Hartos de Caneda

Apenas han pasado siete a?os desde que el Compostela fue subcampe¨®n de invierno en su segundo curso en la Primera Divisi¨®n. Pero su proceso de degradaci¨®n tras su descenso a la Segunda, en 1998, ha llevado ahora a su plantilla a anunciar para el pr¨®ximo viernes una huelga que, salvo marcha atr¨¢s de ¨²ltima hora, supondr¨ªa no presentarse el domingo al partido contra el C¨®rdoba. Los jugadores llevan cinco meses sin cobrar y ya no se creen las sucesivas promesas de su presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Caneda, cuya despedida pidieron anteayer, ante el Salamanca, al saltar al campo con una camiseta en la que pod¨ªa leerse un lema inequ¨ªvoco: "Soluci¨®n = dimisi¨®n".

Desde que asumi¨® el cargo, en 1988, Caneda se ha distinguido por no dejar a nadie indiferente. Lleg¨® con el equipo en Tercera y en tan s¨®lo seis temporadas lo puso en Primera. Durante aquellos a?os dorados se hizo famoso tanto por sus toscas maneras como por episodios sonados, tal que su enfrentamiento pugil¨ªstico-dial¨¦ctico con Jes¨²s Gil, su hom¨®logo del Atl¨¦tico, a las puertas de la sede de la Liga Profesional de Clubes. Pero ahora la unanimidad contra ¨¦l es casi total. Jugadores, t¨¦cnicos, empleados, aficionados y autoridades municipales ven como ¨²nica salida para el club que Caneda lo deje de una vez por todas y otro consejo de administraci¨®n afronte sus deudas, que superan los seis millones de euros.

El Ayuntamiento, segundo accionista del club, busca apoyos para forzar la salida del dirigente

Pinillos, el capit¨¢n del equipo, explica que hay jugadores viviendo en casas de amigos, ya que no pueden pagar los alquileres de las suyas. Otros tienen problemas para encarar sus hipotecas e incluso los gastos escolares de sus hijos. Y precisamente ellos fueron los que salvaron al Compostela del descenso burocr¨¢tico, en el verano pasado, al no denunciar lo que se les deb¨ªa ante la palabra de Caneda de que se les abonar¨ªa en un plazo breve. Ahora ya no conf¨ªan en ¨¦l y est¨¢n decididos a no jugar el domingo, aunque, eso s¨ª, se entrenar¨¢n durante la semana. Las penurias econ¨®micas no les han impedido hasta ahora dar una lecci¨®n de honradez profesional y mantener al conjunto fuera de los puestos de descenso.

Todo apunta, en cualquier caso, a que los d¨ªas de Caneda est¨¢n contados. Un juzgado debe fijar una nueva fecha para la asamblea extraordinaria del club, que fue suspendida en diciembre, en la que se debatir¨¢ su continuidad o no. El Ayuntamiento de Santiago, el segundo accionista de la entidad, espera reunir los apoyos suficientes para forzar su salida y la llegada de un grupo de empresarios locales.

Pero a los jugadores se les ha agotado la paciencia y no est¨¢n dispuestos a esperar la resoluci¨®n judicial. Quiz¨¢ cuando llegue ya sea tarde para garantizar la permanencia del Compostela en la Segunda Divisi¨®n, si bien el club podr¨ªa recurrir a los de sus categor¨ªas inferiores para afrontar la cita con el C¨®rdoba y tratar de evitar la p¨¦rdida de los puntos.

?Y, a todo esto, qu¨¦ dice Caneda? Pues ayer puso el ventilador a toda velocidad y atac¨® en todas las direcciones. As¨ª, dijo que los aficionados que piden su dimisi¨®n no tienen acciones, que nadie pone el dinero para sacarlo de la presidencia y que est¨¢ dispuesto a imponer multas "muy fuertes" a la plantilla. Y lanz¨® un desaf¨ªo: "Al final, quiz¨¢ me tengan que pagar los jugadores a m¨ª".