Sharon intenta formar un nuevo Gobierno de unidad nacional con los laboristas
Los nacionalistas del Likud obtienen 37 esca?os en un Parlamento de 120
Sharon, ?qu¨¦ vas a hacer con tu victoria? ?sta es la pregunta que se hace desde ayer Israel, una vez conocidos los resultados de las elecciones legislativas en las que el Likud dirigido por Ariel Sharon ha obtenido una aplastante victoria con 37 diputados de los 120 con que cuenta el Parlamento. Esto le obliga, sin embargo, a buscar alianzas para gobernar. Sharon ha anunciado ya su intenci¨®n de formar un Ejecutivo de unidad nacional con todos los partidos sionistas, pero sobre todo con los laboristas, que han sufrido una derrota hist¨®rica: de 25 esca?os han pasado a 19.
La propuesta del ex general Sharon, que trata de repetir la cohabitaci¨®n Likud-laboristas de los dos ¨²ltimos a?os, ha sido ya rechazada con firmeza por el secretario general de los socialistas, Amram Mitzna, que ha asegurado que dirigir¨¢ el partido desde la oposici¨®n, donde le ha colocado la derrota electoral, la m¨¢s dolorosa sufrida por su organizaci¨®n desde la proclamaci¨®n del Estado de Israel.
"Sharon espera que le apuntalemos, pero lo que vamos a hacer es derrotarlo. No es una verg¨¹enza sentarse en la oposici¨®n. Recuerdo y prometo que la espera para nuestra llegada al Gobierno ser¨¢ corta", contest¨® tajante Mitzna, al tiempo que anunciaba una traves¨ªa del desierto, desde donde piensa regenerar el partido, reconducir el proceso de paz y restablecer el dialogo con los palestinos. Para Mitzna, Oslo a¨²n no ha muerto.
La respuesta de Mitzna se ve¨ªa ayer respaldada por el peri¨®dico Haaretz, portavoz oficial de los socialistas israel¨ªes y uno de los rotativos m¨¢s prestigiosos de Israel, que desde su editorial animaba a la c¨²pula del laborismo a "definir su personalidad", demarcarse de la derecha y reanudar su reconciliaci¨®n y compromiso con los palestinos.
Esta postura oficial del laborismo puede tener, sin embargo, los d¨ªas contados, ya que un sector de la c¨²pula del partido -especialmente Benjam¨ªn Ben Eliezer, Ehud Barak y Simon Peres- propugna en silencio renovar la alianza con los nacionalistas del Likud y espera la convocatoria del comit¨¦ central y la celebraci¨®n de unas primarias para defenestrar a Mitzna.
"Tarde o temprano, los laboristas entrar¨¢n en el Gobierno de unidad nacional", se insist¨ªa ayer en las filas del Likud, desde las que se ped¨ªa el rearme patri¨®tico para hacer frente y vencer a los tres miedos nacionales: la Intifada, la posible guerra de Irak y la crisis econ¨®mica.
Tomy Lapid, l¨ªder del reforzado partido Shinui (Cambio), que ha conseguido pasar de 6 a 12 diputados blandiendo la bandera del fundamentalismo laico frente a los partidos ultraortodoxos, se sumaba ayer a las maniobras unitarias de Sharon y propugnaba un Gobierno de concentraci¨®n con los nacionalistas del Likud y los laboristas, lo que permitir¨ªa sumar en total 71 esca?os. Lapid lleg¨® incluso, en plena euforia poselectoral, a aconsejar a los laboristas que derrocaran a su l¨ªder si se negaba a sumarse a la coalici¨®n. Shinui se niega a entrar en una coalici¨®n en la que est¨¦n presentes partidos religiosos. No obstante, Lapid afirm¨® que, si un eventual ataque de Estados Unidos a Irak pusiera a Israel en estado de emergencia, considerar¨ªa esa posibilidad "por un tiempo limitado".
La alianza del Likud con los laboristas es trascendental para Sharon, ya que le permitir¨ªa obtener la confianza y el apoyo de la comunidad internacional, y especialmente renovar sus lazos de solidaridad con Estados Unidos en un momento econ¨®micamente dif¨ªcil, en el que trata de mejorar la ayuda econ¨®mica que le pasa anualmente Washington. Esto le permitir¨ªa aumentar de los 3.000 millones de d¨®lares anuales hasta 4.000, a lo que se a?adir¨ªan 8.000 millones m¨¢s en cr¨¦ditos blandos que, seg¨²n los expertos financieros, "no se suelen devolver". La ayuda estadounidense es vital en este momento de crisis, en el que Isreal registra por segundo a?o consecutivo crecimiento negativo, el turismo, segunda fuente de ingresos, cae un 80% y el paro se eleva a un 10,5%.
Sharon guarda dos operaciones de repuesto si le fallan los laboristas. La primera, una alianza con los partidos radicales religiosos, sus amigos tradicionales, aun a costa de mantenerles las prebendas, entrar en contradicci¨®n con Estados Unidos y provocar el p¨¢nico en la comunidad internacional, en especial en la comunidad ¨¢rabe y en sus vecinos los palestinos. La segunda, m¨¢s dr¨¢stica y dolorosa, la convocatoria de unas nuevas elecciones generales.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, felicit¨® ayer a Sharon por la victoria y le pidi¨® que trabaje para lograr la paz con los palestinos. El presidente le reiter¨® la "necesidad de que Israel viva en seguridad, de que se cree un Estado palestino" y de trabajar juntos para aplicar los acuerdos. Aunque no se conocen fechas, se asegura que, una vez formado el nuevo Gabinete, Sharon viajar¨¢ a Estados Unidos para ser recibido oficialmente en la Casa Blanca en la que ser¨¢ su octava visita en los ¨²ltimos dos a?os.
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