El club de las bicis descolgadas
El Baqu¨¦ logra por fin construir un equipo profesional y salva a la mitad de sus ciclistas de la retirada
Pipe G¨®mez era el a?o pasado un profesional reconocido del equipo Kelme. En oto?o, sin embargo, se dedicaba a recoger patatas para subsistir. Ya daba por hecho que, a sus 28 a?os, el ciclismo se hab¨ªa acabado para ¨¦l. Nadie lo quer¨ªa. Pero su vida dio un giro hace un par de meses.
Como a ¨¦l, el cielo se abri¨® para la mitad de la plantilla que el pasado viernes present¨® oficialmente el Labarca 2-Caf¨¦ Baqu¨¦ en su debut como equipo profesional. All¨ª estaba, posando para la foto oficial, C¨¦sar Garc¨ªa Calvo, conocido como el jabal¨ª del Bierzo, a quien su tes¨®n no le hab¨ªa valido para conseguir nuevo equipo una vez que dej¨® de pertenecer al Relax. O Iv¨¢n Herrero (ex compa?ero suyo en el Relax), o Leandro Navarrete y Gustavo Otero (ambos ex del Kelme), todos ellos profesionales.
Ellos al menos han conocido la experiencia de dar el salto. Otros ni siquiera eso. Es el caso de Alberto Hierro, que, pese a haber ganado la Vuelta a Navarra el ¨²ltimo a?o, se hab¨ªa resignado a coger el volante del taxi familiar sin llegar a tocar nunca el profesionalismo. O tambi¨¦n el vallisoletano Francisco Palacios, o Ricardo Serrano. "Con 24 a?os te tachan de viejo y te dicen que ya no sirves", explica este corredor r¨¢pido en las llegadas. "Hab¨ªa ganado diez carreras este ¨²ltimo a?o. ?Qu¨¦ m¨¢s ten¨ªa que hacer? ?Ganar 15?", dice. Serrano se ve¨ªa en el paro y sin haber logrado su primer contrato profesional. "Ten¨ªa que buscar un trabajo, pero no ten¨ªa ni idea de qu¨¦ iba a hacer".
Pero a ¨²ltima hora, dos meses despu¨¦s de haber vencido el plazo que otorga la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) para inscribirse, apareci¨® la salvaci¨®n. Lleg¨® un patrocinador, la inmobiliaria vallisoletana Labarca 2, propiedad del ex ciclista Fernando Quevedo. El Caf¨¦ Baqu¨¦ hab¨ªa logrado por fin su objetivo, despu¨¦s de tres a?os llamando a puertas y encontr¨¢ndolas todas cerradas. Erkaitz Elokoroiribe, gerente deportivo del equipo -convertido ahora en presidente del nuevo club-, convirti¨® el empe?o en un reto personal. "Al final se consigui¨® de la manera m¨¢s tonta, por casualidad", recuerda. "Le coment¨¦ a Javier M¨ªnguez [ex director deportivo de equipos como el Vitalicio] y ¨¦l me dijo que nos echar¨ªa un capote". Y lo hizo. Termin¨® involucrando en el proyecto a Quevedo.
En poco m¨¢s de un mes, un tiempo r¨¦cord, se construy¨® un equipo profesional. Permiti¨® que gente como Fran Guti¨¦rrez (medalla de plata en el Mundial sub 23), Unai Elorriaga (campe¨®n de Espa?a) y David L¨®pez (el m¨¢s joven, de 21 a?os) den el salto, aunque ¨¦stos ya ten¨ªan un futuro m¨¢s claro que sus compa?eros. Lo mismo que Marcelino Garc¨ªa, Francisco Cerezo (ambos del CSC) y Aitor Kintana (Big Mat), que ten¨ªan ofertas de otros equipos. En total, forman un grupo de 14 corredores, un n¨²mero perfecto para que "todos tengan su oportunidad". Y Elokoroiribe se ha quedado con las ganas de contratar a alg¨²n profesional en paro como Flores o Solaun.
En el fondo, la labor del Baqu¨¦ se puede considerar m¨¢s social que empresarial. Es el equipo que permite a una serie de ciclistas mantener la ilusi¨®n y que ha conseguido que descuelguen las bicicletas que ya hab¨ªan retirado de la carretera.
Una cantera inagotable
Por ahora, el Labarca 2-Caf¨¦ Baqu¨¦ es un equipo modesto, con 1,3 millones de euros de presupuesto, que competir¨¢ en el calendario nacional y en el Tour del Porvenir, y que tiene asegurada la existencia para los dos pr¨®ximos a?os. Sin embargo, su idea es perdurar en el ciclismo profesional "por mucho tiempo".
Corre el riesgo de formar a corredores para que se los lleven otros equipos, pero eso no preocupa al Baqu¨¦. "Me har¨ªa ilusi¨®n verles haciendo algo grande", asegura Elkoroiribe. Adem¨¢s, la cantera del Baqu¨¦ parece inagotable. Si ahora mismo se juntaran todos los profesionales que surgieron del equipo se podr¨ªa formar un bloque considerable: David y Unai Etxeberria, Iban Mayo, Pedro Horrillo, Igor Astarloa...
El Baqu¨¦, pese a todo, mantendr¨¢ a su equipo aficionado. Quienes destaquen tendr¨¢n menos preocupaciones para su futuro que sus predecesores.
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