Luis Mateo D¨ªez re¨²ne en la trilog¨ªa 'El reino de Celama' su misterioso mundo del p¨¢ramo imaginario

Luis Mateo D¨ªez (Villablino, Le¨®n, 1942) ha reunido en El reino de Celama (Aret¨¦) la trilog¨ªa sobre el territorio imaginario creado por el escritor en los ¨²ltimos a?os. La obra se inicia con El esp¨ªritu del P¨¢ramo introduciendo al lector en una tierra m¨ªtica habitada por complicados personajes que le arrastran hasta La ruina del cielo, una novela coral en la que explora la memoria del territorio, del destino de la tierra y de quienes la habitaron. El oscurecer supone el encuentro de un viejo extraviado que desea regresar al reino de Celama, y de un muchacho que intenta huir de s¨ª mismo.

El reino de Celama es, seg¨²n el autor, "una nueva obra, m¨¢s empastada. Tiene una lectura distinta y se percibe de forma m¨¢s n¨ªtida el desarrollo de la trama que unifica los tres libros. Hay un recorrido por los s¨ªmbolos y las met¨¢foras que van y vienen a lo largo de la historia".

"La novela", indica Luis Mateo D¨ªez, "juega con lo simb¨®lico y con lo metaf¨®rico y es de muchas vidas, emociones y pasiones". El conjunto de las tres obras, apunta el escritor, alcanza en la trilog¨ªa de El reino de Celama una met¨¢fora compleja sobre "la desaparici¨®n de las culturas rurales y una ventana a lo m¨¢s hondo y misterioso del coraz¨®n humano". Son cerca de 400 los personajes que recorren el imaginario mundo de Celama para describir un paisaje que termina siendo parte de la trama y de lo que all¨ª ocurre.

La memoria

Luis Mateo D¨ªez afirma que Celama surgi¨® "del compromiso moral con su memoria y con el mundo rural. Todos tenemos un pasado campesino y yo he vivido ese tipo de culturas que en estos momentos est¨¢n en trance de desaparici¨®n. "Un elemento crucial en la trilog¨ªa es haber podido compaginar tierra y trabajo, lo que lleva a poder compaginar resignaci¨®n e iron¨ªa", se?ala el escritor.

Para lograr reunir las novelas que componen la trilog¨ªa, con identidad propia cada una de ellas, Luis Mateo D¨ªez no ha tenido necesidad de retocar casi nada, aunque s¨ª ha cambiado o modificado alguna palabra para evitar repeticiones, sin afectar la trama de El reino de Celama, "un reino sin monarqu¨ªa, por suerte para ¨¦l".