El Ca?o da el golpe
Su gran actuaci¨®n ante el Madrid vuelve a poner a Ibagaza en el escaparate tras su frustrado traspaso al Atl¨¦tico el pasado verano
Resulta casi una redundancia ver jugar a Ibagaza, de 26 a?os, y preguntarse por qu¨¦ le llaman El Ca?o. Por supuesto que por su querencia a tratar de pasar el bal¨®n por entre las piernas del adversario. Que se lo pregunten a los jugadores del Madrid, que se tapaban como pod¨ªan cada vez que les encaraba el pasado mi¨¦rcoles sobre el c¨¦sped de Son Moix. El apodo se lo gan¨® a pulso el media punta argentino en su ¨¦poca en el Lan¨²s, el modesto equipo de la barriada de Buenos Aires en el que actu¨® desde 1994 hasta 1998. Ese mismo a?o aterriz¨® en el Mallorca recomendado por el t¨¦cnico H¨¦ctor C¨²per y, desde entonces, ha tenido muchos altibajos, pero siempre transmitiendo la sensaci¨®n de que se trataba de un futbolista extraordinario.
Tiene que serlo, con ese f¨ªsico tan escaso: mide 1,66 metros y pesa 65 kilos. No le queda m¨¢s remedio que basar su juego en arrancar muy r¨¢pido, casi siempre antes que los dem¨¢s, para despu¨¦s pasar muy bien, normalmente al territorio m¨¢s despejado. Por eso, todos sus compa?eros coinciden en cu¨¢l es su principal virtud : "Ve la jugada un segundo antes que los dem¨¢s".
O como dice su actual entrenador, Gregorio Manzano: "Destaca sobre todo por su agilidad mental, que sirve para darle velocidad al equipo". De hecho, Manzano es uno de los principales art¨ªfices para que Ibagaza vuelva a volar tan alto. Para ello, le ha colocado a su alrededor a dos delanteros -Pandiani y Eto'o- y a dos extremos muy abiertos -Novo y Riera-, con lo que El Ca?o siempre encuentra alguna referencia en la que desahogarse. A ser posible dando lustre a una de sus especialidades, la pared, en la que suele hallar un socio muy recurrente: Eto'o. "Me gusta m¨¢s dar un pase de gol que marcarlo", ha declarado Ibagaza y esa frase dice mucho sobre su car¨¢cter y sobre su f¨²tbol.
Su ¨¦xito coincide con el del jugador de la Liga que probablemente m¨¢s se le parece: el valencianista Aimar. Ambos ligeros, chispeantes y con gran visi¨®n de juego. Tanto, que el seleccionador argentino, Marcelo Bielsa, convoc¨® en 2001 al media punta del Mallorca en cuanto se lesion¨® el del Valencia.
"Me han tra¨ªdo muchos jugadores, pero al ¨²nico que ped¨ª realmente fue a Ibagaza". El t¨¦cnico del Atl¨¦tico del Madrid, Luis Aragon¨¦s, expres¨® as¨ª su frustraci¨®n al quedarse en verano con las ganas de contratar al argentino. No hubo un acuerdo econ¨®mico entre los clubes. El propio Ibagaza lo lament¨® y comenz¨® descentrado el presente ejercicio. Manzano debi¨® valerse de su condici¨®n de psic¨®logo para convencerle de que se olvidara del Manzanares.
El caso es que Ibagaza guarda un gran recuerdo de Aragon¨¦s, con quien trabaj¨® en Son Moix hace dos temporadas. El Sabio le dio plena libertad de movimientos, absoluta confianza a su talento, y El Ca?o le correspondi¨® con un excelente ejercicio. Marc¨® 10 tantos -faceta en la que nunca destac¨®-, y dio nueve pases de gol que permitieron al Mallorca clasificarse, por primera vez en su historia, para la Liga de Campeones.
El resto de sus campa?as han sido mucho m¨¢s discretas. En la primera, acus¨® el fuerte contraste entre el humilde Lan¨²s y la superprofesionalizada Liga espa?ola. Tampoco le ayud¨® su car¨¢cter extremadamente introvertido. Acompa?ado por su mujer, se instal¨® en el edificio del Paseo Mar¨ªtimo donde viv¨ªa C¨²per. Y, ante la desesperaci¨®n de los periodistas, fue un maestro en la utilizaci¨®n de los monos¨ªlabos.
Mejor¨® en su segundo curso con C¨²per (un gol y ocho asistencias), para ganar la Supercopa de Espa?a despu¨¦s de perder ante el Lazio la final de la Recopa de Europa. Pero sufri¨® otra vez el pasado a?o, martirizado por las lesiones y por la inestabilidad en el banquillo del Mallorca, donde ni Krauss ni Kresic entendieron toda su clase.
Manzano, s¨ª. La advirti¨® al primer instante. Y le concedi¨® diversas referencias en ataque. De modo que, a punto de conseguir la nacionalidad espa?ola y con un contrato que finaliza en el Mallorca en junio de 2004, Ibagaza vuelve a ser uno de los bocados m¨¢s apetecibles del mercado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.