Cr¨ªticas en Israel a la operaci¨®n de propaganda sobre Ramon

Ilan Ramon, 47 a?os, con cuatro hijos, nacido en una familia superviviente del Holocausto, es ya h¨¦roe nacional. Lo era desde el pasado 16 de enero cuando despeg¨® del Cabo Ca?averal, pero su muerte tr¨¢gica ha engrandecido su aureola, aunque la comunidad cient¨ªfica israel¨ª siempre critic¨® el env¨ªo de un piloto de combate y no de un investigador.

Todo empez¨® como un chiste de sobremesa. El 11 de 1995 el entonces primer ministro Simon Peres plante¨® al presidente Bill Clinton, en una cena en Washington, la posibilidad de que un astronauta israel¨ª estuviera en un vuelo espacial, igual que lo hab¨ªan hecho m¨¢s de 20 pa¨ªses. El consentimiento de la Casa Blanca permiti¨® un a?o despu¨¦s poner en marcha el proyecto, que culmin¨® en 1997 con la selecci¨®n del coronel y piloto de combate.

La selecci¨®n la realiz¨® el Ministerio de Defensa a espaldas de la comunidad cient¨ªfica de Israel, que pose¨ªa candidatos mucho mejor preparados. El control de la decisi¨®n lo tom¨® el Departamento de Armas e Infraestructuras Tecnol¨®gicas (Mafat), que aspiraba a entrar en la carrera espacial con fines estrat¨¦gicos, pese a que los astronautas extranjeros invitados hasta entonces por la NASA hab¨ªan sido cient¨ªficos.

Defensa

Defensa no s¨®lo monopoliz¨® el nombramiento, sino que ejerci¨® el control de los experimientos que Ramon deb¨ªa completar en su viaje, el m¨¢s importante de los cuales eran mediciones de las tormentas de polvo en el Mediterr¨¢neo. El experimento hab¨ªa pertenecido hasta entonces a dos profesores de la Universidad Hebrea de Tel Aviv.

Pero el ministerio hizo algo m¨¢s trascendental: coloc¨® sobre la mesa los dos millones de d¨®lares para costear el mantenimiento y la casa de Ramon y de su familia en Texas los ¨²ltimos cuatro a?os y medio, as¨ª como para su suplente el tambi¨¦n coronel Mayo. Aunque la cantidad es rid¨ªcula, puesto que Israel destina enormes sumas a investigaci¨®n, indign¨® a la comunidad cient¨ªfica, que afirm¨® que era una operaci¨®n superflua, una p¨¦rdida de tiempo y dinero y que el experimento hubiera podido ser efectuada por un sat¨¦lite convencional.

Esta historia hasta hace poco secreta fue desvelada el pasado 24 de enero por el peri¨®dico Haaretz, portavoz del Partido Laborista y uno de los rotativos mas serios y consistentes del pa¨ªs. Ayer el primer ministro Ariel Sharon asegur¨®: "Llegar¨¢ un d¨ªa que enviaremos otros astronautas israel¨ªes".