"?Dios m¨ªo, se nos cae el viaducto!"

Francisco sufre pesadillas continuas. La noche de ayer so?¨® que ca¨ªa a un pozo muy profundo del que varios desconocidos le sacaban con una cuerda. Tiene el sue?o perturbado desde el pasado 8 de enero. Ese d¨ªa se encontraba trabajando en el interior del viaducto Larreategi, a 75 metros de altura. "Era la una de la tarde. Iba a bajar un gato del carro de montaje para subir una pieza de hormig¨®n. En ese momento not¨¦ un balanceo muy violento. ?Dios m¨ªo, se nos cae el viaducto!, pens¨¦ de pronto". Ayer, ocho d¨ªas despu¨¦s, a¨²n llevaba dibujado en su rostro el impacto emocional de lo que estuvo a punto de ser una tragedia.

Este operario de la autopista Eibar-Vitoria temi¨® seriamente por su vida: "Al notar el movimiento brusco, corr¨ª por dentro del viaducto hasta colocarme encima del pilar. Me llev¨¦ las manos a la cabeza. O¨ªa que los compa?eros me gritaban desesperados. En cuanto pude, mont¨¦ en el ascensor para tomar tierra". Ah¨ª, ya a salvo, comenz¨® la verdadera tragedia para este orensano de 49 a?os y padre de dos hijos: "Voy a pedir la cuenta. Me marcho a casa porque el cuerpo no me responde. El susto sigue ah¨ª. Por las noches no pego ojo. Si sigo trabajando es porque los compa?eros me animan a seguir". Desde el siniestro no ha faltado al trabajo.

Francisco se encontraba ayer subido en el pilar 1 del viaducto, lejos del pilar 4 del que se descolgaron tres dovelas de hormig¨®n de 40 toneladas cada una. Quedaron desprendidas de la estructura de un puente que tendr¨¢ 480 metros de longitud, 75 metros de altura en su punto m¨¢ximo y un vano de 90 metros entre las columnas que lo sostienen. "El jefe de la obra en ning¨²n momento se ha preocupado por m¨ª. Cuando lleg¨®, s¨®lo pregunt¨® si el viaducto corr¨ªa peligro. A¨²n no me ha preguntado ?c¨®mo est¨¢s?", lamentaba este trabajador.

Desde la lejan¨ªa, Francisco observaba ayer a varios de sus compa?eros colgados por una gr¨²a en lo alto del pilar 4, mientras miembros de las compa?¨ªas aseguradoras y responsables del proyecto inspeccionaban los da?os en el viaducto.

Molestias en Soraluze

Su estructura est¨¢ ya estabilizada y, despejado el peligro de desplomarse la mole, la direcci¨®n de la obra y la Diputaci¨®n guipuzcoana decidieron el mi¨¦rcoles por la noche abrir al tr¨¢fico la carretera GI-627, que cruza el viaducto por debajo.

El cierre durante una semana de este vial que une los municipios de Bergara, Soraluze y Eibar ha ocasionado "un trastorno tremendo" en este valle, seg¨²n I?aki Arriaga, jefe de la Guardia Municipal de Soraluze. Esta localidad ha sido la m¨¢s perjudicada. Maite ha tenido que salir estos d¨ªas de su casa en Zaldibar con 40 minutos de margen para ir a la cafeter¨ªa donde trabaja en Soraluze, a penas una decena de kil¨®metros. "Nos hemos quedado aislados", comenta un jubilado.

Varios empleados del Ayuntamiento de Soraluze que tardaban apenas 10 minutos en llegar a Eibar han necesitado m¨¢s de una hora por el corte de la GI-627, explica Arriaga. Los enfermos que diariamente acuden al hospital de Mendaro, distante 12 kil¨®metros de Soraluze, han tenido que hacer recorridos de hasta dos horas. "Las molestias han sido innumerables, sobre todo para el transporte de empresa. Esperamos que los futuros cortes puntuales de la carretera se produzcan durante los fines de semana", afirma Arriaga. La Diputaci¨®n desconoce con cu¨¢ntos meses de retraso se inaugurar¨¢ ahora la autopista.