Infiltraci¨®n celular

Xbox empieza a recibir los primeros juegos que a la estela de Halo demuestran la potencia de la consola de Microsoft. Splinter Cell no se conforma con ser un juego fascinante sino que es capaz de sacar lo mejor de la tecnolog¨ªa en la que funciona. Impresionantes juegos de luces y sombras que le dan una nueva dimensi¨®n al concepto de videojuego. En el t¨ªtulo desarrollado por Ubi Soft el jugador se convierte en Sam Fisher, un agente que act¨²a para la Agencia Nacional de Seguridad. Su trabajo como esp¨ªa consiste en saber pasar desapercibido actuando como una ¨²nica c¨¦lula s¨®lo apoyada remotamente por su equipo. Est¨¢ especializado en la infiltraci¨®n, en trabajar sin dejar huella, un moderno ninja con todo tipo de juguetes tecnol¨®gicos para hacerle m¨¢s llevadera tan solitaria tarea.

El primer paso es aprobar un examen para acceder a la agencia. Ah¨ª el jugador aprender¨¢ a trepar por muros, a andar con las manos colgado de un tubo, a dejarse caer como un bombero, a cruzar zonas desliz¨¢ndose por una cuerda, a caminar de espaldas pegado a una pared, a abrirse de piernas para quedar suspendido entre dos paredes y a disparar a l¨¢mparas para poder aprovechar la ceguera de las c¨¢maras de vigilancia ante la oscuridad. Todo ello para no ser descubierto y no tener que usar el arma. A pesar de que lleve silenciador, si un esp¨ªa como Sam Fisher se ve obligado a disparar es porque la situaci¨®n se le escapa de las manos. La v¨ªctima podr¨ªa ser la ¨²nica en saber el c¨®digo para abrir la caja fuerte donde se esconde el objetivo y si est¨¢ muerta no se la podr¨¢ interrogar.

La acci¨®n se desarrolla desde un punto de vista en tercera persona. El jugador ve siempre en el centro al protagonista. Con la palanca derecha se inspecciona la zona. Los botones se usan para interactuar con el entorno, como coger una lata y lanzarla lejos para llamar la atenci¨®n de un vigilante, despistarle y pasar aprovechando el descuido. Tambi¨¦n para armar los objetos del inventario, como la ganz¨²a que aprovecha la vibraci¨®n del mando como intuitivo sistema para forzar las cerraduras.

Es sobre todo gracias al o¨ªdo y a la visi¨®n con lo que Fisher se orienta. Cada superficie que pisa suena distinta dependiendo si se corre por encima de ella, si se anda o si se pasa de puntillas, y ese detalle lo perciben los enemigos. Escuchar con atenci¨®n permite saber cu¨¢ntos individuos hay en una habitaci¨®n e incluso tomar nota de la informaci¨®n. Los privilegiados que conecten la consola a un sistema de altavoces Dolby Digital 5.1 podr¨¢n situar las conversaciones y sonidos en el espacio.

T¨¦cnicamente, los escenarios rozan la perfecci¨®n. Primero por las texturas. Los materiales que cubren los pol¨ªgonos son de alta calidad y no pierden definici¨®n al acercarse a ellos. Y segundo por el tratamiento de la luz. Todo proyecta sombras en tiempo real y se utilizan en el juego como para descubrir que tras una pared hay un enemigo. El juego con los rayos de luz es asombroso. Durante un incendio las llamas queman la pantalla y ti?en las paredes de un naranja intenso que casi se dir¨ªa que desprende calor. El uso del bump mapping para dar relieve a superficies rugosas hace tambi¨¦n su efecto en las escenas. Splinter Cell sabe exprimir lo que Xbox ofrece de serie para lograr uno de los pocos t¨ªtulos que realmente valen lo que cuestan.