Jos¨¦ Ovejero reflexiona sobre los sentimientos en 'Un mal a?o para Miki'

"El lector sufre un choque emocional al comenzar a leer Un mal a?o para Miki. Y es porque su t¨ªtulo neutro no dice mucho y eso permite entrar de una manera inocente en la novela", afirm¨® ayer el escritor Luis Antonio de Villena sobre el libro de Jos¨¦ Ovejero (Madrid, 1958) que edita Ediciones B. En la primera p¨¢gina se sabe que Miki, un hombre de 43 a?os de clase acomodada, pierde a su hijo en accidente de coche, y en la p¨¢gina 30 su mujer aparece asesinada. Pero Ovejero, que confiesa sentirse cercano en su escritura al humor de los hermanos Coen, no intenta resolver la intriga. "Al tratarse de la novela realista, conscientemente algunas de las cosas que le suceden a Miki no tienen final, como ocurre en la vida", dice el autor de A?oranza de un h¨¦roe.

"El libro se encuadra dentro de las novelas existencialistas. Es un hombre que se va quedando sin sentimientos, con un vac¨ªo del que no sabe salir", apunt¨® Villena. "Es el prototipo del antih¨¦roe contempor¨¢neo, que se refugia en el sexo y la droga para hacer frente a esa soledad. Nos plantea la reflexi¨®n sobre los sentimientos y el sentido del mundo que empez¨® Camus", a?adi¨®.

Ovejero utiliza en Un mal a?o para Miki la clave de la novela negra con un estilo seco, distanciado y sin adornos gratuitos. Ante el riesgo de caer en "la sordidez efectista" en las duras escenas de sexo, el autor ha preferido "la sobriedad estil¨ªstica". "He querido hacer una novela psicol¨®gica que se alejase de las de voz en off en las que el narrador cuenta lo que ocurre. Narrar desde la acci¨®n y el di¨¢logo de los personajes, que me parece una forma m¨¢s eficaz de llegar al lector", explica el escritor, que acaba de publicar el libro de poes¨ªa El estado de la naci¨®n (Visor).

"Lo que me interesaba es la relaci¨®n de Miki con el vac¨ªo. Eso suele tener una connotaci¨®n negativa, pero el vac¨ªo a ¨¦l le atrae", reflexion¨® Ovejero. "Quiere no sentir, que la vida no le duela. Y por eso intenta vivir una segunda juventud. No me interesaba el retrato de un monstruo, sino encontrar en Miki lo que hay en m¨ª y en muchos otros".