Feliz universidad para el 2003
El a?o 2002 termin¨® con un desencuentro inane entre la consejer¨ªa de Educaci¨®n, Universidades e Investigaci¨®n y el equipo rectoral de la UPV-EHU. ?C¨®mo es posible, dec¨ªa la consejera, que la Universidad gaste un dinero que "no tiene"? Y no era capaz de ver que es su consejer¨ªa precisamente la principal responsable del d¨¦ficit universitario? Pero dejemos eso por ahora.
La universidad ha sido el vivero de conocimiento de las sociedades cuando menos desde que Wilhelm von Humboldt (1767-1835) creara para Prusia la Universidad de Berl¨ªn en 1810. No era cuesti¨®n de rango o estatus: la eficacia del Estado prusiano depend¨ªa de aquellas universidades. En ellas se hac¨ªa esencialmente ciencia y s¨®lo secundariamente, ciencia aplicada o tecnolog¨ªa. Esto ha sido as¨ª hasta ahora; el conocimiento y la innovaci¨®n han hecho evolucionar a las sociedades. Pero hubo tiempos en que la mercanc¨ªa m¨¢s preciada pudo ser el trigo, el hierro o la m¨¢quina. Con la sociedad de la informaci¨®n, el conocimiento mismo se ha convertido en el bien m¨¢s demandado. La universidad hoy adquiere un nuevo valor. Toda Europa reforma las suyas, y EEUU las mima (EEUU siempre lo hizo). Para la guerra o para la paz, para el progreso, desde luego, las universidades estrat¨¦gicamente concebidas son hoy esenciales.
Salvo en nuestra CAV, peque?o y querido pa¨ªs del sur de Europa. Aqu¨ª, como dec¨ªa, es cuesti¨®n de rifirrafe y de las cuentas del ama de casa; un asunto trivial, vamos. O, a lo sumo, una cuesti¨®n de mano de obra cualificada, de tecnolog¨ªa. En el mundo desarrollado, la universidad est¨¢ formada necesariamente por excelentes cient¨ªficos que dedican sus esfuerzos a la alta docencia, pero tambi¨¦n a la investigaci¨®n b¨¢sica, a las humanidades, etc¨¦tera. El resto son escuelas superiores. Aqu¨ª, si ¨¦ste es el list¨®n, s¨®lo la UPV-EHU lo supera. El resto, sin ¨¢nimo de ofender, son escuelas superiores. Pues bien, la ¨²nica actuaci¨®n conocida en el ¨¢mbito universitario ejecutada por el Gobierno vasco es la de regatearle el dinero que le debe. Es castigarla y se?alarla como sospechosa de ?malversaci¨®n? Lamentable.
No es cosa de hablar de este equipo rectoral que ahora dirige la UPV-EHU (podr¨ªa hablarse, igualmente, del anterior.) Hablemos de la instituci¨®n. Creada en 1980 bajo el empuje del movimiento de los 70 que atrajo a ella a importantes cient¨ªficos bajo el lema de Chillida "Eman ta zabal zazu" (su anagrama de hoy), es una universidad a mejorar, sin duda. Por ello, desde dentro se impulsa un t¨ªmido, demasiado t¨ªmido, plan estrat¨¦gico, se busca adecuarla a la nueva legislaci¨®n (proyecto de estatutos), se intenta reformarla y adecentarla, limitar el poder de los grupos de presi¨®n (sin demasiado ¨¦xito), que sea transparente y gestionada racionalmente, se busca adaptarla a los cambios que la sociedad le exige, tanto en relaci¨®n a las ense?anzas que imparte como a la investigaci¨®n que realiza. Pero, ?con qu¨¦ dinero?
?Qu¨¦ hace el Gobierno por la UPV-EHU? Desconocemos si tiene una pol¨ªtica definida sobre universidades, si ha hecho un plan de futuro, si ha definido prioridades, si conoce sus puntos fuertes o d¨¦biles, que haya definido "polos estrat¨¦gicos" para la comunidad,... y, tampoco, que tenga un plan de inversiones para ello. A¨²n peor. Tras oponerse a la LOU y prometer una nueva ley (que, por otro lado, est¨¢ obligada a hacer), a¨²n se desconocen los t¨¦rminos de ¨¦sta. En resumen, ni tan siquiera cubre el d¨ªa a d¨ªa. Como para pedirle un plan de futuro y unas inversiones absolutamente necesarias.
Algunas cifras (pocas, para no marearnos). La UPV-EHU tiene una media de 16,5 alumnos por profesor, una cosa homologable (Alemania tiene 12 y EEUU, 15). Pero las remuneraciones, a pesar de suponer globalmente el 46% del gasto general (38% para EEUU, 37% para Canad¨¢ y 36% para Italia), son la mitad exactamente de lo que percibe un profesor en Irlanda o B¨¦lgica, y est¨¢n a la altura de Turqu¨ªa. En el nivel de gasto por estudiante, estamos a la altura de M¨¦xico y muy por debajo de Catalu?a o Madrid. Todo un poco de devaluado.
Nuevo trimestre, ?presupuesto nuevo, al fin! (?No le da que pensar esto a la se?ora consejera sobre el uso de lo p¨²blico, el sistema parlamentario o la existencia de Dios?), nuevo presupuesto, y, tal vez, cese de hostilidades. La consejer¨ªa debiera renegociar discretamente sus discrepancias con la UPV-EHU. Y proyectar una pol¨ªtica de universidades seria que sit¨²e a esta sociedad a la altura de los tiempos que corren.
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