La 'cordera' de Aznar
?Qui¨¦n es la madre del cordero?, preguntaba Perogrullo. La cordera, le dec¨ªan. Pues no, la oveja, respond¨ªa. La madre del cordero, la clave de b¨®veda en las pr¨®ximas municipales en el Pa¨ªs Vasco es la falta de libertad. El tremendo obst¨¢culo que tanto el PSE como el PP est¨¢n teniendo para completar sus listas; el temor fundado de los posibles candidatos a ser colocados en el punto de mira de la bestia. Escoltas, vida trocada de ra¨ªz para ¨¦l y su familia es lo menos que les caer¨¢ encima. Cualquier otra expectativa es a¨²n m¨¢s grave. ?C¨®mo es posible que gente sencilla, buena gente, sea capaz de soportar algo as¨ª? La madre del cordero es la falta de libertad.
Pero, cordera, haberla, hayla. Y no es ni la madre del cordero, ni esa "mujer mansa" de la que habla el Diccionario. Es la distorsi¨®n que el PP de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Jaime Mayor introduce en el sector de los amenazados, entre aquellos que ans¨ªan la libertad, al fin. (Primero, Franco, y, despu¨¦s, esto.) Una distorsi¨®n no querida, me consta, por gente sencilla, valiente, l¨²cida del propio PP. Pero que, como elefante antes que cordera, arrolla lo que se encuentra al paso. "Hijo de bilba¨ªno", Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se presenta a concejal por Bilbao (desde donde, como en Madrid, pero m¨¢s en serio -lo dec¨ªa el bochista- J. A. Zarzalejos, se cree a pies juntillas que se va directamente al cielo; Jos¨¦ Mar¨ªa elige de nuevo mejor que Ana).
?Es esto leg¨ªtimo? Lo es. Y, en muchos casos, necesario. Pero las formas tambi¨¦n cuentan. Y, sobre todo, el talante al hacerlo. Hay un caso admirable, a mi entender, de ese buen hacer y alto grado de sentido ¨¦tico a la hora de sumarse a una lista amenazada. El ex diputado general de ?lava, Emilio Guevara, se sum¨® a la lista a las Juntas Generales por el PSE. Bien instalado en un bufete pr¨®spero. Con un paso elegante por la alta pol¨ªtica. Retirado de ella, mientras conservaba un gran prestigio (resistente, como Ulises, a cantos de sirena durante a?os). Es un hombre que s¨®lo pierde, y mucho (se le dobla la escolta y tiene que escuchar invectivas de los arzalluzistas), al ofrecerse, en un acto generoso, a apoyar sin ambages una candidatura amenazada. Un acto, por lo dem¨¢s, de responsabilidad por enderezar el rumbo err¨¢tico del pa¨ªs. Como ¨¦l, hay muchos otros militantes an¨®nimos del PP, gente generosa que ofrece su persona (su persona: mucho m¨¢s que un nombre) para completar las listas en la ringlera de pueblos de Euskadi. Esto, se mire como se mire, es admirable. (Y uno ha aprendido a admirar a esta gente concreta, de carne y hueso.)
Pero aducir oriundez ("linaje", dir¨ªa Su¨¢rez Illana) para presentarse por el bocho y pasar por chimbo (aunque ellos prefieran llamarse "chimberos", cazadores de chimbos, para no confund¨ªrseles con "el vulgo de los cazadores" en general); modificar el C¨®digo Penal con alevos¨ªa y nocturnidad ("contra los terroristas", claro) mientras el Prestige arrojaba "hilillos de plastilina" a la mar; lanzar una campa?a "por la seguridad" como cortina de humo, le lleva a uno a pensar que la llamada cuesti¨®n vasca (por unos y otros) se utiliza con demagogia y oportunismo. Y nada hay peor y m¨¢s despreciable que hacer demagogia con las vidas de la gente. Nos la jugamos.
?Nuevos aires? Ojal¨¢. Pero yo sigo viendo a un iluminado del Valle de Aiala vendiendo humo con nuestro dinero. El pasado d¨ªa, una escalera de cierta comunidad de vecinos quiso convertirse en Escalera Libre Asociada; el ejemplo cunde. Mientras, a los otros les sale la demagogia por las orejas. Y no digo nada de L¨®pez puesto que tampoco ¨¦l dice nada; ni quiero hacer chistes f¨¢ciles.
Esta es una asignatura llave para la democracia espa?ola y europea. Debiera tom¨¢rsela en serio definitivamente (no hacer de cordera), o ignorarla. Nos las arreglaremos. Todo antes que parodiar la tragedia que vive tanta gente concreta.
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