Chamizo recibe 179 quejas por la atenci¨®n a enfermos mentales
Un informe del Defensor del Pueblo revela situaci¨®n de desasistencia
El informe del Defensor del Pueblo Andaluz de 2001 no deja bien parada a la asistencia social y sanitaria de los enfermos mentales. En apenas cinco a?os recibi¨® 179 quejas motivadas por la insuficiencia de dispositivos para la atenci¨®n de estas personas. El documento precisa que el mayor d¨¦ficit se centra en los hospitales de d¨ªa y las comunidades terap¨¦uticas, que son los recursos que sustituyeron a la intervenci¨®n sanitaria y social de los manicomios.
Adem¨¢s, el informe anual del Defensor del Pueblo puntualiza que con frecuencia la insuficiencia de estos dispositivos provoca situaciones de "desasistencia cuyas consecuencias han reca¨ªdo sobre los propios enfermos y sus familias".
Para el Defensor, esa desatenci¨®n obedece no s¨®lo a la falta de recursos sino tambi¨¦n a la descoordinaci¨®n: "Una organizaci¨®n herm¨¦tica y aislada entre el sistema sanitario y el de servicios sociales impide dar una respuesta eficaz a muchos sectores que necesitan una atenci¨®n integral y bien coordinada".
Adem¨¢s, a?ade que por las denuncias que ha recibido, se puede constatar el "enorme" d¨¦ficit de recursos tanto sociales como sanitarios, una situaci¨®n que "hace ilusorio cualquier intento de coordinaci¨®n entre ambos dispositivos y que en ¨²ltima instancia se plasma en la efectiva desatenci¨®n de las personas dependientes".
En su dura cr¨ªtica a las carencias en la atenci¨®n a estos enfermos -como ya hiciera en su informe de 1995- el Defensor del Pueblo acota que las propuestas de las administraciones para corregir la situaci¨®n "son meras manifestaciones del intento de las autoridades p¨²blicas de poner un cierto orden donde la insuficiencia y fragmentaci¨®n de los servicios est¨¢n produciendo un evidente abanico de discriminaci¨®n contrario al mandato constitucional de protecci¨®n social y sanitaria de este colectivo".
Reforma inacabada
El informe del Defensor reconoce que la reforma psiqui¨¢trica de 1984 -"oportuna y positiva"- supuso un avance importante en la atenci¨®n, pero agrega que, no obstante, no ha podido "alcanzar el objetivo pretendido de sustituir, progresivamente, esa red de macrocentros de internamiento por otra alternativa de peque?os centros y servicios diferenciados y situados en la comunidad".
Por eso, el documento concluye que si bien el paso de un sistema a otro ten¨ªa la meta de restituir a los enfermos mentales "el pleno disfrute de sus derechos fundamentales profusamente violentados por el modelo manicomial, se olvid¨® que la precipitada implantaci¨®n del nuevo sistema habr¨ªa de provocar no pocas disfuncionalidades". Una conclusi¨®n que, seg¨²n el propio informe de la instituci¨®n, est¨¢ basada en la perspectiva de m¨¢s de 16 a?os de reforma y en las situaciones expuestas a la instituci¨®n por los afectados a lo largo de todo este tiempo.
Las asociaciones de familiares de enfermos mentales sintetizan las carencias en plantillas insuficientes, listas de espera de m¨¢s de seis meses, falta de camas, unidades de agudos saturadas y plazas de larga y media estancia que no alcanzan a cubrir las necesidades.
Seg¨²n repetidas denuncias de estas organizaciones, debido a la escasez de recursos con frecuencia se producen altas precoces que, a su vez, se traducen en reingresos, cronificaci¨®n de los pacientes y deterioro del n¨²cleo familiar.
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