La dudosa estrategia de las empresas inform¨¢ticas
EL PLAN DE REACTIVACI?N econ¨®mica anunciado el 7 de enero por George Bush no es del agrado de todos los empresarios inform¨¢ticos, cuya mayor¨ªa, sin embargo, son republicanos y pueden salir agradecidos por cualquier eliminaci¨®n de impuestos favorable a los ricos. Temen ser obligados a reconsiderar algunas de sus elecciones estrat¨¦gicas en materia de gesti¨®n.
Parte medular del plan, la supresi¨®n del impuesto sobre los dividendos (calificado por algunos de doble imposici¨®n debido a la imposici¨®n existente sobre los beneficios) distribuidos por las empresas a sus accionistas es relativamente mal vista en Silicon Valley.
La mayor¨ªa de las empresas inform¨¢ticas prefieren quedarse con los beneficios (cuando tienen) para invertir en el crecimiento de la empresa o financiar investigaci¨®n. Se debe en buena medida al paso acelerado de la obsolescencia en el sector.
La mayor¨ªa de las empresas inform¨¢ticas prefieren quedarse con los beneficios (cuando tienen) para invertir en el crecimiento de la empresa o financiar la investigaci¨®n
En el sector de la tecnolog¨ªa, las innovaciones m¨¢s interesantes en los pr¨®ximos meses podr¨ªan darse en el modelo de negocio
Un pu?ado de grandes (Intel, IBM, HP), distribuye dividendos limitados. Pero la mayor¨ªa se abstiene, tr¨¢tese de Cisco, AOL, Dell, Sun, eBay o Microsoft, partidaria desde siempre de la reinversi¨®n de las ganancias en el crecimiento de la empresa. Ciertos analistas piensan que el valor de sus acciones bajar¨ªa si llegara a cambiar de pol¨ªtica. Es cuesti¨®n de actitud tambi¨¦n, en la medida en la cual distribuir dividendos equivale a reconocer que no se sabe qu¨¦ hacer con el dinero para crecer. Es volverse una empresa "madura" como Coca-Cola (lo cual no tiene solo inconvenientes).
La reacci¨®n de Rajiv Dutta, responsable de las finanzas de eBay ha sido clara: "Nuestra posici¨®n sobre este problema ha sido desde hace tiempo que creemos bueno para la compa?¨ªa tener cierta cantidad de efectivo estrat¨¦gico". Pero si el plan llega a ser adoptado y se transforma en ley "tendremos que revisar nuestra pol¨ªtica", declar¨® Jeff Henly, jefe financiero del gigante inform¨¢tico Oracle. Los portavoces de Cisco y Dell se pronunciaron en el mismo sentido.
Mientras el valor de sus acciones aumentaba, la mayor¨ªa de los accionistas aceptaban no recibir dividendos. Pero "cientos de miles de millones de d¨®lares han sido despilfarrados por empresas tecnol¨®gicas en proyectos que no han dado ning¨²n resultado", estima Chris Bonavico, quien dirige un fondo de inversi¨®n de Transamerica Premier.
Muchos inversionistas est¨¢n cambiando de parecer y el plan Bush los alienta en ese sentido. Los capitanes de la industria no lo pueden ignorar, o corren el riesgo de ver al estadounidense medio invertir masivamente en otros sectores.
As¨ª, el plan Bush es visto en Silicon Valley como un espaldarazo a la vieja econom¨ªa, mientras la nueva no acaba de salir de su primera crisis seria. Su impacto potencial se debe a que se suma a una larga lista de problemas: los esc¨¢ndalos de los ¨²ltimos meses (de Enron a WorldCom) han afectado la confianza en los empresarios; las descomunales cantidades de dinero que reciben sus ejecutivos, independientemente de sus resultados, son cuestionadas con agesividad creciente. Temen en particular un proyecto de ley que quiere modificar la manera de contabilizar las stock-options. El mecanismo, muy com¨²n en el sector inform¨¢tico, permite que los empleados de una empresa tengan acceso a la compra a bajo costo de cierta cantidad de acciones de la misma, y es visto como uno de los componentes claves del boom pasado.
Lo peor es que todo esto se da mientras la interminable crisis lleva muchas empresas (no solamente inform¨¢ticas) a cuestionar sus modelos de negocios. Las empresas de contenido en la red tienen que considerar cobrar por al menos parte de su oferta ya que la publicidad no alcanza. AOL ya no puede vivir con puras suscripciones y cobra por servicios extras. Entre los fabricantes de computadoras, Dell encontr¨® un modelo con ¨¦xito, pero ?qu¨¦ pensar de la renuncia de IBM a vender m¨¢quinas para dedicarse a los servicios?
En el sector tecnol¨®gico, las innovaciones m¨¢s interesantes de los pr¨®ximos meses podr¨ªan darse en el campo de los modelos de negocio.
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