Vieja s¨ª, pero tonta no
Cuando el presidente Chirac y el canciller Schr?der manifestaron en relaci¨®n con Irak que "toda decisi¨®n corresponde al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas" y a?adieron que "para nosotros la guerra es un fracaso y debemos hacer todo lo posible por evitarla", el secretario de Defensa Rumsfeld respondi¨®: "?sa es la vieja Europa". Tal intercambio merece sin duda una reflexi¨®n.
La petite frase de Rumsfeld no es una frase cualquiera. Hace referencia a los primeros tiempos de la rep¨²blica estadounidense, una ¨¦poca en la que su pol¨ªtica exterior se fund¨® en la convicci¨®n de que las constantes guerras entre europeos eran el resultado de los c¨ªnicos m¨¦todos de actuaci¨®n exterior que empleaban los gobiernos de la "vieja Europa". Eso pensaba George Washington cuando en su testamento advirti¨® a Estados Unidos de que no deb¨ªa enredarse en las vicisitudes de la vieja Europa. Siendo as¨ª, no es sorprendente que la invocaci¨®n a la "vieja Europa" haya llevado a algunos europeos a recordar al secretario de Defensa Rumsfeld que fue ¨¦l quien durante la guerra entre Irak e Ir¨¢n se entrevist¨® con Sadam Husein para ofrecerle armas y ayuda. ?Qu¨¦ le dir¨ªa hoy George Washington a Donald Rumsfeld?
Estados Unidos no ha aclarado la salida que pretende que tenga esa guerra
Quiz¨¢ le dijera que, precisamente porque Europa es vieja, porque ha cometido tantos errores a lo largo de su historia, es normal que se lo piense dos veces antes de embarcarse en una operaci¨®n destinada a acabar con el r¨¦gimen de Sadam Husein e instalar en su lugar un Gobierno a las ¨®rdenes de Washington DC. Porque eso es lo que Estados Unidos pretende con la guerra, ?o no?
?sta es la pregunta m¨¢s importante. La que trata de aclarar el objetivo de la guerra que se planea. La que indaga sobre la salida que se pretende que tenga esa guerra. Y, pese a ello, es una pregunta a la que Estados Unidos todav¨ªa no ha dado respuesta clara.
Fue en tiempos de Clinton cuando Estados Unidos sustituy¨® la pol¨ªtica de contenci¨®n y aislamiento que ven¨ªa practicando respecto a Irak por una nueva que denomin¨® de "cambio de r¨¦gimen". Fue antes del 11 de septiembre de 2001 cuando Bush formul¨® su doctrina del "eje del mal". Tras esa fecha concret¨® la citada doctrina en la conveniencia de invadir Irak para acabar con el r¨¦gimen de Sadam Husein, y desde entonces ha venido justific¨¢ndola con argumentos diversos. Al principio apunt¨® a los v¨ªnculos de Sadam Husein con Al Qaeda, presentando la invasi¨®n como una prolongaci¨®n natural de la guerra contra el terrorismo en la que Europa le apoya. Pero, hasta el momento, esos v¨ªnculos no se han encontrado y es f¨¢cil comprender que justificar una invasi¨®n en una sospecha no probada es algo que rechazan muchos pa¨ªses, aunque s¨®lo sea por eso de "cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar". Despu¨¦s Washington carg¨® el acento en que Irak vulnera las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le proh¨ªben la posesi¨®n y fabricaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva. Esta v¨ªa ha conducido a la resoluci¨®n 1.441 y al env¨ªo a Irak de los inspectores, que, mientras permanezcan all¨ª, imposibilitan que Sadam Husein use armas prohibidas, si las tiene, o las fabrique, si no las tiene.
Pero en Washington esta manera de ver las cosas no convence mucho. Es posible -dicen- que Sadam Husein no haya colaborado nunca con Al Qaeda, pero ?qui¨¦n garantiza que no lo har¨¢ en el futuro? Quiz¨¢ Irak no tenga hoy armas de destrucci¨®n masiva, e incluso puede que, si tiene alguna, se descubra y se destruya, pero -argumentan- Irak dispone de t¨¦cnicos y de instrumentos para fabricarlas, y en cuanto vuelva a contar con los ingresos del petr¨®leo, estar¨¢ en condiciones de hacerlo. Estas objeciones no son falaces, pero ?ad¨®nde conducen?
Conducen a que algunos piensen que la soluci¨®n al problema de Irak requiere: a) acabar con Sadam Husein y con su r¨¦gimen, b) instalar en Bagdad un Gobierno sometido a Washington y c) desplegar en Irak durante a?os fuerzas americanas. Una vez ocupado el pa¨ªs y con un Gobierno a sus ¨®rdenes, Estados Unidos estar¨ªa en condiciones de: 1) impedir que en el futuro Irak colabore con Al Qaeda, 2) impedir que en el futuro Irak produzca armas de destrucci¨®n masiva, 3) tener fuerzas desplegadas en el coraz¨®n de Oriente Pr¨®ximo capaces de actuar contra efectivos de Al Qaeda en cuanto los descubra en cualquier punto de la zona (que es donde m¨¢s abundan), 4) utilizar la presencia de esas mismas tropas como instrumento de presi¨®n y, llegado el caso, de intervenci¨®n sobre cualquier vecino que se porte mal, y 5) adquirir un control directo sobre los recursos petroleros de Irak, lo que es tanto como decir sobre el mercado mundial de petr¨®leo. Se comprende que, en Washington, para m¨¢s de uno este plan tenga sus encantos.
Pero tambi¨¦n tiene cosas feas. Abundantes cosas feas. La primera es que requiere una invasi¨®n y una conquista en toda regla seguida de una ocupaci¨®n del pa¨ªs durante a?os. Esto conlleva riesgos, pues EE UU y quienes le acompa?en pueden verse envueltos en una situaci¨®n militar y pol¨ªtica tan complicada que, si las cosas les van mal, el plan puede acabar como el cuento de la lechera. La segunda es que, si el plan saliese bien, Estados Unidos resultar¨ªa muy fortalecido, pero no as¨ª otros pa¨ªses, y ¨¦stos se preguntan por qu¨¦ contribuir a una operaci¨®n que los dejar¨¢ m¨¢s d¨¦biles que ahora frente a Washington. Entre esos pa¨ªses pueden estar los principales vecinos ¨¢rabes de Irak e Ir¨¢n, China y Rusia, as¨ª como pa¨ªses europeos con voluntad firme de que la Uni¨®n Europea llegue a hacerse respetar en la vida internacional. La tercera cosa fea consiste en que, incluso si la ocupaci¨®n de Irak asesta a largo plazo un golpe a Al Qaeda, en lo inmediato lo probable es que la potencie y le empuje a cometer atentados all¨ª donde pueda; por ejemplo, en Europa o en Arabia Saud¨ª. No se puede aterrorizar a los terroristas suicidas. Cuarta cosa fea es que si la guerra se alarga y complica, la econom¨ªa mundial entrar¨¢ en recesi¨®n (ya ocurri¨® tras la guerra de 1991) o, peor todav¨ªa, en una depresi¨®n. Quinta cosa fea: una invasi¨®n extender¨¢ la indignaci¨®n contra "Am¨¦rica" que hoy manifiestan centenares de millones de musulmanes, y esa reacci¨®n alcanzar¨¢ tambi¨¦n a quienes le ayuden en la guerra.
Todo esto, visto desde Europa, puede llevar a m¨¢s de un pa¨ªs a considerar que el cambio de r¨¦gimen en Irak mediante una invasi¨®n es una opci¨®n que conlleva riesgos de terrorismo en casa, situaciones de tensi¨®n con sus ciudadanos y residentes musulmanes, una p¨¦rdida de influencia en el Mediterr¨¢neo y Oriente Pr¨®ximo, una mayor dependencia petrol¨ªfera de Estados Unidos y una crisis econ¨®mica que haga m¨¢s dif¨ªcil no s¨®lo la vida cotidiana, sino tambi¨¦n la ampliaci¨®n e integraci¨®n de la Uni¨®n Europea. Esto es lo que parecen haber apreciado Alemania y Francia al declarar que "para nosotros la guerra es un fracaso y debemos hacer todo por evitarla". Europa es vieja, cierto, pero no es tonta.
Tambi¨¦n puede ocurrir que Europa se pase de lista. La evaluaci¨®n franco-alemana es, por supuesto, discutible, pero deber¨ªa ser discutida antes de que el presidente de EE UU tome una decisi¨®n irreversible al respecto. Esa discusi¨®n podr¨ªa aclarar qu¨¦ entiende Washington por "cambio de r¨¦gimen". Si es algo que se parece a lo indicado m¨¢s arriba o todo se reduce a desarmar a Sadam Husein. En este caso, es bueno no olvidar que quien m¨¢s ha desarmado a Sadam Husein no fueron los bombardeos de la guerra de 1991, sino la labor posterior de los inspectores, que elimin¨® much¨ªsimos m¨¢s sistemas de armas, precursores e instalaciones de fabricaci¨®n que los que destruyeron las bombas. Y ahora los inspectores vuelven a estar en Irak y pueden continuar haciendo lo mismo, al tiempo que evitan el horrible coste humano que conllevar¨¢ una invasi¨®n. En definitiva, ?qu¨¦ significa para Washington "cambio de r¨¦gimen"? De momento, Powell no ha aclarado las cosas cuando, tras el rifirrafe sobre la vieja Europa, ha dicho que "la cuesti¨®n no son los inspectores. La cuesti¨®n es Irak". ?Qu¨¦ significa eso?
Carlos Alonso Zald¨ªvar es diplom¨¢tico.
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