"Lo sentimos, nos hemos equivocado de apartamento"
A media ma?ana, con la puerta hecha trizas y los nervios no mucho mejor, Carmen Molina miraba de reojo la entrada del piso de sus vecinos, hasta ayer tres habitantes m¨¢s de una tranquila escalera del n¨²mero 55 de la calle de Badal de Barcelona.
Una confusi¨®n de la polic¨ªa hab¨ªa convertido el despertar de esta mujer, a las tres de la madrugada, en una aut¨¦ntica pesadilla: "Los encontr¨¦ en la habitaci¨®n, con la cara tapada, ametralladoras y orden¨¢ndome que no me moviera". La falta de letrero en la puerta y un error en la etiqueta del buz¨®n hizo que la polic¨ªa irrumpiera en la casa de Carmen antes que en la de sus vecinos, tres hombres de origen argelino que eran los aut¨¦nticos sospechosos. Horas m¨¢s tarde, Carmen recibi¨® disculpas de la polic¨ªa. "La juez me pidi¨® disculpas, dijo que se hab¨ªan equivocado de apartamento y que no sufriera por la puerta, que la pagar¨ªan".
Pero la actuaci¨®n policial no fue ni r¨¢pida ni f¨¢cil. Ni siquiera cuando dieron con el piso que estaban buscando, en el mismo rellano que el de Carmen. "Se han pasado horas y horas revisando papeles, fumando en el rellano, hablando entre ellos y dici¨¦ndome que no saliera de la cama".
En Girona, la polic¨ªa s¨ª acert¨® a la primera, aunque algunos detenidos lo estuvieron pocas horas. Mohamed Nebbar, s¨²bdito argelino de 37 a?os, fue inmovilizado y esposado en el mismo momento en que abr¨ªa la puerta de su domicilio en Sant Jaume de Llierca (Girona). Las insistentes llamadas de la polic¨ªa le levantaron de la cama, junto a su mujer y su hija de un a?o, a las tres de la madrugada.
Pe¨®n detenido
Despu¨¦s de permanecer unas horas en las dependencias policiales de Girona, Nebbar fue trasladado a Madrid para ser interrogado. El s¨²bdito argelino trabaja como pe¨®n en la empresa qu¨ªmica Nicroc¨ªn, SL, ubicada en el mismo t¨¦rmino municipal y dedicada a los cromados y la pintura.
El director de la empresa, Josep Ruiz, no sal¨ªa de su asombro cuando se enter¨® de la detenci¨®n de un empleado que llevaba tres a?os de fiel servicio. "Creo sinceramente que es una persona noble y su detenci¨®n me ha dejado muy sorprendido", aseguraba ayer Ruiz.
La esposa del detenido, Zoubida Sekkoub, de 25 a?os, explicaba ayer por la ma?ana, con su ni?a en brazos, que no entiende las razones de la detenci¨®n. "Mi marido no sabe nada de nada de Al Qaeda", juraba. La polic¨ªa registr¨® a fondo la vivienda y requis¨® los tel¨¦fonos m¨®viles y todos los escritos en ¨¢rabe.
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