Falsos nefastos clones
El anuncio por la secta raeliana del nacimiento de dos beb¨¦s cl¨®nicos no merece ning¨²n cr¨¦dito. El l¨ªder de ese extravagante grupo, un oscuro ex periodista franc¨¦s que asegura estar en contacto con los extraterrestres y se hace llamar Su Santidad, no ha aportado ni una sola prueba de su pretendida haza?a t¨¦cnica. Tampoco los supuestos investigadores que le arropan ostentan la m¨¢s m¨ªnima credencial cient¨ªfica digna de consideraci¨®n. Los raelianos, al igual que el pol¨¦mico ginec¨®logo italiano Severino Antinori, parecen haber encontrado una inmejorable fuente de publicidad, y tal vez de financiaci¨®n, en la credulidad y la sed de sensaciones de un sector del p¨²blico. Hasta ah¨ª los hechos, o la falta de ellos.
Pero la aventura raeliana y otras similares, que sin duda proliferar¨¢n a su rebufo, pueden tener efectos indeseables. No s¨®lo porque intentar la clonaci¨®n de beb¨¦s sea peligroso -los cient¨ªficos han advertido del grave riesgo de malformaciones que comporta esa t¨¦cnica en el momento actual-, sino tambi¨¦n porque los legisladores, movidos por su deseo de impedir aventuras descabelladas de esa clase, puedan echar en el mismo saco un tipo distinto de clonaci¨®n, la terap¨¦utica, para cuya exploraci¨®n existen s¨®lidas razones cient¨ªficas y m¨¦dicas.
La idea es aqu¨ª utilizar el material gen¨¦tico de un paciente para clonar un embri¨®n de pocos d¨ªas, pero no con el objetivo de implantarlo en una mujer para que nazca un beb¨¦, sino para obtener de ¨¦l c¨¦lulas madre y tejidos que luego puedan trasplantarse al paciente sin suscitar rechazo inmunol¨®gico. Este proceso ya se ha probado en algunos animales de experimentaci¨®n y ser¨ªa lamentable que los delirios de un grupo de iluminados acabaran yugulando la posible extensi¨®n de esa t¨¦cnica al ser humano. Lo que cabe esperar de los responsables pol¨ªticos es que se act¨²e diligentemente contra los intentos irresponsables de fotocopiado de beb¨¦s y, a la vez, se proporcione un apoyo decidido a las t¨¦cnicas de clonaci¨®n que s¨ª tienen un fuerte inter¨¦s biom¨¦dico.
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