Alemania y Francia pactan la supresi¨®n del veto en la pol¨ªtica exterior de la UE

El pacto entre Par¨ªs y Berl¨ªn para redise?ar la Uni¨®n Europea puso ayer de manifiesto que el eje franco-alem¨¢n, esencial para la construcci¨®n europea, se ha revitalizado con gran energ¨ªa cuando m¨¢s lo necesita la UE, volcada en un profundo proceso de renovaci¨®n por estar a las puertas de la mayor ampliaci¨®n del club a 25 Estados a partir de 2004. Un punto clave de la propuesta consiste en poner fin a la pr¨¢ctica del veto en los asuntos de pol¨ªtica exterior com¨²n de la Uni¨®n. S¨®lo las cuestiones que afecten a la seguridad y la defensa se adoptar¨¢n por unanimidad y, por tanto, con derecho a veto.

"En materia de pol¨ªtica exterior y de seguridad com¨²n, las decisiones se tomar¨¢n, en general, por mayor¨ªa cualificada", se indica en el apartado 5? de la propuesta relativo a "La Acci¨®n Exterior de la Uni¨®n". El pacto alcanzado el pasado martes en Par¨ªs entre Jacques Chirac y Gerhard Schr?der, perfilado definitivamente anoche en las capitales de ambos pa¨ªses, rompe as¨ª con uno de los puntos m¨¢s sensibles hoy en la construcci¨®n europea debido a las distintas sensibilidades que unos y otros pa¨ªses tienen ante los principales acontecimientos o crisis internacionales.

El recurso al veto ha hecho imposible, por ejemplo, que la UE haya logrado en numerosas ocasiones posiciones comunes ante graves problemas como la crisis de Oriente Pr¨®ximo. S¨®lo las cuestiones de seguridad y defensa quedan al margen. En las dem¨¢s, "si un Estado miembro invoca un inter¨¦s nacional para oponerse a una decisi¨®n, el ministro europeo de Asuntos Exteriores ser¨¢ invitado a buscar con ¨¦l una soluci¨®n; si no se alcanza un acuerdo, el presidente del Consejo Europeo har¨¢ lo propio; si no encontrara una soluci¨®n, el Consejo Europeo asumir¨¢ la cuesti¨®n teniendo en cuenta una decisi¨®n por mayor¨ªa cualificada".

Intentan evitar as¨ª Chirac y Schr?der que la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n (PESC) quede absolutamente paralizada y estancada cuando en 2004 la Uni¨®n haya 25 Estados, cada uno de los cuales con intereses tan divergentes como pueden tener Malta, Reino Unido, Eslovaquia o Francia. Por eso, la iniciativa fue acogida favorablemente en el Consejo de la Uni¨®n y entre los colaboradores del actual alto representante de la Uni¨®n, Javier Solana.

Con menos entusiasmo, sin embargo, se acogi¨® en el Consejo la propuesta franco-alemana para fusionar en un solo cargo el del alto representante y el de comisario de Asuntos Exteriores, actualmente el brit¨¢nico Chris Patten. El nuevo puesto tendr¨ªa su sede en el Consejo, pero gozar¨ªa igualmente de "un estatuto especial" en la Comisi¨®n. Solana y Patten ya han rechazado reiteradamente esa f¨®rmula. Solana preferir¨ªa un solo puesto, pero con sede ¨²nica en el Consejo. Sin embargo, y con la f¨®rmula franco-alemana, ese ministro de Exteriores de la Uni¨®n se ver¨ªa laminado si la representaci¨®n exterior de la UE corresponde al futuro presidente de la UE.

Londres, que ayer salud¨® la iniciativa global franco-alemana, pondr¨¢ probablemente problemas a la iniciativa para acabar con el veto en pol¨ªtica exterior y, sin duda, ser¨¢ ¨¦se uno de los principales asuntos a debatir en la pospuesta cumbre franco-brit¨¢nica que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 4.

Pero es la creaci¨®n de la figura de un presidente estable del Consejo Europeo (los m¨¢ximos l¨ªderes europeos) la iniciativa que ayer levant¨® m¨¢s pol¨¦mica. "Como la Comisi¨®n el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo debe ser dotado de una presidencia estable", reza el documento franco-alem¨¢n que hoy estar¨¢ ya depositado en la Convenci¨®n sobre el futuro de Europa. "En una Europa ampliada, es indispensable dar una continuidad, una estabilidad y una visibilidad a la direcci¨®n del Consejo Europeo".

"El Consejo Europeo", a?ade, "elegir¨¢ su presidente por mayor¨ªa cualificada por una duraci¨®n de cinco a?os o de dos a?os y medio renovables". La f¨®rmula no s¨®lo no satisface a los pa¨ªses peque?os, que siempre la han rechazado, sino tampoco a la Comisi¨®n Europea. El Ejecutivo europeo cree que perder¨¢ poder, sobre todo su presidente, ante otro presidente europeo de mayor nivel. Seg¨²n el pacto franco-alem¨¢n, el presidente del Consejo Europeo tendr¨¢ como funciones la de "presidir y moderar" las reuniones peri¨®dicas de los l¨ªderes y "representar a la Uni¨®n en la escena internacional durante los encuentros de los jefes de Estado o de Gobierno".

Romano Prodi, presidente hoy de la Comisi¨®n, ya advirti¨® el pasado 8 de noviembre en una entrevista con EL PA?S al hablar de un posible presidente de la Uni¨®n: "Tener un poder compartido entre dos polos originar¨¢ una par¨¢lisis en la Uni¨®n. Es una idea contraria al esp¨ªritu de la UE, a la eficacia, a una Uni¨®n fuerte". Por eso, ayer sus portavoces se apresuraron a decir que Bruselas ve "problemas potenciales en el hecho de tener dos centros de poder". La Comisi¨®n y el propio Prodi s¨ª han recibido plena satisfacci¨®n en el pacto franco-alem¨¢n en el apartado relativo a la elecci¨®n del presidente del Ejecutivo comunitario. Chirac y Schr?der sostienen ahora que debe ser elegido directamente por el Parlamento, aunque ratificado por mayor¨ªa en el Consejo. Ha sido el principal precio pagado por Par¨ªs a cambio de que Berl¨ªn aceptara la idea del presidente del Consejo Europeo. Aunque el candidato a presidir la Comisi¨®n ser¨ªa propuesto por los l¨ªderes europeos de acuerdo con los resultados de las elecciones a la Euroc¨¢mara, ¨¦sta lo elegir¨ªa directamente y responder¨ªa directamente ante ella y ante el Consejo.