Marcianos
Los raelianos son una peste como todas las sectas, pero en una cosa llevan raz¨®n: somos extraterrestres. Por eso nos asombran las puestas de sol, las cataratas del Ni¨¢gara, la selva virgen y el C¨ªrculo Polar, por citar s¨®lo cuatro o cinco tonter¨ªas. Pruebe usted a asearse en un cuarto de ba?o ajeno y ver¨¢ c¨®mo le extra?a todo; es natural.
Ayer pari¨® la perra de un amigo en cuya casa me encontraba casualmente de visita y asistimos al espect¨¢culo con la boca abierta. El animal expuls¨® ocho o nueve criaturas sin pelo a las que lami¨® con un mimo que casi hizo que se nos saltaran las l¨¢grimas. Si esto fuera normal, me dije, no nos estremecer¨ªa su contemplaci¨®n. Y lo de los mam¨ªferos no es nada comparado con lo de las aves, que se reproducen de la manera m¨¢s alambicada y ret¨®rica que quepa imaginar. No s¨¦ si el huevo va contra natura, pero desde luego va contra el sentido com¨²n y contra las leyes de la verosimilitud.
Hemos venido de fuera, pues. Todo lo que se mueve es marciano, incluidos los peces y los insectos y los lamelibranquios. Los seres vivos procedemos sin duda de un lugar donde no necesit¨¢bamos el cuerpo para vivir ni para ir a la oficina (en el caso de que en nuestro lugar de origen hubiera oficinas). Pero debi¨® de suceder alguna cat¨¢strofe que nos hizo emigrar. Lo m¨¢s probable es que vag¨¢ramos durante millones de a?os de galaxia en galaxia buscando un sitio en el que establecernos hasta que dimos con la Tierra. La Tierra estaba bien por las cataratas del Ni¨¢gara y por la selva virgen, ya lo hemos apuntado; adem¨¢s, ten¨ªa muchas horas de luz, y oto?o y primavera y verano... El ¨²nico problema es que en la Tierra no se pod¨ªa vivir sin cuerpo, porque aqu¨ª todo es muy corporativo.
Entonces nos pusimos a ello: a construir un cuerpo, y nos salieron varios, porque los probamos con v¨¦rtebras y sin v¨¦rtebras, con cuatro patas o con dos, con pico o boca, con cabeza como nosotros o ac¨¦falos como el mejill¨®n. Ensayamos todas las posibilidades, en fin, y creamos multitud de prototipos. Por eso nos sali¨® un mundo que parece un zool¨®gico. Pero, si se fija atentamente, ver¨¢ que el cuerpo es un traje espacial. Somos extraterrestres, en fin, y en eso es en lo que llevan raz¨®n los raelianos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.