Wagensberg lanza m¨¢s de quinientas ideas para invitar a pensar
En 'Si la naturaleza es la respuesta, ?cu¨¢l es la pregunta?' resume treinta a?os de trabajo
Jorge Wagensberg (Barcelona, 1948) ha "lanzado a la piscina un mont¨®n de ideas para ver c¨®mo nadan". "El libro es el resultado de 30 a?os de trabajo en el mundo de la ciencia, y lo que he hecho es rescatar del trabajo ya hecho aquellas frases que comprimen mejor un problema, una l¨ªnea de investigaci¨®n, una reflexi¨®n". Son 531 p¨ªldoras las reunidas en Si la naturaleza es la respuesta, ?cu¨¢l es la pregunta? (Tusquets), que present¨® ayer en Madrid.
"Progresar es ganar independencia respecto a la incertidumbre del entorno". "Si quieres ver los colmillos del elefante no te pongas detr¨¢s de la cola". "Todo procede de alg¨²n lugar y se dirige a otro, como bien ilustra un plato de espaguetis con salsa de tomate". Son tres de las frases, tomadas al azar, que se encuentran en el ¨²ltimo libro de Wagensberg, del que habr¨ªa que decir como carta de presentaci¨®n como m¨ªnimo dos cosas. La primera, que consigue lo que se propone (es decir, invitar a pensar). La segunda, que est¨¢ lleno de sentido del humor.
En el ¨²ltimo de los apartados del libro, Wagensberg se refiere a la met¨¢fora de "habitar la frontera". Dice de quien vive en aquellos parajes que est¨¢ abierto a la innovaci¨®n, que est¨¢ dispuesto a correr riesgos, que est¨¢ habituado a enfrentarse a la incertidumbre, entre otras cosas. Y en esa definici¨®n, posiblemente se retrate a s¨ª mismo. Doctor en F¨ªsica y profesor de Teor¨ªa de los Procesos Irreversibles en la Universidad de Barcelona, director del Museo de la Ciencia de la Fundaci¨®n La Caixa, desde 1991, y de la colecci¨®n Metatemas de Tusquets, que publica libros cient¨ªcos, desde su creaci¨®n hace veinte a?os, Wagensberg est¨¢ situado en un territorio en el que confluyen m¨²ltiples maneras de manejarse con el conocimiento cient¨ªfico. Y seguramente s¨®lo desde ese lugar pod¨ªa embarcarse en un libro como ¨¦ste, en el que conviven el m¨¢s extremo rigor con la cordialidad de acercarse a todos con cuestiones que parecen reservadas a unos pocos.
"Me he ido quedando con las frases que han tenido fortuna", explica Wagensberg, "aquellas que han producido una comprensi¨®n s¨²bita de alguna cuesti¨®n o esas otras que generaban espont¨¢neamente una conversaci¨®n". Las ideas las ha estructurado Wagensberg en cuatro grandes apartados: realidad, vida, conocimiento y civilizaci¨®n. ?Por qu¨¦ ¨¦stos y no otros? "Desde hace 13.500 millones de a?os existe eso que llamamos la realidad, que pesa unos 2,5 billones de cuatrillones de kilos, y desde entonces muy pocas cosas verdaderamente importantes han ocurrido. La primera fue la propia creaci¨®n del universo. Luego, la materia se rebel¨® y de su esa rebeli¨®n surgi¨® la vida. Y, por fin, con el tiempo, esa vida gener¨® un sujeto que puede preguntarse sobre su entorno y que puede modificarlo. As¨ª que las cuestiones fundamentales de las que deb¨ªa ocuparme deb¨ªan tratar sobre esas tres cuestiones. Y hab¨ªa otra m¨¢s, cuando ese conocimiento va m¨¢s all¨¢, y los hombres se encuentran unos con otros".
El t¨ªtulo es importante. Desde el primer p¨¢rrafo del pr¨®logo, Wagensberg establece c¨®mo trabaja el pensamiento cient¨ªfico. Frente a lo que hay, explica, hay quienes consideran que el mundo est¨¢ lleno de preguntas y que su tarea, por tanto, consiste en buscar las respuestas. "Son preguntas como qui¨¦n soy, de d¨®nde vengo, ad¨®nde voy. Y las respuestas que terminan por darse forman parte del conocimiento revelado y dan lugar a las creencias".
Hay otros en cambio, y es el caso de los cient¨ªficos, que consideran que el mundo es un mundo de respuestas y que lo que tienen que hacer, por tanto, es descubrir las preguntas. "Ya no se trata de establecer grandes verdades, sino de hacer inteligible lo que ocurre, de preocuparse por el c¨®mo de las cosas", afirma Wagensberg.
El tema fundamental, el que recorre todo el libro, es el de la incertidumbre. Nada est¨¢ establecido, todo puede variar. De la materia inerte surgi¨® la vida; de la vida, el conocimiento. "Mis frases, todos estos pensamientos, tienen fecha de caducidad. No pretendo que valgan para siempre, no son los vers¨ªculos de una fe que pretende ser eterna. Por eso mismo, cada uno de ellos va numerado, pero el n¨²mero est¨¢ entre par¨¦ntesis. Su contenido puede cambiar en cualquier momento".
"Pensar es pensar la incertidumbre", es la idea que abre el libro. Wagensberg se ha embarcado en este proyecto a partir de una firme convicci¨®n: una idea que no pueda comprimirse en una frase no ha madurado suficientemente. "El conocimiento cient¨ªfico, que intenta comprender lo que ocurre, tiende al mismo tiempo a la m¨¢xima compresi¨®n. De ah¨ª que, en el l¨ªmite, se resuma en una ley. Una ley que, eso s¨ª, suele ser incomprensible. Pero todo lo que hay detr¨¢s, lo que ha llevado a formularla, puede y debe decirse con el m¨ªnimo de palabras".
El progreso
As¨ª que hay un trabajo muy fino con las palabras. Algunas de ellas, como "progreso", no han calado en el mundo cient¨ªfico, y han sido abiertamente cuestionadas por autores como Stephen Jay Gould. Wagensberg se ha afanado en expresar su significado. "Es un t¨¦rmino que llega a la ciencia demasiado cargado del significado que le dan los humanistas o los pol¨ªticos. Utilizarlo en un ambiente de bi¨®logos puede desencadenar una tormenta. Pero yo creo que es necesario definir lo que es el progreso, un t¨¦rmino que pueda explicar lo que ha pasado entre una bacteria y Shakespeare. Adem¨¢s, muchas veces las palabras que pasan del uso diario a la ciencia luego regresan de all¨ª enriquecidas".
La complejidad, el tiempo, los principios antr¨®pico y entr¨®pico, la selecci¨®n natural. Pero en el libro tambi¨¦n se trata del arte, el amor o el dinero. Sin olvidar en ning¨²n caso la perspectiva cient¨ªfica, esa voluntad de ser lo m¨¢s objetivo posible. ?Pero eso es cada vez m¨¢s d¨ªf¨ªcil cuando entre el sujeto y el objeto se diluyen las fronteras? "Tal vez en determinados casos. Pero los cient¨ªficos estamos obligados a partir de la hip¨®tesis de que la realidad existe. Y de que se puede conocer. Eso nos exige un gran sacrificio: no poder estar incluidos en la obra que hacemos. Estar fuera, por exigencias del oficio. El artista, en cambio, puede confundirse, mezclarse, estar dentro de lo que hace. De todas formas es un sacrificio que tiene premio: ser universal. Es decir, ser capaces de hacer algo que todos puedan comprender".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.