El Midem arranca con una declaraci¨®n de guerra a la pirater¨ªa discogr¨¢fica

La 37? edici¨®n del Mercado Internacional del Disco y la Edici¨®n Musical (Midem) abri¨® ayer sus puertas en Cannes. Llov¨ªa en la lujosa ciudad costera francesa mientras en el interior del Palais des Festivals empezaba el traj¨ªn de los 9.000 profesionales acreditados este a?o; 1.000 artistas, 550 periodistas y los representantes de empresas discogr¨¢ficas de 90 pa¨ªses. Una palabra en boca de todos: pirater¨ªa. "La situaci¨®n es muy dif¨ªcil, la crisis es profunda, y la m¨²sica gratuita, el gran problema", se?ala Dominique Leguern, directora del Midem.

Hilary B. Rosen, presidenta ejecutiva del Record Industry Asociation of Am¨¦rica (RIAA), va m¨¢s lejos: "En Estados Unidos las p¨¦rdidas de 2002 son de 1.500 millones de d¨®lares. El mercado de la m¨²sica ya no ser¨¢ el mismo. La pirater¨ªa debe ser combatida por los gobiernos. Si seguimos as¨ª, a la industria discogr¨¢fica le quedan cinco a?os de vida". En Estados Unidos, principal mercado discogr¨¢fico del mundo, las ventas cayeron un 6,8% en los seis primeros meses de 2002, mientras que en Jap¨®n, el segundo mercado, descendieron m¨¢s de un 14%. En Suram¨¦rica, los buenos comportamientos de Brasil (+7,1%) y Chile (+29%), no pudieron soportar el derrumbe argentino, que perdi¨® casi un 76%. Europa vendi¨® un 7,5%, una ca¨ªda atenuada por la buena salud de las ventas francesas, que ganaron cinco puntos porcentuales, un dato positivo pero inquietante si se compara con el crecimiento de a?os anteriores.

Williams, a favor

Pero la pirater¨ªa no es un enemigo para todos, la estrella pop brit¨¢nica Robbie Williams puso la nota disonante en la primera jornada del Midem: "A m¨ª la pirater¨ªa me parece genial, de verdad. Adem¨¢s, no hay nada que hacer, nadie puede frenarlo. Mi casa de discos me odiar¨¢ por decirlo, lo s¨¦". "Quiz¨¢ no es mi asunto hablar de esto, pero si me preguntan digo lo que pienso", a?adi¨®. "Estuve hace un a?o en una reuni¨®n de directivos de casas de discos y era evidente que no ten¨ªan ni la m¨¢s remota idea de qu¨¦ hacer con este asunto. A m¨ª me parece estupendo que la gente se baje la m¨²sica de Internet y la copie, no se puede prohibir. Adem¨¢s, yo he vendido cinco millones de discos, as¨ª que, sinceramente, que lo copie quien quiera".

Williams fue una de las estrellas de los premios de la m¨²sica NRJ, que desde hace cuatro a?os concede esta popular radio francesa y que en esta edici¨®n ha galardonado a Las Ketchup como el grupo revelaci¨®n internacional del a?o. Las tres hermanas aseguran estar "un poquito" cansadas del Aserej¨¦, que ahora (tras ser n¨²mero uno en 20 pa¨ªses) tambi¨¦n arrasa en China y Jap¨®n.

Pero los n¨²meros no cuadran en una industria que no encuentra soluciones y que ve cada a?o m¨¢s reducidas sus expectativas econ¨®micas. Hilary B. Rosen, presidenta desde hace un a?o de la RIAA, una de las instituciones m¨¢s poderosas de la industria discogr¨¢fica, cree que la soluci¨®n es un acuerdo de las casas de discos con los fabricantes de ordenadores. "Hemos reaccionado tarde y eso es porque hasta ahora los pa¨ªses m¨¢s avanzados no se hab¨ªan dado cuenta de la importancia y la gravedad del asunto. Existe un factor tecnol¨®gico fundamental: fabricantes como Microsoft, Intel, HP y Apple, aunque se dicen contrarios a la pirater¨ªa, no se han sentado seriamente a abordar el problema. Existen t¨¦cnicas de protecci¨®n de discos, t¨¦cnicas que se pueden aplicar, siempre que sean compatibles con la reproducci¨®n en ordenador. Hay que sentarse, ponerse de acuerdo y aplicarlas".

Mientras, la directora del Midem, Dominique Leguern, cree que la soluci¨®n pasa por una bajada de precio de los discos, "y que los discos vayan acompa?ados de entradas a conciertos o regalos especiales". Para Hilary B. Rosen es fundamental trabajar una nueva mercadotecnia m¨¢s agresiva y competitiva. "Tenemos que hacer que el producto sea f¨ªsicamente m¨¢s atractivo, m¨¢s bonito, que den ganas de comprarlo". "Adem¨¢s", a?ade la estadounidense, "debemos fomentar entre j¨®venes la idea de que no est¨¢n apoyando la m¨²sica si la consumen gratis, que acabar¨¢n con eso que tanto les gusta y en lo que tanto tiempo invierten".

La edad de los principales consumidores de m¨²sica gratuita est¨¢ entre los 15 y los 25 a?os, Taiwan (con 40 f¨¢bricas) es el pa¨ªs que m¨¢s discos ilegales fabrica y en todo el mundo existen 700 millones de ficheros de m¨²sica que se comparten en Internet. "Hay que buscar soluciones, el debate est¨¢ abierto, pero en ning¨²n caso contra el consumidor", concluye Dominique Leguern.