Calidad inusual en pescados y mariscos
RAFA, un restaurante madrile?o donde priman los sabores aut¨¦nticos
A medida que resulta m¨¢s evidente el progresivo deterioro de la despensa marina, cobran m¨¢s valor aquellos restaurantes de producto que rinden homenaje a las mejores materias primas. Mal que nos pese, entre los estandarizados pescados de granja (lubinas, rodaballos y doradas de raci¨®n), con gusto a limo y sabores homog¨¦neos a causa de una alimentaci¨®n forzada, y las especies que suplantan a otras con una falta de escr¨²pulos descarada, en la cocina del pescado, hito fundamental en nuestras recetas populares y contempor¨¢neas, la gran hosteler¨ªa espa?ola enfila un futuro poco halag¨¹e?o. Nadie puede rebatir que la adulteraci¨®n de especies est¨¢ a la orden del d¨ªa. A diario, las n¨ªveas merluzas del Gran Sol se sustituyen con impunidad por chilenas de carnes melifluas; las rodajas de grandes escualos suplantan a las de pez espada, y, desde hace pocos a?os, los lomos de perca del Nilo -adulteraci¨®n muy frecuente- se sirven como si fueran tacos de mero. Por supuesto, los filetes de flet¨¢n o halibut sustituyen con infortunio a los lomos de lenguado o gallo.
RAFA
Narv¨¢ez, 68. Madrid. Tel¨¦fono: 915 73 10 87. Cierra: lunes noche. Precio: entre 40 y 60 euros. Sopa de pescado y marisco, 11 euros. Rodaballo salvaje a la plancha, 23,50 euros. Cap¨®n en pepitoria, 16,25 euros. Tocino de cielo, 3,90 euros. Pan ... 6 Caf¨¦ ... 4 Bodega ... 6 Ambiente ... 6,5 Servicio ... 6,5 Aseos ... 6
Es s¨®lo el principio. Nos enfrentamos a un problema gastron¨®mico inquietante que de momento no afecta a lugares como Rafa, marisquer¨ªa madrile?a justamente renombrada por la calidad de sus pescados y mariscos. Tras el reciente relevo generacional, este enclave del oc¨¦ano que inici¨® su andadura en el a?o 1958 y ahora dirigen los primos Rafael y Miguel ?ngel de Andr¨¦s prosigue con paso firme. Quienes buscan el fest¨ªn sin reparar en medios, deben saber que ¨¦ste es el sitio. En sus propuestas se observan rigurosamente los dos principios b¨¢sicos de la cocina del pescado, frescor de los productos y puntos de cocci¨®n exactos. Y aunque sus responsables hacen pinitos con recetas elaboradas, la mejor recomendaci¨®n es inclinarse por las preparaciones m¨¢s simples. Sin duda, por el lenguado o el rodaballo salvaje a la plancha, o el tronco de merluza a la bilba¨ªna, exultantes de aromas yodados. O quiz¨¢ por el mero al horno, que se acompa?a de unas patatas panadera excelsas. Otras propuestas de la carta suscitan comentarios variopintos. Su at¨ªpica sopa (crema) de pescado es aceptable. No agrada el rape espolvoreado con piment¨®n picante; es s¨®lo correcta la brandada de raya con crema de azafr¨¢n; ortodoxas las cocochas al pil-pil, y result¨®n el cap¨®n guisado en pepitoria.
BODEGA Y TAPAS
A LA ENTRADA del local se encuentra una min¨²scula barra, rinc¨®n ideal para tapear o tomar una copa mientras se aguarda mesa. Para beber, ca?as de cerveza tiradas con acierto, y para picar, un salpic¨®n de gambas y langostinos bastante fino, raciones de un jam¨®n ib¨¦rico o cualquiera de sus mariscos frescos. En este rinc¨®n de paso, as¨ª como en el comedor contiguo, a diario se anuncia a los clientes la relaci¨®n de mariscos del d¨ªa. Quiz¨¢ unos percebes, langostinos de Isla Cristina (Huelva), cigalas de tronco de Huelva, ostras planas especiales, n¨¦coras vivas, vieiras o almejas gigantes crudas. Si la casa recomienda alguna especie, la calidad est¨¢ garantizada. Llegado el caso, hasta unas simples navajas a la plancha pueden resultar sublimes. Es cierto que en la lista de vinos se aprecia af¨¢n de diversificaci¨®n y que la mayor¨ªa de las regiones productoras espa?olas est¨¢n bien representadas. No obstante, se detecta cierto conformismo y se echan en falta marcas emergentes y vinos de ¨²ltima generaci¨®n de los que est¨¢n en el candelero. Tampoco la cristaler¨ªa es la m¨¢s adecuada para un restaurante de semejante talla: las copas son peque?as y no permiten disfrutar del vino. En lo que Rafa baja bastantes enteros es en el cap¨ªtulo goloso. Destaca su tarta de merengue, y se notan aspiraciones en el tocino de cielo. En cambio, decepcionan el cusc¨²s dulce con helado de yogur, y es mediocre la espuma de chocolate blanco. Lo mismo que el caf¨¦, deplorable, dominado por las notas amargas.
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