogr¨¢fica. Aunque tenga quince a?os. "Quince a?os tiene mi amor" cantaba hace solo tres d¨¦cadas el D¨²o Din¨¢mico sin que a nadie le pareciera que aquellos dos eran una pareja de pervertidos entonando un canto a la pedofilia. Antes las muchachas se casaban a esa edad, y formaban familias. Antonio Machado ten¨ªa treinta y dos a?os cuando se enamor¨® de la jovencita de diecisiete que acabar¨ªa siendo su esposa. No s¨¦ si es l¨®gico que una quincea?era de 2003 est¨¦ en la misma categor¨ªa que una criatura de tres a?os, incapaz de elegir su sexualidad con libertad y conocimiento de causa. Porque eso es al fin y al cabo lo ¨²nico que hace repugnante un comportamiento sexual: que no cuente con la libre aceptaci¨®n de alguno de sus participantes.
TSI persigue "corruptores de menores que, con total impunidad, se valen de Internet para sus sucios fines con adolescentes con problemas y carencias afectivas". Se trata, sin duda, de un noble fin; pero me asaltan otras dudas. Por ejemplo: no s¨¦ si es intencionado que la pederastia y otros delitos aparezcan ¨²ltimamente unidos a Internet, como si la humanidad no hubiese conocido el crimen o el horror antes de que existiera la red; como si se quisiera justificar futuras prohibiciones y limitaciones de uso. Tampoco s¨¦ si la corrupci¨®n de menores debe reducirse ¨²nicamente al ¨¢mbito sexual. La publicidad, que se aprovecha impunemente de la indefensi¨®n de los ni?os; la violencia de los dibujos animados, que resulta m¨¢s da?ina que la pornograf¨ªa; y Walt Disney, que inocula sutilmente ideas sexistas, racistas y delicadamente fascistas, tambi¨¦n corrompen, aunque con menos estr¨¦pito, la supuesta inocencia de nuestros hijos.
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