Interior construye en Fuerteventura el mayor centro de retenci¨®n de inmigrantes de Espa?a
El complejo tiene 1.200 plazas, lo que supone el 50% de las existentes en todo el Estado
El Ministerio del Interior construye en Fuerteventura el mayor centro de internamiento de inmigrantes de Espa?a y uno de los m¨¢s grandes de la Uni¨®n Europea. Est¨¢ situado en un antiguo cuartel de la Legi¨®n, frente al aeropuerto de la isla, ocupa una superficie de 16.000 metros cuadrados (el equivalente a 2,5 campos de f¨²tbol) y tiene capacidad para 1.200 internos, lo que supone el 50% del total de plazas para extranjeros existentes en todo el Estado. El pasado viernes sus celdas estaban ocupadas por 741 africanos. Las obras han costado 900.000 euros y estar¨¢n terminadas a fin de mes.
El complejo est¨¢ rodeado por muros de cinco metros de altura. En la parte superior de ¨¦stos han sido instalados sensores de infrarrojos para detectar cualquier intento de fuga. Sesenta c¨¢maras de v¨ªdeo vigilan el recinto, cuyo per¨ªmetro ser¨¢ rodeado por un "camino de ronda".
En el interior, diez patios enrejados separan a los magreb¨ªes de los subsaharianos con el fin de evitar enfrentamientos racistas. Ambos grupos est¨¢n recluidos en celdas situadas en barracones distantes. Tambi¨¦n las mujeres son segregadas seg¨²n su origen.
En la puerta de las instalaciones, dos carteles advierten: "Zona militar. Prohibido el paso". Esos letreros recuerdan que el Ministerio de Defensa es el propietario de los terrenos en los que ha sido levantado el centro. Con ese obst¨¢culo choca precisamente el inter¨¦s del Ministerio del Interior por ampliar a¨²n m¨¢s la capacidad del recinto, incorporando otros barracones del antiguo cuartel.
Seg¨²n fuentes oficiales, Defensa cedi¨® un sector del complejo a cambio de que Interior rehabilitara las construcciones restantes, que son utilizadas como alojamiento por los soldados que se desplazan dos o tres veces al a?o a la isla para realizar maniobras militares. Ambos departamentos buscan ahora una soluci¨®n al problema.
El recinto est¨¢ custodiado por algo m¨¢s de una veintena de miembros de la Unidad de Intervenci¨®n Policial, procedentes de Gran Canaria y de Tenerife. Descontados los turnos de trabajo y las libranzas, el n¨²mero de agentes que controlan el complejo en un momento determinado oscila entre cuatro y seis. Las autoridades locales consideran que son pocos, y muestran su preocupaci¨®n ante la hip¨®tesis de que se produzca una desgracia como el incendio ocurrido hace un mes en un calabozo de la comisar¨ªa de M¨¢laga, en el que murieron abrasados siete inmigrantes.
No es ¨¦sta la ¨²nica carencia que los majoreros achacan al centro. Los enfermos son atendidos en un peque?o dispensario situado a la entrada del complejo y equipado con una mesa, una silla, una camilla y dos muebles para guardar el instrumental m¨¦dico elemental y las medicinas b¨¢sicas. Un m¨¦dico y una enfermera (a media jornada), y un educador y una trabajadora social (a jornada completa) de Cruz Roja les reciben all¨ª. Pero no tienen permiso para salir del dispensario. El estado de salud de los inmigrantes es evaluado por los polic¨ªas que los custodian y que trasladan a los elegidos en fila india hasta la consulta. El Ministerio del Interior tambi¨¦n ha firmado un acuerdo de colaboraci¨®n con una cl¨ªnica privada llamada Las Olas, al frente de la cual figuran un m¨¦dico palestino y un enfermero.
Los inmigrantes, que transcurrido un plazo de 40 d¨ªas son repatriados a sus pa¨ªses de origen o puestos en libertad en Canarias o en la Pen¨ªnsula, no son sometidos a ning¨²n tipo de anal¨ªtica para descartar que padecen enfermedades contagiosas. Los doctores s¨®lo les practican an¨¢lisis cuando presentan s¨ªntomas evidentes. As¨ª ha ocurrido recientemente con varios internos que sufrieron un brote de varicela. El pasado viernes, un afectado por esta enfermedad permanec¨ªa aislado en una celda pr¨®xima al dispensario.
M¨¢s dram¨¢tico fue el caso de un nigeriano al que a finales del a?o pasado los m¨¦dicos diagnosticaron un tumor en un ojo. Ante la gravedad del mal, los doctores gestionaron su traslado a un hospital de Las Palmas para que fuera operado con urgencia. Cuando acudieron a recogerlo, hab¨ªa sido devuelto a su pa¨ªs. "Probablemente ya habr¨¢ muerto", dice uno de los m¨¦dicos que lo atendi¨®.
El nuevo centro de internamiento no s¨®lo acoge a los inmigrantes que llegan a Fuerteventura, sino tambi¨¦n a los que arriban a la vecina Lanzarote. El Cabildo majorero considera que su apertura rompe los acuerdos alcanzados entre el Gobierno central y el Ejecutivo canario. Seg¨²n ¨¦stos, Fuerteventura s¨®lo albergar¨ªa un centro para 250 extranjeros, al igual que las dem¨¢s islas.
La terminal no se cierra
A pesar de la apertura del macrocentro de internamiento en el antiguo cuartel de la Legi¨®n, el Ministerio del Interior no tiene previsto cerrar la antigua terminal del aeropuerto de Fuerteventura, cuyas penosas condiciones han sido denunciadas por el Defensor del Pueblo, Amnist¨ªa Internacional y Human Rights Watch, entre otros organismos.El viernes permanec¨ªan recluidos all¨ª 53 africanos, bajo la custodia de dos miembros del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.Fuentes oficiales consideran que una llegada masiva de pateras puede desbordar en cualquier momento la capacidad del nuevo centro y hacer necesaria la ocupaci¨®n de la terminal. En ese caso, creen que ser¨ªa m¨¢s costoso pol¨ªtica y socialmente reabrir la nave que mantenerla en barbecho, con unos pocos internos. La terminal fue abierta "de forma provisional", seg¨²n declar¨® el delegado del Gobierno en Canarias, Antonio L¨®pez, en 1999. Tambi¨¦n la construcci¨®n del nuevo centro de internamiento fue una "soluci¨®n provisional" del Ministerio del Interior. La tom¨® el anterior delegado para la Extranjer¨ªa, Enrique Fern¨¢ndez-Miranda, en mayo del a?o pasado, mientras las autoridades buscaban un lugar definitivo para un centro con 250 plazas. Evidentemente, las soluciones provisionales tienen futuro en Canarias.
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