El Supremo de Italia rechaza que cambie la sede del tribunal en un proceso contra Berlusconi
El primer ministro se declar¨® v¨ªctima de una persecuci¨®n de los 'jueces rojos'
El Tribunal Supremo de Italia cerr¨® ayer la ¨²ltima puerta a las expectativas del primer ministro, Silvio Berlusconi, y del diputado de Forza Italia Cesare Previti de ver trasladados a otra sede los procesos que se siguen contra ambos en Mil¨¢n. Los nueve jueces encargados de estudiar los recursos de los abogados defensores contra la sede milanesa deliberaron durante cuatro horas antes de emitir ayer tarde un veredicto que representa un duro rev¨¦s para Berlusconi y su antiguo abogado Previti. La defensa se hab¨ªa valido de la ley de la leg¨ªtima sospecha, aprobada recientemente, para rechazar la sede de Mil¨¢n, por supuesta parcialidad contra los imputados.
La decisi¨®n del alto tribunal desat¨® una gran tormenta pol¨ªtica, recibiendo de inmediato las cr¨ªticas dur¨ªsimas del centroderecha que la consider¨® "una sentencia corporativa", mientras de las filas de los Dem¨®cratas de Izquierda, principal partido de la coalici¨®n del Olivo, se alzaron voces que la apreciaron con moderaci¨®n. "Es una decisi¨®n equilibrada", dijo la diputada Anna Finocchiaro, "porque adem¨¢s evita que haya que reiniciar los procesos". El ex magistrado Antonio di Pietro exclam¨®, satisfecho, dirigi¨¦ndose a los imputados: "?Basta ya de escapar!". Exclamaciones que, a juicio del diputado de Forza Italia Renato Schifani, demostrar¨ªan "que el juicio est¨¢ totalmente politizado". La Margarita, la minicoalici¨®n centrista que forma parte del Olivo, evit¨® pronunciarse.
Las implicaciones de la sentencia del Supremo son enormes. Por una raz¨®n esencial, los procesos, interrumpidos en noviembre en espera de la decisi¨®n definitiva del Supremo, proseguir¨¢n ahora con celeridad camino de la sentencia. En el caso de Previti, implicado en los tres juicios llamados de las togas sucias, en referencia a la acusaci¨®n de corrupci¨®n a jueces romanos, la sentencia podr¨ªa llegar en torno a Semana Santa, y la petici¨®n de la fiscal, Ilda Bocassini, es de 13 a?os de prisi¨®n. El proceso Sme, en el que figura tambi¨¦n Berlusconi como imputado, se encuentra en una fase menos avanzada, pendiente a¨²n del interrogatorio de testigos en el extranjero, y no es probable que se llegue a la sentencia hasta el verano pr¨®ximo.
El primer ministro, que pas¨® en su residencia cerca de Mil¨¢n la mayor parte del fin de semana, se ha declarado tranquilo y "absolutamente convencido de que no existen pruebas para condenarle". Berlusconi ha repetido varias veces que, lejos de sentarle en el banquillo, Italia deber¨ªa haberle condecorado por su comportamiento en el caso de la venta de la empresa de alimentaci¨®n p¨²blica Sme, en los a?os ochenta. El entonces presidente del IRI (ente p¨²blico que gestionaba numerosas empresas) Romano Prodi hab¨ªa llegado a un preacuerdo de venta de la Sme al empresario Carlo de Benedetti. Acuerdo bloqueado por el primer ministro, Bettino Craxi, que lo consider¨® poco satisfactorio econ¨®micamente. Berlusconi y un grupo de empresarios pujaron por la Sme y la obtuvieron. Los jueces confirmaron la validez de la compra, aunque, seg¨²n la acusaci¨®n de los fiscales de Mil¨¢n, lo hicieron a cambio de sustanciosas sumas de dinero ingresadas en cuentas suizas a trav¨¦s del abogado Cesare Previti.
Una condena de Cesare Previti, ex ministro de Defensa en el primer Gobierno de Berlusconi, en 1994, dos veces diputado de Forza Italia, y estrechamente ligado a Il Cavaliere en su etapa de empresario, tendr¨ªa indudables consecuencias para el actual primer ministro. En Forza Italia hay quien teme tambi¨¦n la imprevisible reacci¨®n de un hombre como Previti, famoso por su fuerte car¨¢cter.
El fil¨®n de la investigaci¨®n se abri¨® en 1995 gracias a las declaraciones de Stefania Ariosto, antigua novia de Vittorio Dotti, abogado pr¨®ximo a Previti, quien declar¨® a la polic¨ªa, primero, y a los fiscales de Mil¨¢n, despu¨¦s, que el abogado de Berlusconi hab¨ªa tejido en Roma una red de jueces y abogados favorables a sus intereses a cambio de grandes sumas de dinero.
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