250.000 extranjeros reciben atenci¨®n m¨¦dica sin estar afiliados a la Seguridad Social

De los 5,5 millones de ciudadanos que reciben asistencia sanitaria en Madrid, 400.000 son inmigrantes. La mayor¨ªa de ¨¦stos (un 62%) ha accedido a la tarjeta sanitaria por su condici¨®n de insolventes, sin haber cotizado a la Seguridad Social. Entre ellos hay extranjeros sin papeles que, aunque quieran, no pueden cotizar, y otros, regularizados, que trabajan en la econom¨ªa sumergida, donde el empleador no paga sus obligaciones sociales. El 38% restante (150.000 personas) est¨¢n dados de alta en la Seguridad Social y han accedido a la tarjeta como cualquier trabajador.

El consejero de Sanidad, Ignacio Ech¨¢niz, asegur¨® ayer durante la presentaci¨®n del libro La atenci¨®n primaria de salud ante la poblaci¨®n inmigrante, que, en los dos ¨²ltimos a?os, se han concedido en la regi¨®n 221.000 nuevas tarjetas sanitarias, lo que supone un aumento del 4% respecto a las que hab¨ªa en 1999. "Ese incremento se debe, en gran medida, a la llegada de inmigrantes", manifest¨®. Todos los ciudadanos tienen acceso a la asistencia sanitaria gratuita, coticen o no. Desde febrero de 2000, la Ley de Extranjer¨ªa reconoce tambi¨¦n ese derecho a los inmigrantes sin papeles siempre que est¨¦n empadronados y tengan un pasaporte u otro documento identificativo.

Ech¨¢niz especific¨® que la mayor¨ªa de los inmigrantes llegados a Madrid "son personas j¨®venes con un estado de salud aceptable, aunque a veces su sistema inmunol¨®gico se resiente en nuestro ecosistema". El consejero desminti¨® la idea de que estos ciudadanos puedan estar introduciendo en la regi¨®n enfermedades tropicales aqu¨ª inexistentes o erradicadas. "Las enfermedades tropicales afectan a menos del 5% de los inmigrantes llegados de pa¨ªses donde son end¨¦micas", a?adi¨®.

El libro presentado ayer, elaborado por la Fundaci¨®n de la Confederaci¨®n Espa?ola de Sindicatos M¨¦dicos (CESM), pretende ayudar a los facultativos a atender mejor a estos centenares de miles de nuevos pacientes de otros pa¨ªses. En ¨¦l se abordan c¨®mo son las costumbres sanitarias de las comunidades de inmigrantes con m¨¢s presencia en la regi¨®n y se ofrece informaci¨®n m¨¦dica sobre las enfermedades, comunes y tropicales, con m¨¢s incidencia entre la poblaci¨®n extranjera.

Miguel ?ngel Garc¨ªa, m¨¦dico y coordinador del estudio, explica que la situaci¨®n sanitaria de los inmigrantes es similar a la de los espa?oles con m¨¢s problemas sociales y econ¨®micos. "Son las malas condiciones laborales y de vivienda que sufren muchos de ellos las que influyen negativamente en su salud", afirma.

Esa precariedad explica, por ejemplo, que los inmigrantes sean, junto a los seropositivos, uno de los principales grupos con riesgo de sufrir tuberculosis. As¨ª, seg¨²n los datos de Sanidad, el 15% de los 1.243 casos de tuberculosis diagnosticados en la regi¨®n en 2000 eran de extranjeros. La angustia que sufren muchos de estos ciudadanos por sus problemas de papeles, su desarraigo y su inestabilidad laboral es tambi¨¦n motivo de numerosos problemas g¨¢stricos y cardiovasculares.

Tanto Garc¨ªa como Alberto L¨®pez, otro de los autores, que es tambi¨¦n director m¨¦dico del ¨¢rea 9, explican que, en general, los centros de atenci¨®n primaria tienen "escasos recursos" para atender a todos estos nuevos pacientes con otro idioma y otra forma de entender la enfermedad y la salud. Echan en falta traductores, mediadores y un refuerzo de las plantillas.

Concha Colomo, autora de una parte del informe dedicada al sida y a las enfermedades de transmisi¨®n sexual, explica que estos padecimientos tienen una incidencia similar entre los inmigrantes y entre la poblaci¨®n aut¨®ctona.

Lactancia materna

El libro tambi¨¦n aborda c¨®mo cuidan la salud de sus hijos los miembros de diferentes comunidades como la china, la subsahariana y la magreb¨ª. As¨ª, seg¨²n los autores, en la comunidad china la lactancia materna en exclusiva dura s¨®lo unos dos meses y a partir de ese tiempo se van introduciendo papillas de leche con polvo de arroz. Es una de las comunidades con m¨¢s problemas de idioma y por eso recurren a menudo a los dispensarios de medicina tradicional china.

Tanto chinos como magreb¨ªes y subsaharianos consideran que los ni?os madrile?os consumen demasiadas golosinas industriales, que a ellos les parecen poco saludables. En la comunidad magreb¨ª es bastante habitual el uso de remedios caseros, como la henna, que se aplica para bajar la temperatura cuando hay fiebre. El concepto del ni?o gordito como sin¨®nimo de saludable no se da, seg¨²n el informe, ni entre los asi¨¢ticos ni entre los marroqu¨ªes, pero s¨ª entre los subsaharianos.